DIOS, UN NOMBRE
Ató el nombre de Dios en lo alto del estandarte y aferrada a él atravesó el umbral de la intemperie; cruzó su bandera sobre el pecho y así: caminó entre hostiles.
En nombre de Dios se le vació el alma de dudas y en cambio se le llenó la boca de certezas. Lo tuvo todo, y no tuvo nada.
En nombre de Dios dijo amar a todos y amó a ninguno. No deseó el mundo, no dejó sangre en la tierra; no tuvo mas abrigo que su fe, ni mas destino que el divino
Me encanto tu texto juevero sobre Dios.
ResponderEliminarBesos.
En muchas ocasiones la razón de vivir de una persona es su fe.
ResponderEliminarUn abrazo
Maribel
Dicen que la fe mueve montañas, y es lo que quizás falta a veces, en el Dios amoroso, o en esa energía que se encuentra en la propia naturaleza.
ResponderEliminarMuy buen texto
Un abrazo
Maravilloso texto que nos habla del valor y la fuerza que infunde la fe verdadera. Me alegra volver a leerte. Un abrazo
ResponderEliminarNo deseó sangre en la tierra, me gusta ese planteo. Es importante.
ResponderEliminarUn abrazo.
Su Dios y la fé en él,fue lo determinante en su vida, para ella fue esto para otros la energía, el amor...sea lo que fuere es lo que los mantiene en pie.
ResponderEliminarBesos
Podría sintetizar la vida de cualquier Sant@. Una vida que pocos quisieran.
ResponderEliminarUn abrazo.
Su bandera la fe la lleva a avanzar Dios su estandarte. Muy bueno, besos.
ResponderEliminarExcelente texto. Venir por tu blog, siempre es garantía de irnos con el alma plena. Un beso Ceci.
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