UNA DAMA ARISTOCRÁTICA, UN TEATRO, UN ACTO DE GENEROSIDAD
Las largas horas de ensayo están llegando a su fin, ¡no más
por hoy!, el elenco está exhausto. El director desde la primera fila hace una
seña de corte seco y definitivo, bastante teatral, con un movimiento de brazo horizontal de lado a lado
que le demanda más energía de la que
tiene. Con menos vehemencia esta vez les hace saber a los técnicos que
deben aguardar las instrucciones finales.
Sobre el escenario los actores se sientan a descansar,
algunos estiran las piernas, otros vocalizan suave, bocas enormes que se abren,
cierran, se dan masajes en las gargantas, mañana en el estreno se lucirán las
voces con sus cuerpos
Junto al director la dama de gris severo, miembro de la
aristocracia artística del país, no ha podido hasta el momento confraternizar
con el resto del elenco que la trata con
excesiva amabilidad, demasiada veneración. Si su deseo decidiera estaría en
casa leyendo un buen libro, pero su voluntad comprometida la ha colocado a
diario durante el último mes en la sala de ese teatro, ensayando una obra cuya
protagonista fue su papel cuarenta años atrás, y ahora de ella solo se espera
que diga unas pocas palabras desde una silla en una escena jocosa, y que su presencia
arroje luz al escenario, una bendición ceremonial en la consagración del arte.
La noche del estreno dará cuenta de la acertada puesta en
escena, de la arriesgada adaptación, de la calidad de los actores y de la
atmósfera especial, conmovedora que se vivió entre la audiencia que respondió
divertida a la breve interpelación de la vieja dama aristocrática y de la
pequeña ovación que tuvo lugar, instantes antes de que la atención de la
audiencia la abandonara para seguir la
trama que se desplegaba en el lugar
¡Me encantó! me parecía estar presente ahí, entre
ResponderEliminarlos espectadores.
Beso grande, MamaCeci
Gracias por dejarnos este elegante texto ..se percibe a través de él a esa Dama ..
ResponderEliminarUn abrazo y feliz viernes.
Fue como asistir a la escena, Ceci. Siempre magistrales tus descripciones, tanto de situaciones como de ambiente y personajes. Un placer leerte. Muchas gracias por participar!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Tus palabras dejan entrever el hastio de la dama, cansada después de 40 años entre bamabalinas pero aún comprometida con la que fuera su profesión y pasión (creo). Buena descripción nos has dejado.
ResponderEliminarBss.
Coincido con los anteriores comentarios, fue como estar presente.
ResponderEliminarY está claro que la dama aceptó ese papel, como un generoso acto para los actores de la obra, el director, sacrificando su deseo de estar en su casa, leyendo un libro.
Bien planteado el relato.
Besos.
Tu relato son imágenes en mi cabeza. Todo es prefecto con una capacedad de descripción para darme una lección a la hora de narrar.
ResponderEliminarFelicidades
Muy buen relato, se me hacía estar allí con la dama, haciendo su propio papel.
ResponderEliminarUn abrazo
Muy visual, tu dama de gris, seguramente harta, tras esa mínima nota de un par de renglones, contempló la obra que se representaba en el patio de butacas, siempre diferente al día anterior
ResponderEliminarMuy bien narrado. Un abrazo y feliz día
Una puesta en escena especial de gran calidad la noche del estreno.
ResponderEliminarMuy buen relato.
Besos.
Hola Ceci,
ResponderEliminarEl argumento está bien planteado, los personajes bien concebidos y delineados. Muy triste, la actriz de años atrás solo es una efímera presentación para atraer público a las escenas actuales. Muy original y bello relato.
Saluditos
La clase y la excelencia, son tu nota de distinción. Se disfruta y agradece. Un fuerte abrazo Ceci!!!
ResponderEliminar