Después de poco más de dos años de ser paciente del Hospital de Clínicas, volví a consultar en un centro privado de fertilidad.
Es el mismo donde me realicé los dos primeros protocolos de baja complejidad. Salvo que esta vez fui con el médico director del centro, dispuesta a quemar los últimos cartuchos.
El cambio fue sustancial “nuevamente”, y hablo de las apariencias.
En cuanto al tema médico académico, no podemos decir que alguno/s posean conocimientos revolucionarios en el tema, que los distingan de otros.
Las diferencias que sí existen y son a las que apunto en esta oportunidad, están en los detalles. Que a la postre son importantes porque ya sabemos, que la suma de estos favorecen los buenos resultados, y ayudan a contrarrestar los pronósticos adversos.
Entre ellos: el manejo de la técnica, el manejo embriológico, las condiciones del laboratorio, calidad de diagnóstico, etc.
Cuestiones éstas que en el Hospital de Clínicas, pese a la dignísima atención médica que presta el servicio, lamentablemente tienen un techo.
Para muchas de sus pacientes, enhorabuena, el techo quedará muy arriba. Pero para una cuya patología no ayuda, y en lo que constituye el aspecto sustancial del problema, no hay mucho nuevo por intentar.
De manera que lo novedoso tendrá que consistir en sumar los detalles. Que estén todos lo mejor pulidos y alineados.
Ahora, las apariencias...son un tema aparte.
Empezando por la sala de espera. Confieso que fue un poco raro volver a una con cómodos sillones, con revistas y tele prendida suspendida en una pared tabique. La verdad es que no esperaba volver!
La sala de espera situada en el quinto piso del Hospital de Clínicas está siempre atiborrada de gente. Nadie va con turno horario, sino que por orden de llegada, -que por razones administrativas debe ser antes de las 9:30 de la mañana-, se anotan en una lista de pacientes, para ser atendidos por algún médico del equipo.
Por esta razón, -porque hay que estar desde temprano para asegurarse un lugar en la lista-, es que hay mucha gente esperando al mismo tiempo en el mismo lugar, y la espera se puede prolongar por varias horas.
De hecho cada vez hay más sillas acomodadas en los pasillos, lo que denota la buena disposición para contener a toda esa gente.
Igual la espera, que en mi caso ha llegado a ser de más de tres horas, llega a desesperar.
Pero aprendí a amenizarla llevándome lectura y armándome de mucha paciencia.
Se nota “a la legua” quienes van por primera vez, porque a medida que pasa el tiempo se quejan en voz alta, miran al resto de los pacientes para ver si alguien se adhiere a la queja, y van a reclamarle a la administrativa por todo el rato que llevan esperando. Claro que al cabo de unas cuantas consultas y de algún que otro protocolo ya cumplido, se concluye que mejor es acomodarse y procurarse una actividad como leer, conversar o adelantar trabajo.
Las primerizas suelen ir acompañadas con su pareja, o algunas madres. Pero como el tiempo de espera es mucho y tedioso, y los maridos suelen trabajar, la regla general es ver mujeres solas, que se agrupan en racimos de conversadoras incansables.
Yo solía cruzar conversación con alguna de las tantas caras que a veces veía repetida, para comentar novedades. Aunque la mayoría de las veces me acomodaba tranquila y me avocaba de lleno a leer el libro que tuviera en manos.
No tengo reparos en decir que para las que calentamos silla desde hace rato, resulta un poco irritante escuchar hablar a las primerizas de historias que van y vienen, se distorsionan, de mitos que circulan, a las que son tan afectas!
Con el tiempo todas estas cuestiones se relativizan, y uno se queda con el trato originado por la cortesía, para saber cómo está el otro, como le fue...
No quiero desmerecer las historias personales, pero en mas de una oportunidad me he quedado encerrada entre ávidas charlatanas, mientras trataba con gran dificultad de dar vuelta la página de mi libro!
