Se cuentan más cuentos para celebrar la Navidad en lo de Gustavo: http://callejamoran.blogspot.com/
TRIBULACIONES Y ENREDOS EN UNA NOCHE DE VERANO
Don Nicolás está buscando información en el servicio meteorológico. Desea saber que tanto calor hará en Buenos Aires la víspera de Navidad y si acaso hay lluvias pronosticadas.
“Se espera tiempo caluroso y húmedo, nubosidad en aumento, no habrá tormentas por el momento”;...en resumen: ¡no hay esperanza alguna de que refresque por la noche, ni se espera que soplen vientos que acerquen frentes fríos de ningún lado!
Un resoplido de desaliento, largo y estertóreo le sale de las fosas al tiempo que deja caer sus hombros abatidos.
-No sé que esperaba encontrar, -se dice, en tanto mira de reojo su traje rojo que luce brillante e impecable sobre la cama.
Lo cierto es que el clima subtropical de los veranos porteños lo está matando. La última vez que estuvo por Buenos Aires se le ocurrió vestir su flamante piel de marta cibelina que adquirió en Ucrania. El roce de la coqueta estola sumado a la sudoración le provocó un sarpullido espantoso.
El médico le explicó que definitivamente esto de tener que ir al sur le genera una anticipación estresante que es perjudicial para su salud, y que lo mejor sería que cambie de hábitos.
“Oiga amigo, deje la etiqueta de lado, hágame caso: póngase un traje livianito acorde al clima.”, le dijo. Y para reforzar su argumento agregó: “Es de sabios adaptarse al medio ambiente, y sino: ¡mire a los brasileños que hasta sus policías andan de pantalones cortos!” A lo que Don Nicolás asintió mientras chasqueaba su lengua en señal de resignación.
Ya es casi Nochebuena, Don Nicolás busca que ponerse pero no encuentra nada que le parezca apropiado. Por fin da con unas bermudas rojas de micro fibra que a duras penas le entran, y una musculosa caladita que se trajo una vez por accidente de alguno de los arrabales de la ciudad, y lleva al menos dos décadas en el fondo del armario.
Buenos Aires, 24 de diciembre, 21:00 hs.
Don Nicolás aparca el trineo en la azotea y se dirige al quincho en cuyo extremo, adosado a la pared, se encuentra el nicho donde se asan las carnes y achuras sobre carbones encendidos. La parrilla está bien alta y apenas inclinada, por tanto las carnes se están haciendo a fuego lento; Con periodicidad que parece cronometrada: ruedan gotas de grasa por los hierros acanalados y el chirrido del carbón: atrapa los sentidos con la habilidad de un mantra repetido.
Y así, sumido en sus pensamientos como está, Don Nicolás encuentra que el aroma que despide la parrilla es apetitoso, la mesa está servida, y...se le antoja una copa de vino. Se sienta a la mesa, en tanto piensa que reina un silencio inusitado. Sabe que los habitantes de la casa están todos en la parroquia vecina, ya los vio cuando iba de pasada.
Desde el púlpito hasta la puerta el edificio estaba repleto de feligreses. Había personas sentadas y paradas abarrotadas en su interior, todas con caras brillantes de humedad. Las ventanas estaban abiertas y algunos boqueaban por un poco de aire fresco, pero era inútil, los ventiladores arrojaban aire tibio y los abanicos que se agitaban solo servian para fatigar muñecas, disimular bostezos y empujar alientos viciados y ausentes de mentol.
Sí, hay un silencio raro, pero debe admitir que en parte se debe a su propio mutismo. El médico le advirtió que no se le ocurriera andar por ahí al grito de ¡Ho, ho, ho!, ya que todavía hay cenizas volcánicas volatilizadas en el aire, y aspirarlas puede ser malo para sus pulmones.
¡Don Chicho!, a su espalda lo sorprende el grito de Miriam que asoma su cabeza por la ventana cercana.
Miriam, que había asumido que la silueta panzona que vio desde su ventana le pertenecía a Don Chicho, está tan sorprendida como Don Nicolás que se siente pillado en falta.
-¡Soy Papá Noel!, -atina a decir. Se percata de lo extraño que debe lucir en paños menores y aclara: -Estoy vestido así por prescripción médica.
Miriam mira con desconfianza al hombre que lleva puesta una ridícula musculosa ballenera. Los agujeritos están estirados y tan tensados a la altura de su barriga que le recuerda un matambre arrollado con cordel. –¡Aha!, le contesta Miriam escéptica que no sabe si llamar a la policía, aunque sospecha que en la comisaría no habrá nadie que la atienda a esas horas. Decide ponerlo a prueba y hace uso de las notas mentales sobre lo que conoce de este personaje que rápido acuden y seguidamente lo interroga: -¿y dónde está su trineo?, "en la azotea", recibe por respuesta. Y a Miriam le parece escuchar vagos sonidos de cascos que vienen de arriba.
-¿Y...y...que hay de la chimenea? -¿qué chimenea? –contesta Don Nicolás visiblemente fastidiado. -¿Usted no entra por la chimenea?; –¡A ver! ¡Fíjese bien!, ¿acaso ve usted alguna chimenea?, ¿cómo no sea que me deslice por el conducto de las parrillas, lo cual sería harto difícil no cree?, -Don Nicolás formula esta última pregunta con tono sardónico; endereza su postura para recobrar la dignidad mancillada y se gira dando por terminado el intercambio con la molesta vecina.
Miriam que sigue allí, tozuda no quiere dar el brazo a torcer, y reparando en la copa de vino que el hombre de barba cana dejó por la mitad lo increpa apurada: -¡Oiga, espere!, ¿esa copa es suya?,¿pero... usted bebe?, ¿no es usted musulmán?
-¡Ah no!, ¡con el vino no! –grita Don Nicolás que no puede dar crédito a lo que escucha. -¿musulmán?, ¡esos, los reyes magos de oriente mujer ig...i...!, ¡intolerancia no es lo que predica mi religión! ¡Vamos! ¡Más bien tolerancia a cualquier elixir, del color y sabor que sean!, potentes aguardientes, frutados, amarillentos y maltosos, o violáceos maduros al calor de buenos taninos, ¡a todos doy la bienvenida!
¡¡Pero que barbaridad, lo descreída e insolente que está la gente!!
Porque yo tenía un placard que parecía no tener fondo. El mismo albergaba un universo de cosas variadas y algunas hasta olvidadas. Grande fue su fama y a mucha gente su capacidad impresionó, que a menudo sobre un objeto o prenda preguntaban: ¿Acaso lo sacaste del fondo de tu placard?
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jueves, 22 de diciembre de 2011
jueves, 15 de diciembre de 2011
Relato de Jueves Literario: Una(s) foto(s) y su porqué.
La convocatoria es de Gustavo quién pide que colguemos la foto que le enviamos a Mónica para hacer su magnífico collage Navideño, y digamos algo sobre ella.
Hay más fotos en los de Gustavo, y de paso pasen por lo de Mónica para ver su extraordinario trabajo.
