La convocatoria de esta semana la lleva Nieves, quien nos propone relatar con palabras suculentas, apetitosas. Que tengan buen apetito nos desea, En su casa, mas relatos.
EL CALOR DE UNA COCINA
Los minutos descorren el velo de harinas volátiles y alivian los poros de los azulejos. Al calor crece, respira, bulle el fermento. El agua tibia funde el sabor de cristales salobres que inundan con un ademán el pequeño desierto de polvos quietos. Se mezclan, se hacen una masa untuosa, se aquerencian a los dedos. En un costado el queso suda fuera de la heladera, en el otro: los tomates contagian su bochorno y un mar de cebollas destila ácido en aguas templadas.
Se condesan gordas nubes acres en las pupilas celestiales y desborda la lluvia los lagrimales rotos. Aprovechan el salvoconducto los pensamientos tristes. Se nubla la vista pero no la necesita para hacer lo que hace, a ciegas descarga en la masa la fuerza de sus manos abiertas. Se seca la cara con los brazos libres y se enjuga la nariz húmeda dejando un rastro brillante de vellos aplastados. La estira, se retrae, la empuja, la pellizca, la encierra en los puños una y la otra se escapa, elástica por las grietas abiertas entre las falanges.
Finalmente, ceden las partes y se juntan en una argamasa lisa que exhala. El calor del horno trocará las promesas en deliciosas verdades que se dicen con lenguas jugosas.
Ayyyyy madre!!!!! Ceci por Dios ssssss. Maravilloso. Yo quiero un poquito de eso.
ResponderEliminarUn abrazo
Ayyyyy madre!!!!! Ceci por Dios ssssss. Maravilloso. Yo quiero un poquito de eso.
ResponderEliminarUn abrazo
Ingredientes sueltos que se mezclan y manos que las trabajan, para dar como resultado algo excepcional. Lo explicado con mucha pasión.
ResponderEliminarUn saludo.
Deliciosa manera de hacernos saborear una pizza! ...y no engorda, además! jaaja Excelente tu manera de narrar con detalles culinarios!
ResponderEliminarBesos!
Se siente el calor del horno y en crujir de los sabores.
ResponderEliminarBesos.
Se siente el calor del horno y en crujir de los sabores.
ResponderEliminarBesos.
Yo me aquerencio en tus letras luego de saborearlas a pleno.
ResponderEliminarTu relato hace agua la boca...
besos Ceci.
Rico , debe estar lo que en esa cocina se esta amansando y más cuando se hace con tanto cariño . Destila olor y sabor ese que antes de llevarlo a la boca , el estómago ya esta esperando.
ResponderEliminarUn saludo y buen día.
Me gusta mucho el enfoque que le has dado.
ResponderEliminar¡Hola! ¡Qué pizza riquísima debe haber salido!
ResponderEliminar¡Un abrazo!
!Mamma Mia, que riquisimo! Con lo que me encanta la pizza. Una delicia de relato.
ResponderEliminarSaludos
...Se condesan gordas nubes acres en las pupilas celestiales y desborda la lluvia los lagrimales rotos...
ResponderEliminarDesde ahora, cada vez que la cebolla me haga llorar recordare esta frase...
Que manera de relatar esta receta...hasta podría tratarse de otra cosa mas que de una piza...besososososoos
¡Pues que me has dejado con la boca abierta! Que rica forma de expresar.
ResponderEliminarbesos
.
Me he dejado arrastrar por tus letras y he gozado leyéndote. Mucha belleza concentrada en pocas pero muy sugerentes líneas. Volveré a leerlo nuevamente para impregnarme de tu bien hacer.
ResponderEliminarUn abrazo.
Se desea sentir las sensaciones... como "agua para chocolate". Una receta con amor y tal vez de amor.
ResponderEliminarMe encantó!!
Besos
Ni la mismísima Elena Santonja lo habría descrito mejor, que en paz descanse. Un relato repleto de sensaciones para los sentidos.
ResponderEliminarUn beso