Ahora bien, en la sala de espera a la que volví, no se entablan conversaciones extensas, ya que los tiempos de espera no son tan prolongados. Y las mujeres concurren la mayoría con sus parejas.
No quiero inferir con esto que los maridos no trabajen! Pero la flexibilidad de los turnos y el hecho de que se pueda acomodar la consulta por la tarde o bien entrada ésta, seguro ayuda. A diferencia del hospital donde la atención es por la mañana (TOODA la mañana).
Y mi preferida es que ahora puedo matar el tiempo de espera mirando la tele, u hojeando alguna revista de moda, de esas que en mi casa no hay.
Y fíjate que una se puede enterar de cosas “interesantes”, como que en la revista SU, se hizo un concurso de cartas de amor para el día de San Valentín.
Supuestamente las lectoras mandaban cartas que alguna vez les habrían escrito un ex novio, un marido etc. El concurso ya tenía sus resultados y estaban publicados el tercer y segundo premio, y la primera aparentemente se había ganado un viaje para dos personas a Playa del Carmen.
Ya saben que es difícil juzgar con cierta objetividad una carta de amor, justamente por lo que es. Vista desde afuera siempre parece un poco cursi, o algo pedorra, o está mal escrita,..en fin: es difícil.
De ahora en más, voy a prestar especial atención a los concursos de revistas que no compro. Porque convengamos, que aunque no tengo, bien podría haber inventado una "hermosa y emotiva" carta de amor, atribuírsela a cualquiera en mi vida, y quién dice...el pasado verano no me embaracé, pero por ahí me ganaba un viaje a Playa del Carmen!
mas exacto no podes describir las escenas... y siento cierta cosa en el corazon lamento darme cuenta que la infertilidad talla tan hondo que aun con joaquin me duele... abrazo amiga...
ResponderEliminardivinas ls fotos del post anterior...
Qué bronca que me da lo de los hospitales públicos!!!
ResponderEliminarYo creo que nadie pretende un LCD ni revistas actualizadas en la sala de espera, pero qué ganan haciendo que la gente espere tres horas? Es tan dificil dar turnos? Todo eso desmerece la atención excelente que seguramente deben brindar allí.
Igual o estoy tan segura de que leer revistas por el estilo sea muy beneficioso... la última vez que compré una cosmo o una para ti se me saltan los fusibles... parecen para mujeres infradotadas!
Como sea, suerte en el nuevo lugar.
Besos!
Ceci, qué bueno que estés de vuelta en carrera! Espero que esos "detalles" hagan la diferencia! Mucha suerte!!!! Beso!!
ResponderEliminarGracias Lau, está buenísimo que te hagas un tiempito para andar por el muno blogeril. Un beso para vos y Joaquin!
ResponderEliminarLola, tenés razón e intuís bien. La atención del hospital es muy buena. Pero evidentemente se van encontrando con situaciones "nuevas" que los desbordan y toman soluciones que son medias drásticas. Por ejemplo ya no aceptan pacientes de mas de 40 años, (estan las que ya son pacientes) y como pese a la cantidad de procedimientos de alta complejidad que hacen al año, no hay un recambio y "desagote" rápido, digo al ritmo que se necesitaría, porque cada vez hay mas gente, los nuevos turnos que daban (yo lo escuché estando ahí a principio de año) son para el año que viene. Ya se iran reacomodando, lo único que espero es que haya siempre un "buen criterio" y que no se les vaya de las manos, que origine malas decisiones.
Con lo de las revistas también tenes razón, yo no las compro ni en pedo, pero cuando uno las ve, no obstante tengas tu libro, no podes con la tentación de hojearlas y enterarte del chusmerio.
pachu: gracias por pasar, y vos en que andás? Seguis con acupuntura?
En las salas de espera uno encuentra de todo, personas angustiadas, personajes surrealistas, gente que solidariza y recomienda tratamientos, médicos, remedios ... . Son lugares especiales, tienen un clima especial.