Este es todo un acontecimiento para mi, ya que había decidido al dar inicio a este espacio no poner fotos personales. Estuve dudando de hacer este post y había decidido no hacerlo, pero... cuando ví que mi compañera bloggera Any, compañera también en el anonimato (de cara al menos, no así de sentimientos) había puesto su fotografía en la entrada de su blog dije:¡bueno!¡ si Any pudo, venció lo que tuvo que vencer, entonces yo también!, y es más, redoblo la apuesta y pongo dos fotos en esta entrada. Así que a continuación: Una(s) foto(s) y su porqué.
Agradezco de todo corazón a Mónica por el lindo regalito de Navidad que nos hizo a todos, en especial agradezco su generosidad, su sensibilidad y el enorme cariño con el que cosió todos esos maravillosos detalles, nos compuso, nos puso del derecho y del revés y finalmente quedó una fotografía de colección.
Las fotos fueron tomadas en Casapueblo, Punta Ballena Uruguay en dos días consecutivos de mediados del mes de marzo de 2010 y tienen que ver con este post que publique aquella vez.
Aclaro que no estaba allí sola, RAT estaba detrás de la cámara.
La foto de la izquierda corresponde al primer día que fuimos al museo Carlos Páez Vilaró. Ese día llovía, soplaba viento y estuvo bastante fresco pero igual estábamos felices, emocionados,...bronceados, pero pasó que llegamos un poco tarde y ya casi a la hora en que se pone el sol y toda la gente se acomoda en la terraza para ver el hermoso espectáculo. Nosotros no fuimos menos y nos unimos al resto pensando que después tendríamos tiempo de recorrer el museo, pero hete que cerraba inmediatamente después de la puesta del sol.
Los empleados del lugar ante nuestra cara de desilusión nos propusieron volver al día siguiente con los tickets de ingreso que teníamos en mano y así lo hicimos.
La foto de la derecha (que fue la enviada a Mónica) da cuenta de la segunda visita y allí estoy en esa terraza, con el pelo acomodado, diciéndole adiós a los últimos vestigios de una tarde que coronó una jornada espléndida.
Hay más fotos en los de Gustavo, y de paso pasen por lo de Mónica para ver su extraordinario trabajo.
Este es todo un acontecimiento para mi, ya que había decidido al dar inicio a este espacio no poner fotos personales. Estuve dudando de hacer este post y había decidido no hacerlo, pero... cuando ví que mi compañera bloggera Any, compañera también en el anonimato (de cara al menos, no así de sentimientos) había puesto su fotografía en la entrada de su blog dije:¡bueno!¡ si Any pudo, venció lo que tuvo que vencer, entonces yo también!, y es más, redoblo la apuesta y pongo dos fotos en esta entrada. Así que a continuación: Una(s) foto(s) y su porqué.
Agradezco de todo corazón a Mónica por el lindo regalito de Navidad que nos hizo a todos, en especial agradezco su generosidad, su sensibilidad y el enorme cariño con el que cosió todos esos maravillosos detalles, nos compuso, nos puso del derecho y del revés y finalmente quedó una fotografía de colección.
Las fotos fueron tomadas en Casapueblo, Punta Ballena Uruguay en dos días consecutivos de mediados del mes de marzo de 2010 y tienen que ver con este post que publique aquella vez.
Aclaro que no estaba allí sola, RAT estaba detrás de la cámara.
La foto de la izquierda corresponde al primer día que fuimos al museo Carlos Páez Vilaró. Ese día llovía, soplaba viento y estuvo bastante fresco pero igual estábamos felices, emocionados,...bronceados, pero pasó que llegamos un poco tarde y ya casi a la hora en que se pone el sol y toda la gente se acomoda en la terraza para ver el hermoso espectáculo. Nosotros no fuimos menos y nos unimos al resto pensando que después tendríamos tiempo de recorrer el museo, pero hete que cerraba inmediatamente después de la puesta del sol.
Los empleados del lugar ante nuestra cara de desilusión nos propusieron volver al día siguiente con los tickets de ingreso que teníamos en mano y así lo hicimos.
La foto de la derecha (que fue la enviada a Mónica) da cuenta de la segunda visita y allí estoy en esa terraza, con el pelo acomodado, diciéndole adiós a los últimos vestigios de una tarde que coronó una jornada espléndida.
jueves, 17 de noviembre de 2011
Relato de Jueves Literario: El grito de los excluidos
La convocatoria de esta semana la lidera Gastón en su espacio: http://gastondavale.blogspot.com/, allí se escuchan otros gritos.
EXCLUIDA
Una vez fui desalojada de tu alma.
Si tuviera que apuntar materialmente el hito, como una muesca que se hace en el almanaque: diría que fue un atardecer; en el momento justo en que los últimos rayos de luz se metían debajo de la línea del horizonte, atrás de los edificios lejanos.
No hubo signo exterior que lo delatara...¡bueno!, tal vez una sombra cruzó fugazmente por tu mirada, pero de eso solo pudo haberse percatado un observador avezado.
Casi nada fue el comienzo del fin. Apenas un globo que se soltó, sonando a hueco el despegue por el roce del hule inflado, y se elevó hasta las nubes.
Así un pronombre posesivo se evaporó, sin estridencias, junto a los últimos vestigios de un día que moría.
Luego, siguió el desguase de un amor. Un viento gélido entró en tu mente y barrió mis sueños que por un rato también fueron tuyos.
Me desterraste de tus planes y me extirpaste de tu futuro con precisión de cirujano.
Drenaste tu sistema de todos mis aromas, me excluiste de tus sabanas y de tus álbumes de fotos; y a un tiempo el destrato: me cambiaste la combinación de la cerradura de tu corazón...estando yo del lado de afuera, ¡naturalmente!
Por último: se fue tu cortesía, y se llevó con ella los recuerdos, grandes y pequeños, de lo que alguna vez fue, y luego no más.
EXCLUIDA
Una vez fui desalojada de tu alma.
Si tuviera que apuntar materialmente el hito, como una muesca que se hace en el almanaque: diría que fue un atardecer; en el momento justo en que los últimos rayos de luz se metían debajo de la línea del horizonte, atrás de los edificios lejanos.
No hubo signo exterior que lo delatara...¡bueno!, tal vez una sombra cruzó fugazmente por tu mirada, pero de eso solo pudo haberse percatado un observador avezado.
Casi nada fue el comienzo del fin. Apenas un globo que se soltó, sonando a hueco el despegue por el roce del hule inflado, y se elevó hasta las nubes.
Así un pronombre posesivo se evaporó, sin estridencias, junto a los últimos vestigios de un día que moría.
Luego, siguió el desguase de un amor. Un viento gélido entró en tu mente y barrió mis sueños que por un rato también fueron tuyos.
Me desterraste de tus planes y me extirpaste de tu futuro con precisión de cirujano.
Drenaste tu sistema de todos mis aromas, me excluiste de tus sabanas y de tus álbumes de fotos; y a un tiempo el destrato: me cambiaste la combinación de la cerradura de tu corazón...estando yo del lado de afuera, ¡naturalmente!
Por último: se fue tu cortesía, y se llevó con ella los recuerdos, grandes y pequeños, de lo que alguna vez fue, y luego no más.
martes, 15 de noviembre de 2011
Hierros
Puente Transbordador Nicolás Avellaneda, La Boca, Buenos Aires
Hilos de hierro no aptos para rueca: ¿cómo voy a deshilvanar las duras hebras de tu enredada urdimbre?
A golpe de martillo, ¡grave estruendo ha de ser!
Sopla cálido viento el fuelle curtido del viejo bandoneón.
Se guarda el cielo los chirridos agónicos del noble metal, a cambio: promete aliviar los sollozos con resplandeciente sol.
Desde abajo, el río le disputa correosas virutas.
Negras lágrimas, estrellas anisadas...y por las noches: ¡se siente un igual!
Hilos de hierro no aptos para rueca: ¿cómo voy a deshilvanar las duras hebras de tu enredada urdimbre?
A golpe de martillo, ¡grave estruendo ha de ser!
Sopla cálido viento el fuelle curtido del viejo bandoneón.
Se guarda el cielo los chirridos agónicos del noble metal, a cambio: promete aliviar los sollozos con resplandeciente sol.
Desde abajo, el río le disputa correosas virutas.
Negras lágrimas, estrellas anisadas...y por las noches: ¡se siente un igual!
viernes, 28 de octubre de 2011
Convocatoria Halloblogween 2011
Esta semana estamos invitados a participar de la fiesta terrorífica que se festeja en el blog de Teresa. Vamos a hacer estremecer los blogs. Hay más relatos escalofriantes en: http://teresacameselle.blogspot.com/
BELEK, EL ENANO VAMPIRO
Nadie se atreve a poner un pie fuera de su casa cuando se hace noche en el barrio de Flores.
Son muchos los gatos y perros desaparecidos; y aseguran los hombres: ha sido sorbida la sangre de los desprevenidos animales mediante hincados colmillos; tanto como han servido sus carnes resecas para engrosar el caldo de Belek, el enano de los Cárpatos.
Dos semanas han pasado desde que Boris Loff, el hombre bala y la mujer barbuda sorprendieran al saltimbanqui ceñido de pies y manos libando el jugo vital del cogote de Vera, la mona estrella del circo de los Zares. Desde entonces, el vampiro se refugia en las inmediaciones del gran cementerio.
El aire frío de la noche sin luna se mete en los huesos de los vecinos que avanzan con pasos apretados, armados de palos y gruesas antorchas en dirección a la estación de trenes.
Un aullido agudo quiebra la parálisis de las horas....
Los hombres se estremecen, corren con el alma saliéndoseles por la boca y se le echan encima a la criatura abominable con una improvisada red de arco de football.
Oscilan las ristras de ajo, resuenan los gritos y se acercan peligrosas las llamas a los rostros....
Bajo el tumulto: dos pequeños tajos de ferocidad amarilla centellean en la oscuridad, retumban los ecos que exhala del foso de sus entrañas con ronco espanto, al tiempo que abre a dentelladas desesperadas la gruesa malla, y al fin...escapa Belek, gracias a su destreza saltarina,... y se esfuma en la negrura de la noche.
Todavía, algunos dicen haberlo visto por el barrio de Flores....
PD: Aclaro para no llevarme todo el crédito, que el personaje y la historia pertenecen al flocklore urbano. Se trata igual de un mito de dudosa procedencia, no muy conocido y menos difundido. Yo solo le puse a la historia y a su protagonista un poco de merecida prosa.
BELEK, EL ENANO VAMPIRO
Nadie se atreve a poner un pie fuera de su casa cuando se hace noche en el barrio de Flores.
Son muchos los gatos y perros desaparecidos; y aseguran los hombres: ha sido sorbida la sangre de los desprevenidos animales mediante hincados colmillos; tanto como han servido sus carnes resecas para engrosar el caldo de Belek, el enano de los Cárpatos.
Dos semanas han pasado desde que Boris Loff, el hombre bala y la mujer barbuda sorprendieran al saltimbanqui ceñido de pies y manos libando el jugo vital del cogote de Vera, la mona estrella del circo de los Zares. Desde entonces, el vampiro se refugia en las inmediaciones del gran cementerio.
El aire frío de la noche sin luna se mete en los huesos de los vecinos que avanzan con pasos apretados, armados de palos y gruesas antorchas en dirección a la estación de trenes.
Un aullido agudo quiebra la parálisis de las horas....
Los hombres se estremecen, corren con el alma saliéndoseles por la boca y se le echan encima a la criatura abominable con una improvisada red de arco de football.
Oscilan las ristras de ajo, resuenan los gritos y se acercan peligrosas las llamas a los rostros....
Bajo el tumulto: dos pequeños tajos de ferocidad amarilla centellean en la oscuridad, retumban los ecos que exhala del foso de sus entrañas con ronco espanto, al tiempo que abre a dentelladas desesperadas la gruesa malla, y al fin...escapa Belek, gracias a su destreza saltarina,... y se esfuma en la negrura de la noche.
Todavía, algunos dicen haberlo visto por el barrio de Flores....
PD: Aclaro para no llevarme todo el crédito, que el personaje y la historia pertenecen al flocklore urbano. Se trata igual de un mito de dudosa procedencia, no muy conocido y menos difundido. Yo solo le puse a la historia y a su protagonista un poco de merecida prosa.
jueves, 20 de octubre de 2011
Relato de Jueves Literario: Mitos, leyendas y creencias.
SUEÑOS DE UNA SIESTA PORTEÑA
Monsieur Benoit trabaja para el sector de Ingenieros y Arquitectos del departamento topográfico de Buenos Aires. Su actividad lo lleva a consumir largas horas proyectando y dibujando fachadas de edificios, puentes, muelles con precisión milimétrica para una ciudad de gobierno joven, pero de sueños viejos.
Apenas pasa de la siesta y como todos los días a esa hora, el hombre es cargado por un par de sirvientes hasta la azotea de su casa en la calle de la Universidad. Se sienta a la sombra de un gomero cuyo follaje lo protege del todavía tenaz sol. Allí goza de la brisa que le llega del río de la Plata, que poco le alivia el dolor que de a ratos siente en las piernas y que lo dejó tullido hace unos años. Le llega el aroma de los jazmines y magnolias de las azoteas vecinas, que se extienden como parches coloridos matizando la línea de edificación chata de la ciudadela.
Tiene consigo unos rollos de papeles con planos que apoya sobre una mesa de trabajo. La mayor parte de los papeles de gobierno, gráficos y apuntes de todo tipo reposan en su taller de la planta baja junto a sus dibujos de animales, flores, objetos en miniatura, sus acuarelas con motivos de barcos y puertos que evocan su pasado de marino a las órdenes de la flota imperial de Napoleón.
Monsieur Benoit mira hacia el horizonte. Allí todo es futuro, es la única dirección hacia la que le gusta mirar. Su propio pasado, el remoto: lo ignora. Su primera infancia permanece una incógnita en su región interior que a veces lo despierta con destellos áureos. El hombre ha tratado inútilmente de escudriñar en su memoria pero las nubes que la cubren son pesadas como cortinas de brocato que ensombrecen los rincones de su mente. Solo a veces, a veces...
En sus sueños la cortina parece descorrerse y ve una luz...
El brillo de helada plata que refulge en los cristales y lo fulmina el reflejo de una sucesión interminable de espejos que lo ciega, le lastima las pupilas azules y lo obliga pese a su resistencia: a cerrar sus párpados...
