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jueves, 24 de abril de 2014

Relato de Jueves Literario: Personas

La convocatoria de este jueves la lidera Juan Carlos, quien nos propone escribir sobre personas, para ellos nos deja a disposición unas fotos para que elijamos la que mas nos inspire, nos dispare alguna historia o simplemente nos guste. En su casa encontraremos muchas historias que tienen a personas por protagonistas.



EL SECRETO DETRÁS DE LA SONRISA

Su secreto de belleza lo tiene guardado bajo cuatro llaves, el mismo número de mascarillas que se coloca por las noches.
En cada conversación, aun en la más banal, cada vez que va a abrir la boca para decir algo, todo sonido de palabras que viaja de oído a oído se detiene a mitad de marcha y un silencio se abre lo suficiente para contener solemne lo que sea salga expulsado por esos labios indemnes, -que cada noche cubre con humedad oleosa para resistir los ríos secos que amenazan surcarle de punta a punta la carne rosada-, como si su juventud prisionera le confiriera autoridad a su opinión.
-Yo opino que los tomates están muy caros, mejor será usar palta en la ensalada- dice tratando de mantenerse seria, pero una sonrisa aparece arrugándole la nariz, y no es la primera del día, ni será la última, pues ríe mucho, especialmente de noche cuando las hadas que cabalgan en los potajes la distraen de su labor con sueños placenteros.
Algunos le oyeron decir que una buena inversión sería comprar una yogurtera, y la gravedad que se dibujó en la mente de los que tomaron nota fue lo mismo que si se tratara de una inversión bursátil.
Su marido de cara flaca y arrugada, -quien no disfruta de la lozana algarabía de su esposa y solo parece satisfacerle la sopa de coliflor espesa-, dice que tantos empastes no le han hecho nada bien.
Los vecinos aseguran no haber dado con secreto alguno en intrusiones ocasionales organizadas.
Nada se adivina de las baldosas lavadas del patio, ni del ajetreo permanente de la cocina. Los curiosos solamente reportan como datos irrelevantes: un ligero olor a pedo en el ambiente, canturreos matinales y algún aullido de gato desde el antepecho de la ventana que da a la calle.