ResponderEliminarComo no soy muy charladora, si tengo que esperar mucho prefiero llevarme un libro o en todo caso ponerme los lentes negros y hacerme una siestita ja!
Espero que haya suerte en esta nueva etapa. Me quedo un ratito paseando por aca.
un abrazo
Yo nunca fui a una privada! pero todas las salas de espera de la pública son iguales en todas las partes del mundo!! hice un post sobre eso, si lo lees veras los paralelismos...¿no es increible que pase lo mismo en sitios tan separados??
ResponderEliminarYo una vez escribí una carta de amor para un concurso...Me inspiré en el chico que me gustaba por aquel entonces y que era totalmente imposible de lograr...
Me sentí muy orgullosa de aquella carta y estuve dispuesta a mandarla al concurso pero desapareció...
Hoy aquel chico es M, mi marido, y no dejo de buscarle sentido a que la carta se envió sola!
besos
Ceci, abandoné la acupuntura... La verdad es que me hace estar demasiado pendiente, lo que me resulta contraproducente... Hice un ciclo natural monitoreado para ver si ovulaba y con qué tamaño de folículo, y ahora me tiene que venir y empiezo una IIU, no puedo creer probar la baja complejidad jejeej!
ResponderEliminarAny: Gracias y bienvenida!
ResponderEliminarUma: eso quiere decir que la carta la tomo M?
Pachu: es raro volver a la baja complejidad! pero después de todo tiene sentido. Apostar a menos cantidad de foliculos y contralada estimulación. No está mal! Suerte!
Hola Ceci, gracias por dejarnos compartir tus vivencias en las salas de espera, y es tal cual sin perjuicio del entorno, conozco excelentes profesionales que trabajan en el clinicas o en hospitales publicos y que tambien los encontras en los mejores sanatorios de buenos aires, la diferencia que ellos como los pacientes tiene que enfrentar el trabajo sin medios y atender a la gente en esas condiciones. Tu comentario me hace acordar cuando en alguna fila de algun juzgado, hay gente que te ve con un libro y por mas que agaches la vista para tratar de seguir leyendo aunque sea una oracion, no para de hablarte, sin importarle nada. Otro tema son las sala de espera, las veces que habre hojeado la revista Barcos, First, la del Automovil Club, Tigris, Cuisini&Vins, etc., con esas lecturas, te das un acabado perfil del galeno, es un eximio timonel que vive en un Barrio privado tiene Diners es socio del Aca y le gusta la comida gourmet. JAJAJA Patricia Q
ResponderEliminarHola Pato! Sí es tal cual lo de las revistas. En los consultorios donde atiende un solo médico a lo sumo son dos, y que es todo como mas domestico, se nota que las revistas son las que lleva el profesional de su casa una vez que las leyó. O también comprara de actualidad para el consultorio, claro! Pero en la clínica donde estoy yendo, (que son varios medicos) y esta todo menos librado al azar, las revistas las compran en pack de 10 (porque algunas tienen todavía pegadas un sticker plateado que dice pack de 10...) especialmente para salas de espera, y se ve que vienen variadas.
ResponderEliminarGracias amiga por pasar siempre por este espacio!
No Ceci! la carta se perdió pero no me explico como...poco después empecé con M, que vivía en la otra punta de España!
ResponderEliminarEs más pensamiento magico!
besos
Impecable relato Ceci... la otra diferencia que encontre yo, es que en los centros de fertilidad no se como hacen pero apenas te ven entrar te llaman por el nombre de pila como si vos y la secretaria estuvieran unidas por una amistad de siglos, y en el Hospital, atenta cuando dicen tu apellido q donde iba yo gritaban tres veces si no lo escuchaste perdiste! por lo menos es lo que me paso a mi.
ResponderEliminarBesos!
Hola natiz. Tenés razón en eso. Aunque en el clínicas la administrativa ya me conocía (por el apellido) porque yo era una de las constantes, y además porque yo siempre la trate con mucha cortesía y le preguntaba como andaba etc. Gracias por pasar
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