El brillo de la luz mortecina de los atardeceres porteños sobre las cúpulas plomizas de sus diseños le obsesiona. Desea verlas brillar, limpias envueltas en sobria bruma. Azuladas majestades, las capotas alzadas con coronas sin astillas. Emergidas de las aterciopeladas y aceradas aguas de hondas albercas.
En los delirios febriles productos de su enfermedad ha creído ver sangre roja manar de criaturas mitológicas de cabezas serpenteantes, chorreando desde las alturas de extensos frisos y a los hombres hercúleos cazar con picas y azadones...
Detesta el cortinaje de damasco púrpura, no tanto como los rincones oscuros. La humedad de la tierra apisonada le trae invasores silencios de calabozo y un frío en los huesos, apenas: un recuerdo de vieja y desconocida data.
De su vida de marino que lo trajo a Buenos Aires en 1818 le quedó el sol en la frente, la sal en la boca y su gusto por el aire tibio. Por esa brisa astringente que un día le secó la osamenta hasta dejarla varillas a la cal.
Vuelve la vista a los finos trazos que surgen de su exquisita pluma. Se gira para ver a Tomasa que sube: -¡de orden de Ña Mercedes pa´cebarle unos mates!- dice la muchacha de piel de ébano que coloca la pava de hierro fundido sobre el brasero, al tiempo que se acuclilla a unos pocos metros distante.
La ciudad recobra su vida. A través del zaguán llegan los pregones del aguatero que promete aliviar el calor de los eventuales bebedores. Camino a su puesto de venta en la Recova pasa la mulata Simona arrastrando un barril de grasa vacuna sólida, dejando tras suyo un surco sobre la tierra reblandecida. El olor de la pella que llega hasta el patio de la casa la delata.
Pronto la mulata estará entregada a ofertar las empanadas que habrá de pescar de ese caliente, oloroso y denso líquido de las mil frituras.
Leyenda:¿Acaso vivió y murió en Buenos Aires el último Delfín de Francia? Tal era la leyenda que por muchos años se hizo eco en estas tierras. La de Pierre Benoit, un arquitecto francés que llegó en 1818 con recomendación al gobierno patrio del propio Napoleón y murió en 1852. Vivió en una casona de la antigua calle de la Universidad, hoy Bolivar e Independencia. Se casó con una mujer local y tuvo dos hijos: Petrona y Pedro. Entre su legado se cuentan varias fachadas neoclásicas de los edificios públicos de la época. Su hijo Pedro Benoit, a su tiempo fue un prestigioso arquitecto y tuvo mucho que ver en la proyección de la ciudad de La Plata.
No se sabe donde se acuñó la historia que dice: fue rescatado de la prisión del Temple y de allí a Inglaterra, luego vinieron los años de servicio en la flota imperial y luego su vida en Buenos Aires. La historia cobró nuevos bríos y misterio cuando en los años ´90 de la última década, sus descendientes hicieron practicar una pericia sobre los huesos del francés que descansaban en una modesta sepultura del cementerio de la Recoleta y se determinó que había muerto a los 67 años de envenenamiento por arsénico. Eso sumado a la versión que se corría por esos años, de que los huesos encontrados en la prisión francesa no se correspondían con los de un niño de diez años, que suponía ser la edad del Delfín contribuyó a sostener la Leyenda de este anónimo Luis XVII.
Pero en el año 2000 se hizo público un estudio que se practicó sobre un corazón conservado que se presumía del Delfín, para determinar mediante una nueva técnica de presencia de células mitocondriales la pertenencia. Esto determinó que efectivamente el corazón era del niño que murió en prisión de tuberculosis en 1794, echando por tierra la magia de la leyenda de estas tierras.
Mujica Lainez dedico un cuento a esta leyenda en su "Misteriosa Buenos Aires": "La escalinata de mármol", y también en otro de sus libros: "El escarabajo", que es la historia de una joya, un escarabajo de lapislázuli que tuvo su origen en el antiguo Egipto y llega hasta nuestros dias en estas tierras, de mano en mano, narrado por el mismo escarabajo, y uno de sus dueños fue este francés misterioso.
Aquí y aquí les dejo dos enlaces con notas al respecto por si les interesa ahondar un poco más.
miércoles, 19 de octubre de 2011
Convocatoria: Este Jueves, un relato: Mitos, leyendas y creencias
Mitos, leyendas y creencias.
Hay a montones, de las más variadas. Cada ciudad tiene las suyas, tantas como esquinas. Algunos barrios presumen de sus mitos. Los difunden, los escriben. Otros, de ellos hacen mofa. Los desmerecen, los olvidan.
Se avienen a contar mitos y leyendas los siguientes fabuladores:
Natalia: http://nataliasenmarti.blogspot.com/
Cármen: http://carmenandujarzorrilla.blogspot.com/
Gustavo: http://callejamoran.blogspot.com
Rochitas: http://and-what-about-rochies-life.blogspot.com
Cas: http://elbalcondecas.blogspot.com/
Manuel: http://manutais.blogspot.com
Mari Cármen: http://vidaysendero.blogspot.com/
Juan Carlos: http://jwancarlos.blogspot.com
Leonor: http://playadelcastillo.blogspot.com
Los reporteros: http://thedailyplanetbloggers.blogspot.com
San: http://galisan33.blogspot.com
Alfredo: http://alfredo-laplazadeldiamante.blogspot.com
Yonky: http://yonky-detodocomoenbotica.blogspot.com
Sindel: http://palabrasdesindel.blogspot.com/
Vacaciones en Roma: http://tirandolamoneda.blogspot.com/
Celia: http://celiaalvarezfresno.blogspot.com/
Neogéminis: http://neogeminis.blogspot.com
Pepe: www.desgranandomomentos.blogspot.com
Veronica: http://hel-leniko.blogspot.com/
Gastón: http://gastondavale.blogspot.com/
Teresa: http://teresacameselle.blogspot.com/
Maat: http://blogdemaat.blogspot.com/
Atalanta: http://atalanta-saber.blogspot.com
Hay a montones, de las más variadas. Cada ciudad tiene las suyas, tantas como esquinas. Algunos barrios presumen de sus mitos. Los difunden, los escriben. Otros, de ellos hacen mofa. Los desmerecen, los olvidan.
Se avienen a contar mitos y leyendas los siguientes fabuladores:
Natalia: http://nataliasenmarti.blogspot.com/
Cármen: http://carmenandujarzorrilla.blogspot.com/
Gustavo: http://callejamoran.blogspot.com
Rochitas: http://and-what-about-rochies-life.blogspot.com
Cas: http://elbalcondecas.blogspot.com/
Manuel: http://manutais.blogspot.com
Mari Cármen: http://vidaysendero.blogspot.com/
Juan Carlos: http://jwancarlos.blogspot.com
Leonor: http://playadelcastillo.blogspot.com
Los reporteros: http://thedailyplanetbloggers.blogspot.com
San: http://galisan33.blogspot.com
Alfredo: http://alfredo-laplazadeldiamante.blogspot.com
Yonky: http://yonky-detodocomoenbotica.blogspot.com
Sindel: http://palabrasdesindel.blogspot.com/
Vacaciones en Roma: http://tirandolamoneda.blogspot.com/
Celia: http://celiaalvarezfresno.blogspot.com/
Neogéminis: http://neogeminis.blogspot.com
Pepe: www.desgranandomomentos.blogspot.com
Veronica: http://hel-leniko.blogspot.com/
Gastón: http://gastondavale.blogspot.com/
Teresa: http://teresacameselle.blogspot.com/
Maat: http://blogdemaat.blogspot.com/
Atalanta: http://atalanta-saber.blogspot.com
lunes, 17 de octubre de 2011
Convocatoria: Este jueves, un relato. Mitos, leyendas y creencias
¡Bueno!, me dejaron sola...¡tendrá que ser aquí nomás!
