La convocatoria de hoy la dirige Charo, quien nos propone decir algo sobre túneles, oscuros, luminosos, de la vida, de muerte. En su casa encontraremos mas relatos
¡VAMOS A JUGAR!
Al principio no se atreve; apostado en uno de los extremos, asomo mi
cabeza por el otro para que me vea y se anime, ¡vamos!, con una sonrisa lo
insto para que venga a mi atravesando el
túnel de tres tramos.
Estoy incómodamente acuclillada pero persisto en mi llamado. Ya a punto de desistir, me paro al tiempo que él se gira devolviéndome todas mis cortesías con una sonrisa amplia y corre en dirección contraria. No insisto
Estoy incómodamente acuclillada pero persisto en mi llamado. Ya a punto de desistir, me paro al tiempo que él se gira devolviéndome todas mis cortesías con una sonrisa amplia y corre en dirección contraria. No insisto
La osadía de otros niños finalmente lo convence; a gatas lo atraviesa
enteramente. Sus rodillas se deslizan sobre piedritas de arena, se resbala y
ladea de un lado a otro, igual la experiencia le agrada.
No es oscuro el túnel, ni mucho menos tenebroso. El plástico
amarillo refracta la luz del sol otoñal haciendo que el interior se aprecie
cálido y amable.
Manuel se da cuenta de que se trata de un juego de tránsito, pero de momento decide quedarse adentro entorpeciendo el paso de los demás, divertido, me responde con risas mientras lo insto para que salga.
Manuel se da cuenta de que se trata de un juego de tránsito, pero de momento decide quedarse adentro entorpeciendo el paso de los demás, divertido, me responde con risas mientras lo insto para que salga.
Un túnel divertido. Especialmente para quien tuvo temor.
ResponderEliminarjeje son tan divertidos a esa edad!...precioso giro le has dado al tema de este jueves, Ceci!
ResponderEliminar=)
Me has hecho revivir una escena similar vivida con mi nieto.
ResponderEliminarAbrazos.
Toda una aventura cuando se cruzan esos primeros túneles. Cuando yo era pequeña los hacíamos con grandes cajas de cartón y a veces me encantaba meterme dentro y cerrarla.
ResponderEliminarBesos
Ese si que es un túnel divertido, y por ver la sonrisa de un niño todo vale.
ResponderEliminarUn abrazo
Jajaja así son los niños, con esas reacciones inesperadas!!! Me encantó la aventura de Manuel por el túnel de plástico, cada uno lo toma a su manera, él decidió quedarse cómodo en la mitad.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Que recuerdos tan bellos me trae tu texto, verles atravesar y descubrir esos túneles les hace aprender a enfrentar los muchos que encontraran a lo largo de su vida.
ResponderEliminarPrecioso Ceci.
Primero no hay quien les meta y luego no hay quien los saque, ya sea túnel o sea piscina o playa o feria... :)))
ResponderEliminarUn beso, compañera, y tu cafelito.
Qué bonita tu visión del túnel desde el punto de vista de un niño que tendrá que pasar muchos túneles ,ojalá sean todos como éste, para llegar a la madurez, explorando...
ResponderEliminarMuchas gracias por participar.Un beso
Dicen que la primera vez que un niño se adentra en un túnel como el que relatas revive el momento en que nació. Lo mismo les pasa cuando de bebes intentamos sacar algo estrecho por su cabeza y lloran... eso dicen ninguno de ellos me lo ha confirmado. Un besote guapa
ResponderEliminarLa curiosidad en los niños pienso que es superior al miedo. El deseo de conocer, de indagar, de explorar, de jugar los lleva a veces a correr riesgos impensables. Este túnel no ofrece riesgo alguno y, sin embargo, constituye una enorme posibilidad para todo lo demás.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
que ganas me da de tener cerquita a Manuel y disfrutarlo!!!!
ResponderEliminarbesos mami-amiga
Esos pequeños grandes pasos que dan los pequeños son ilusionantes...son todos y cada uno de los grandes pasos para el hombre...
ResponderEliminarCurioso y juguetón. Gracias.
Bonito momento el que te hizo pasar tu pequeño. Y, como no podía ser de otro modo, el túnel de un niño es luminoso, blandito y divertido. Un tránsito que Manuel decide posponer unos minutos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo