Puerto Madero, domingo 18 de enero, 13:10 hs
LO QUE LA LLUVIA SE LLEVO
Pinta ser un día bochornoso de verano de esos no tan memorables como para recordar.
Hay poca gente. El barrio de edificios altivos se está lavando el maquillaje temporario. Lenta la marcha de los camiones retiran con cuidado las bajas murallas de hormigón que le plantaron al asfalto (recientemente hubo un evento automovilístico de Fórmula E)
Una familia desembarca en tierra fértil, ponen los pies en verde y los ojos en la próxima sombra para escapar de la resolana clara.
El río trasero les arroja su aliento cálido, el cielo gris amenaza romperse.
Por fin: pentagramas de resaltado amarillo le rasgan la panza hinchada y el cielo se descarga en sonoro estruendo
Arriba, una calma chicha que campea incómoda por corredores solitarios se saltea las noticias plegadas y ante una puerta se detiene. Se descarga un arma apretada a la sien y es la que soporta el peso su espalda sin guarda...
Llega la lluvia y allá abajo el niño corre, la mujer corre, el hombre detrás de la cámara fotográfica interrumpe el recreo (eventualmente también correrá)
Se van entre sollozos el mediodía quieto, el entusiasmo vigoroso, la vida
En la superficie se alivia la tierra, en lo profundo: se tensa el futuro
A la familia que apenas esquiva las gruesas gotas un ramillete de florecidas nomeolvides les saluda al paso.
Es notable como mientras la vida sigue girando y girando, muy cerca, sin que lo percibamos, nace impiadosa una tragedia...duelo y dolor, impunidad... sólo nos queda clamar justicia y que la verdad llegue alguna vez.
ResponderEliminarMe alegra tenerte otra vez por aquí... ¡qué grande se lo adivina a tu bebé! jejeje
Esta es la vida. La inocencia de un niño que juega, el cuidado de la madre que es feliz y alguien que quiere que ese bello momento se eternice.
ResponderEliminarY a pocos pasos, un abyecto y mortal juego de interese bastardos, que silencian al hombre que lucha por la verdad.
Me quedo y Argentina se debe quedar con la historia primera.
Aunque solo sea para que ese niño que juega, siga sintiéndose feliz corriendo hacia el horizonte.
Un abrazo.
Un día como otro. Mientras pasaba tan grave suceso, la vida continuaba, no se paraba, triste, pero real, así es la vida.
ResponderEliminarUnas magnificas descripciones.
Un abrazo
Me encanta volver a leerte y aquí, como cuenats la historia familiar en un domingo de verano mientras ocurre algo que tensa el futuro, no el de la familia, que pese a eso que ocurre en lo alto continuará viviendo su felicidad.
ResponderEliminarQue así sea. Muchos besos.
La multiplicidad de caras de eso que hemos dado en llamar vida. Parte de la sociedad en calma, disfrutando de un día soleado, de la Naturaleza viva, incluso de la lluvia que rasga el cielo. Otra parte, enredando, maquinando abyectos crímenes, asaltando el poder a costa de lo que sea, sin importar el precio, aunque este precio sea una vida, o una veintena de vidas. ¿Qué más les dá?.
ResponderEliminarMe alegro volver a leerte Ceci, me gusta disfrutar de tu magnífica prosa.
Un abrazo.
Qué maravilla de texto...sutil,poético...y duro al final...sobre todo el toque de las flores al paso de la familia...nos queda el olvido, la soledad...
ResponderEliminarBesos
La vida plasmada en una maravillosa entrada, Ceci dulce y poética siempre.
ResponderEliminarDesde mis ahoras te deseo una Feliz Navidad, feliz siempre disfrutada con ese lindo chiquito que tienes.
Besos.