Mitos, leyendas y creencias.
Hay a montones, de las más variadas. Cada ciudad tiene las suyas, tantas como esquinas. Algunos barrios presumen de sus mitos. Los difunden, los escriben. Otros, de ellos hacen mofa. Los desmerecen, los olvidan.
Aquí el caso de:
Los Hombres Sensibles, los Refutadores de leyendas y los Reyes Magos
Todos conocen la aguda polémica que suele encenderse en Flores cuando se acerca el seis de enero.
Los Refutadores de Leyendas cumplen en esos días horarios especiales y desatan una intensa campaña. Naturalmente, tratan de esclarecer a los chicos acerca de la verdadera identidad de los Reyes Magos. Los más desaforados no vacilan en afirmar que estos personajes no existen....
Los Hombres Sensibles de Flores, por el contrario, prefieren que los chicos crean en los reyes, en las hadas y en el mundo de los sueños....
En la anual discusión de los Reyes Magos, los Hombres Sensibles acusan a los Refutadores de Leyendas de obrar con el único propósito de ahorrarse el regalo. A su turno, los Refutadores declaran que muchos pibes de Flores fingen creer, aun siendo escépticos, al solo efecto de recibir un trencito o una pelota....
Los Hombres Sensibles tienen en esos asuntos algunos aliados indeseables.
Muchas personas que se jactan de su dulzura suelen cometer el desatino de intentar la demostración racional del mundo mágico para convencer del todo a los chicos.
Así, cada Navidad, docenas de pajarones se disfrazan de Papá Noel (una ilusión gringa, les garanto). Otros hacen el Rey Mago y hasta llegan a saludar y besar a sus sobrinos para que crean o revienten....
(Extracto de las Crónicas del Ángel Gris de Alejandro Dolina)
¡Este jueves escribamos sobre los mitos urbanos, los de antigua data o más recientes, expongamos la riqueza...o la puerilidad de las creencias populares, en clave de relato o como más te guste!
Y como es de rigor: POR SUPUESTO EL SELLO NORMATIVO DEL AMIGO TÉSALO (eso espero):"NO OLVIDES COMUNICARME TU URL EN AGREGAR COMENTARIOS". EL PLAZO ES HASTA EL VIERNES, NO OBSTANTE SE ADMITEN REZAGADOS. CUELGA UNO O MAS RELATOS.
Mitos, leyendas y creencias.
Hay a montones, de las más variadas. Cada ciudad tiene las suyas, tantas como esquinas. Algunos barrios presumen de sus mitos. Los difunden, los escriben. Otros, de ellos hacen mofa. Los desmerecen, los olvidan.
Aquí el caso de:
Los Hombres Sensibles, los Refutadores de leyendas y los Reyes Magos
Todos conocen la aguda polémica que suele encenderse en Flores cuando se acerca el seis de enero.
Los Refutadores de Leyendas cumplen en esos días horarios especiales y desatan una intensa campaña. Naturalmente, tratan de esclarecer a los chicos acerca de la verdadera identidad de los Reyes Magos. Los más desaforados no vacilan en afirmar que estos personajes no existen....
Los Hombres Sensibles de Flores, por el contrario, prefieren que los chicos crean en los reyes, en las hadas y en el mundo de los sueños....
En la anual discusión de los Reyes Magos, los Hombres Sensibles acusan a los Refutadores de Leyendas de obrar con el único propósito de ahorrarse el regalo. A su turno, los Refutadores declaran que muchos pibes de Flores fingen creer, aun siendo escépticos, al solo efecto de recibir un trencito o una pelota....
Los Hombres Sensibles tienen en esos asuntos algunos aliados indeseables.
Muchas personas que se jactan de su dulzura suelen cometer el desatino de intentar la demostración racional del mundo mágico para convencer del todo a los chicos.
Así, cada Navidad, docenas de pajarones se disfrazan de Papá Noel (una ilusión gringa, les garanto). Otros hacen el Rey Mago y hasta llegan a saludar y besar a sus sobrinos para que crean o revienten....
(Extracto de las Crónicas del Ángel Gris de Alejandro Dolina)
¡Este jueves escribamos sobre los mitos urbanos, los de antigua data o más recientes, expongamos la riqueza...o la puerilidad de las creencias populares, en clave de relato o como más te guste!
Y como es de rigor: POR SUPUESTO EL SELLO NORMATIVO DEL AMIGO TÉSALO (eso espero):"NO OLVIDES COMUNICARME TU URL EN AGREGAR COMENTARIOS". EL PLAZO ES HASTA EL VIERNES, NO OBSTANTE SE ADMITEN REZAGADOS. CUELGA UNO O MAS RELATOS.
jueves, 13 de octubre de 2011
Relato de Jueves Literario: Voces
La convocatoria de la semana la lidera Yonky desde su espacio: http://yonky-detodocomoenbotica.blogspot.com/, allí encontraran otras voces sureñas, y aquellas que llegan allende el mar en: http://callejamoran.blogspot.com/
Yo por mi parte me sumo aportando mi voz de esta manera:
Sepan disculpar la "domesticidad" del video, es la primera vez que hago algo semejante.
Les dejo un gran beso a todos los visitantes
Yo por mi parte me sumo aportando mi voz de esta manera:
Sepan disculpar la "domesticidad" del video, es la primera vez que hago algo semejante.
Les dejo un gran beso a todos los visitantes
jueves, 6 de octubre de 2011
Relato de Jueves Literario: Idolos
La convocatoria de esta semana nos invita a decir algo sobre: Idolos
Cass la lidera. Hay más idolatría en http://elbalcondecas.blogspot.com/
SANTA COLOMBA
Los cannoli le están saliendo de rechupete. Uno a uno retira los tubitos del líquido hirviente y los pone sobre un papel secante para que absorba el excedente de aceite. Acto seguido arroja a la olla otra tanda de cilindros de masa.
Se queja el aceite con chirridos agudos al tiempo que repele a los intrusos con empujones borboteantes. Los cannoli resisten y les crecen pústulas desparejas de aire.
Su mano delicada los gira un poco hasta que están bien dorados, los retira y los mira con satisfacción. ¡Tal como se lo enseñó su santa madre! Le parece escucharla: -¡la masa debe estar bien estirada y aireada para que salgan livianitos!
A un costado reposa el relleno elegido: uno de ricota perfumado con ralladura de cáscara de naranjas. Para terminarlos, toma unos por cuyos costados asoma la ricota y apoya cada extremo en pistacho molido. Repite los pasos con otros, pero esta vez les pega en los extremos: virutas de chocolate. Los apila alternados unos con otros en una gran fuente. Los contempla por unos segundos antes de llevarlos a la heladera. Le parece que el último de los rollitos, el que está en la punta de la pirámide luce como la cara de su madre...Se acerca para mirarlo mejor. –Si, no caben dudas.-Se dice.
El cilindro tiene la base inflada en semejanza a la papada abultada de su madre. Hasta su cutis trigueño se encuentra ligeramente evocado por la coloración de la masa, -producto de la copita de marsala añadida en su preparación-. Los claros y oscuros de los dorados impresos por la fritura se corresponden con las cavidades de sus ojos, la sombra de su nariz afilada y la tersura de su mejillas regordetas y brillantes. Incluso el chocolate en sus lados completa la visión de sus cabellos negros que usaba con un rodante tirante en la nuca. Beatriz lo toma y lo pone en el estante superior de la heladera, separado de los demás.
De camino al mercado se encuentra un billete de cien pesos tirado en la vereda. Está ahí: completamente desplegado, a la vista de todos y sin embargo nadie lo ha recogido. – ¡Mamma mía, pero que buena suerte!, -se dice sonriente.
En el mercado se encuentra a doña Lucia. Le cuenta que hizo cannoli con la receta dilecta de su madre. Doña Lucía la conoció muy bien así que sabe que su amiga Colomba era celosa de sus recetas. –¡Es cierto, tanto que su cara apareció en uno de los rollitos!, -le dice Beatriz divertida. Está exultante por su buena fortuna y le cuenta a la anciana sobre el hallazgo reciente...No sabe qué fue antes o después: si el cannoli con la cara de su madre o el billete encontrado, en todo caso doña Lucía ató los hechos como los cordones de una zapatilla.
De regreso en la cocina Beatriz encuentra con beneplácito que la almacenera le dio un huevo demás. Ella le había pedido una docena, pero cuenta nuevamente y allí hay claramente trece huevos.
Los ladridos del perro se llevan su atención al patio. El hijo de la vecina asoma la cabeza por encima de la medianera. Le dice que este año la higuera dio más frutos de los que podrán comer y su madre se pregunta si aceptaría una canasta repleta de higos...
No ha pasado siquiera una hora desde que se encontró el billete y Beatriz ya tiene la sensación de que la abundancia tocó a su puerta....¡Toc, toc!, la que toca a la puerta es doña Lucía que viene acompañada de su hija. Desea ver la cara de Colomba ya que ella y su hija andan necesitadas de suerte últimamente.
Beatriz está cerrando la puerta cuando aparece Amparo la almacenera, que viene con un viejo paraguas. No llueve hace décadas pero igual parece que hoy recordó que debía devolvérselo, y de paso viene a pedirle buena fortuna al cannoli mentado.
En la cocina las mujeres contemplan la pieza de repostería con silencio reverencial...
Algunos opinaban que su madre era una santa...¡Santa Colomba!...y por allí se dijo que sus manos eran milagrosas. ¡Sí!, muchos todavía recuerdan aquella legendaria Navidad de la multiplicación de los panes; ¡bueno!, ¡más bien de los panettones!...
Como cada año Beatriz ayudaba a su madre a hacer el pan dulce, pero ese diciembre fue uno de extremo calor y la masa no dejaba de levar. Creció y creció y las mujeres pusieron porciones de masa en los moldes que encontraron. Pronto no hubo más moldes en la casa y Beatriz debió acudir a las casas vecinas por moldes. La noticia cundió y los vecinos vinieron con recipientes a llevarse masa fecunda. Los hornos funcionaron hasta altas horas la víspera de nochebuena y elevaron la temperatura del barrio a límites intolerables. Por días la cuadra olió a panettone recién horneado y azúcar glaseada.
Nico toma el rollito cremoso de la heladera y lo coloca en su lunchera junto al sándwich de pan integral. El día anterior había escuchado hablar a todas esa viejas de la multiplicación, de los dones y la suerte, y como esa mañana tiene prueba de matemáticas que consistirá en difíciles operaciones de multiplicación y división con decimales, piensa que el cannoli de su nonna Colomba le traerá suerte.
De vuelta en su hogar Nico mete la mano en el bolsillo de su guardapolvos y toma el cilindro dulce. Lo tuvo toda la mañana en el estante bajo su pupitre. Un par de veces lo rescató de manos de uno de sus compañeros. A estas horas el dulce ha sufrido mermas considerables. No le quedan vestigios de chocolate, la papada de Colomba está desinflada y en su lugar hay masa crocante ajada, tiene unas manchitas oscuras que antes no tenía, un par de lamidas, una mordida en uno de sus lados y además la ricota huele a cuajo rancio.
Nico esta seguro que en la prueba le fue mal, muy mal. Mide la distancia que lo separa del tacho de basura y arroja con estrépito lo que queda del rollito, al tiempo que vocifera con enojo: -¡esto es una porquería!, ¡bahh!, la verdad es que extraña los cannoli de su nonna.
Cass la lidera. Hay más idolatría en http://elbalcondecas.blogspot.com/
SANTA COLOMBA
Los cannoli le están saliendo de rechupete. Uno a uno retira los tubitos del líquido hirviente y los pone sobre un papel secante para que absorba el excedente de aceite. Acto seguido arroja a la olla otra tanda de cilindros de masa.
Se queja el aceite con chirridos agudos al tiempo que repele a los intrusos con empujones borboteantes. Los cannoli resisten y les crecen pústulas desparejas de aire.
Su mano delicada los gira un poco hasta que están bien dorados, los retira y los mira con satisfacción. ¡Tal como se lo enseñó su santa madre! Le parece escucharla: -¡la masa debe estar bien estirada y aireada para que salgan livianitos!
A un costado reposa el relleno elegido: uno de ricota perfumado con ralladura de cáscara de naranjas. Para terminarlos, toma unos por cuyos costados asoma la ricota y apoya cada extremo en pistacho molido. Repite los pasos con otros, pero esta vez les pega en los extremos: virutas de chocolate. Los apila alternados unos con otros en una gran fuente. Los contempla por unos segundos antes de llevarlos a la heladera. Le parece que el último de los rollitos, el que está en la punta de la pirámide luce como la cara de su madre...Se acerca para mirarlo mejor. –Si, no caben dudas.-Se dice.
El cilindro tiene la base inflada en semejanza a la papada abultada de su madre. Hasta su cutis trigueño se encuentra ligeramente evocado por la coloración de la masa, -producto de la copita de marsala añadida en su preparación-. Los claros y oscuros de los dorados impresos por la fritura se corresponden con las cavidades de sus ojos, la sombra de su nariz afilada y la tersura de su mejillas regordetas y brillantes. Incluso el chocolate en sus lados completa la visión de sus cabellos negros que usaba con un rodante tirante en la nuca. Beatriz lo toma y lo pone en el estante superior de la heladera, separado de los demás.
De camino al mercado se encuentra un billete de cien pesos tirado en la vereda. Está ahí: completamente desplegado, a la vista de todos y sin embargo nadie lo ha recogido. – ¡Mamma mía, pero que buena suerte!, -se dice sonriente.
En el mercado se encuentra a doña Lucia. Le cuenta que hizo cannoli con la receta dilecta de su madre. Doña Lucía la conoció muy bien así que sabe que su amiga Colomba era celosa de sus recetas. –¡Es cierto, tanto que su cara apareció en uno de los rollitos!, -le dice Beatriz divertida. Está exultante por su buena fortuna y le cuenta a la anciana sobre el hallazgo reciente...No sabe qué fue antes o después: si el cannoli con la cara de su madre o el billete encontrado, en todo caso doña Lucía ató los hechos como los cordones de una zapatilla.
De regreso en la cocina Beatriz encuentra con beneplácito que la almacenera le dio un huevo demás. Ella le había pedido una docena, pero cuenta nuevamente y allí hay claramente trece huevos.
Los ladridos del perro se llevan su atención al patio. El hijo de la vecina asoma la cabeza por encima de la medianera. Le dice que este año la higuera dio más frutos de los que podrán comer y su madre se pregunta si aceptaría una canasta repleta de higos...
No ha pasado siquiera una hora desde que se encontró el billete y Beatriz ya tiene la sensación de que la abundancia tocó a su puerta....¡Toc, toc!, la que toca a la puerta es doña Lucía que viene acompañada de su hija. Desea ver la cara de Colomba ya que ella y su hija andan necesitadas de suerte últimamente.
Beatriz está cerrando la puerta cuando aparece Amparo la almacenera, que viene con un viejo paraguas. No llueve hace décadas pero igual parece que hoy recordó que debía devolvérselo, y de paso viene a pedirle buena fortuna al cannoli mentado.
En la cocina las mujeres contemplan la pieza de repostería con silencio reverencial...
Algunos opinaban que su madre era una santa...¡Santa Colomba!...y por allí se dijo que sus manos eran milagrosas. ¡Sí!, muchos todavía recuerdan aquella legendaria Navidad de la multiplicación de los panes; ¡bueno!, ¡más bien de los panettones!...
Como cada año Beatriz ayudaba a su madre a hacer el pan dulce, pero ese diciembre fue uno de extremo calor y la masa no dejaba de levar. Creció y creció y las mujeres pusieron porciones de masa en los moldes que encontraron. Pronto no hubo más moldes en la casa y Beatriz debió acudir a las casas vecinas por moldes. La noticia cundió y los vecinos vinieron con recipientes a llevarse masa fecunda. Los hornos funcionaron hasta altas horas la víspera de nochebuena y elevaron la temperatura del barrio a límites intolerables. Por días la cuadra olió a panettone recién horneado y azúcar glaseada.
Nico toma el rollito cremoso de la heladera y lo coloca en su lunchera junto al sándwich de pan integral. El día anterior había escuchado hablar a todas esa viejas de la multiplicación, de los dones y la suerte, y como esa mañana tiene prueba de matemáticas que consistirá en difíciles operaciones de multiplicación y división con decimales, piensa que el cannoli de su nonna Colomba le traerá suerte.
De vuelta en su hogar Nico mete la mano en el bolsillo de su guardapolvos y toma el cilindro dulce. Lo tuvo toda la mañana en el estante bajo su pupitre. Un par de veces lo rescató de manos de uno de sus compañeros. A estas horas el dulce ha sufrido mermas considerables. No le quedan vestigios de chocolate, la papada de Colomba está desinflada y en su lugar hay masa crocante ajada, tiene unas manchitas oscuras que antes no tenía, un par de lamidas, una mordida en uno de sus lados y además la ricota huele a cuajo rancio.
Nico esta seguro que en la prueba le fue mal, muy mal. Mide la distancia que lo separa del tacho de basura y arroja con estrépito lo que queda del rollito, al tiempo que vocifera con enojo: -¡esto es una porquería!, ¡bahh!, la verdad es que extraña los cannoli de su nonna.
sábado, 24 de septiembre de 2011
Relato de Sábado Literario: Tu Calle
LA BANDA DE LOS GRANDOTES
Las calles de mi barrio son recorridas a diario por pandillas de perros. Van de paseo siguiendo a su líder que los lleva asidos de sus correas como un ramillete de globos de tonos dorados, chocolate, caramelo, azabache, plomo y blanco sucio. Se destaca la banda de los grandotes, que como lo indica su mote, predominan en ella los canes de gran porte.
Andan como si fueran viejos camaradas. Caminan gustosos rozándose las partes y olisqueándose los orificios. Se ocupan en seguir los rastros de orines propios y ajenos. Deambulan displicentes ocupando todos los espacios de la vereda y a su paso barren las baldosas con las pelusas de sus patas. Dejan caer densa baba de las puntas de sus lenguas. Esparcen meo amarillo de a cortos chorritos en una pared, un árbol sin perder el trote. Defecan a las apuradas, mal acuclillados, arrastrados. Esperan en los semáforos y responden a los bocinazos. Solo le ladran a otras pandillas de perros que osan cruzarse en su territorio. Se miden las bandas a golpe de gruñidos de una vereda a la otra mientras son tironeados de las correas hasta que desaparecen, la una siguiendo el viento, y la otra con el viento en contra.
Ni la gente, ni los autos, ni el mal tiempo pueden con ellos.
Nada empaña la promesa de diversión. Ponen sus narices rumbo al parque Chacabuco o al parque Rivadavia y marchan altivos moviendo las cachas peludas al son de una melodía urbana. Escuchan el llamado de los árboles y se beben, a sorbos, todos los rayos de luz tibia.
Pegado a la puerta de entrada a mi edificio, del lado de afuera, está Simón. El Shar Pei tiene el hocico apoyado contra el vidrio y sus resoplidos, para fastidio de la portera, ya dejaron una aureola traslúcida de húmedad con algunas partículas diminutas de quién sabe qué. Solo él se muestra interesado en lo que acontece en el interior del edificio. Espera que su dueña baje a abrirle la puerta.
Los demás, visiblemente indiferentes, esperan recostados en la vereda. Hay un golden retriever que parece agotado. Tiene apoyado todo su pecho y cabeza bajo el cordón como si se estuviera refrescando con el agua inmunda que corre por la alcantarilla. Yo por mi parte hago una mueca de asco al tiempo que hago un voto mental...¡Espero que a sus dueños no se les dé por besarle el cogote!
La foto corresponde a la estación de subte de la calle Puan, en la ciudad de Buenos Aires, a la vuelta de mi casa. Hay mas calles propias con sabor del sur en lo de Any. http://remandoensanignacio.blogspot.com/ Acepción de vocablo Puan: Ciudad ubicada al sudoeste de la Provincia de Buenos Aires. El primer dato historiográfico se remonta al año 1875 cuando Namuncurá se entera de los proyectos de ocupación de estas tierras, y ordena al cacique rumia que se mantenga al acecho de Puan. En ese mismo año se proyecta el avance general de las Fronteras sobre la Pampa por el Ministro de Guerra y Marina de la Nación, Adolfo Alsina comandada por el teniente Coronel Salvador Maldonado, determinando la ocupación de los campos que se extiendan al norte de Carhué hasta "el lugar conocido con el nombre de Puan". El significado del vocablo Puan es materia de discusiones. Hay 22 acepciones distintas.- La traducción oficial de Puan es " Los fantasmas", según reza una placa colocada en el Palacio Municipal. Otros consideran que Puan proviene del vocablo de un cacique llamado Puan. Zeballos, aduce que la palabra proviene de la aglutinación de dos vocablos: Epú- antú"= dos;"Antú" sol. Vale decir: dos soles.
Y de yapa va este tema: Instantaneas de Buenos Aires...
miércoles, 21 de septiembre de 2011
Llegó la Primavera y con ella una Convocatoria
Rosedal de Palermo
¡Cómo cuesta quitarse las botas! Los pies me laten y se han expandido ocupando todo espacio en su interior. ¡Ojalá no muera con ellas puestas!
Afuera hacen 24 grados y sin embargo transitamos bajo el sol con nuestros abrigos de lana.
Las calles de la ciudad se están desperezando y echan a volar la bruma gris. Puedo ver cómo empiezan a sacudirse el frio invernal.
Voy a decirles adios a las prendas de color negro y a las de color chocolate, espero no verlas en todo el verano.
Les deseo a todos tengan: ¡Feliz Primavera!
A los que pasan por este blog los invito a participar en el espacio de los jueveros. La convocatoria de esta semana será el sábado por única vez. El tema es : TU CALLE
La idea propuesta por Gustavo es que cada uno tome una foto de su calle y nos cuente algo sobre ella.
Sí, esa misma calle que transitamos a diario, donde está nuestra casa, que queremos o detestamos y que seguramente nos dá que hablar.
Serás todos bienvenidos a contar algo, en clave de relato, ficción o real sobre tu calle
Lo único que hay que hacer ir al blog de Any: (http://remandoensanignacio.blogspot.com/ ) decirle que vas a participar y darle tu URL
¡Te esperamos!
¡Cómo cuesta quitarse las botas! Los pies me laten y se han expandido ocupando todo espacio en su interior. ¡Ojalá no muera con ellas puestas!
Afuera hacen 24 grados y sin embargo transitamos bajo el sol con nuestros abrigos de lana.
Las calles de la ciudad se están desperezando y echan a volar la bruma gris. Puedo ver cómo empiezan a sacudirse el frio invernal.
Voy a decirles adios a las prendas de color negro y a las de color chocolate, espero no verlas en todo el verano.
Les deseo a todos tengan: ¡Feliz Primavera!
A los que pasan por este blog los invito a participar en el espacio de los jueveros. La convocatoria de esta semana será el sábado por única vez. El tema es : TU CALLE
La idea propuesta por Gustavo es que cada uno tome una foto de su calle y nos cuente algo sobre ella.
Sí, esa misma calle que transitamos a diario, donde está nuestra casa, que queremos o detestamos y que seguramente nos dá que hablar.
Serás todos bienvenidos a contar algo, en clave de relato, ficción o real sobre tu calle
Lo único que hay que hacer ir al blog de Any: (http://remandoensanignacio.blogspot.com/ ) decirle que vas a participar y darle tu URL
¡Te esperamos!
jueves, 25 de agosto de 2011
Relato de Jueves Literario: Los ciegos también escriben. (..Y los tontos también se enamoran)
Gustavo vuelve a liderar las convocatorias de los jueves, y me alegro de verdad por su regreso. Agradezco a los que entre tanto, mantuvieron vivo el espacio de los jueveros.
Más ciego en lo de Gustavo: http://www.gratisblog.com/gustavocalleja/
TONTAS IMAGENES DE AMOR
-¿Es esta la antesala del amor?, ¿o más bien el corredor que nos lleva a la puerta de salida?
Preludios lúdicos, que anticipan urgencias desamarradas. Viajan por geografías corporales a lomo de caricias, y en la punta de los besos.
Se saltan promontorios, horadan las pieles, desembocan en ángulos y minan la sangre.
Se trasmiten en un lenguaje cifrado, insonoro, vibrático, que incomoda a los ajenos, y los beatos fingen ignorar.
Juegos tontos, que pueden ser olidos por los perros, y percibidos por una legión de ciegos...
Ella, le ciñe la cintura con ambos brazos y apoya el flanco de su cara en la espalda masculina.
Baila al son de la música que suena, lo toca, le pasa los dedos por el pelo.
El continúa picando la cebolla, a la cual sus ojos parecen ser inmunes.
A simple vista pareciera que está ajeno a los mimos de su novia. Pero no es así.
Su cara dice lo contrario. Su sonrisa es amplia y tiene los ojos achinados de placer.
Su concentración esta repartida. La mitad está con la cebolla, y la otra se la llevan los roces en su espalda.
Su lenguaje corporal transmite control, y con todo, se evidencia cierta tensión en algunos de sus músculos. Sus fibras en estado de alerta, están prontas a reaccionar a los llamados del juego amoroso.
Solo sus movimientos de cuchillo se aprecian más lentos y cuidadosos, ya que de otro modo, sus dedos correrían serio peligro.
Ella se estira para besarlo, pero su altura no le deja llegar a la nuca deseada.
El permanece de espaldas. Ella hace unos pucheritos que suenan como ridículos gorgoritos de canario, y quiere girarlo. El se resiste gustoso, visiblemente dispuesto a seguirle el juego por un rato.
Más ciego en lo de Gustavo: http://www.gratisblog.com/gustavocalleja/
TONTAS IMAGENES DE AMOR
-¿Es esta la antesala del amor?, ¿o más bien el corredor que nos lleva a la puerta de salida?
Preludios lúdicos, que anticipan urgencias desamarradas. Viajan por geografías corporales a lomo de caricias, y en la punta de los besos.
Se saltan promontorios, horadan las pieles, desembocan en ángulos y minan la sangre.
Se trasmiten en un lenguaje cifrado, insonoro, vibrático, que incomoda a los ajenos, y los beatos fingen ignorar.
Juegos tontos, que pueden ser olidos por los perros, y percibidos por una legión de ciegos...
Ella, le ciñe la cintura con ambos brazos y apoya el flanco de su cara en la espalda masculina.
Baila al son de la música que suena, lo toca, le pasa los dedos por el pelo.
El continúa picando la cebolla, a la cual sus ojos parecen ser inmunes.
A simple vista pareciera que está ajeno a los mimos de su novia. Pero no es así.
Su cara dice lo contrario. Su sonrisa es amplia y tiene los ojos achinados de placer.
Su concentración esta repartida. La mitad está con la cebolla, y la otra se la llevan los roces en su espalda.
Su lenguaje corporal transmite control, y con todo, se evidencia cierta tensión en algunos de sus músculos. Sus fibras en estado de alerta, están prontas a reaccionar a los llamados del juego amoroso.
Solo sus movimientos de cuchillo se aprecian más lentos y cuidadosos, ya que de otro modo, sus dedos correrían serio peligro.
Ella se estira para besarlo, pero su altura no le deja llegar a la nuca deseada.
El permanece de espaldas. Ella hace unos pucheritos que suenan como ridículos gorgoritos de canario, y quiere girarlo. El se resiste gustoso, visiblemente dispuesto a seguirle el juego por un rato.
jueves, 11 de agosto de 2011
Relato de Jueves Literario: La Playa
Este jueves la convocatoria la lidera Juan Carlos.
Así que hay otras playas, de finas arenas algunas, o de grueso barro otras en
http://jwancarlos.blogspot.com/
PLAYAS CONVULSIONADAS.
Corría el mes de julio del año 1806, y Buenos Aires se había convertido en un hervidero de tensiones.
Hacía unos cuantos días ya, que las aguas del río habían traído hasta sus costas, cinco buques que constituían la flota de guerra inglesa.
A fuego lento se cocían en una misma caldera: los murmullos conspirativos, las reuniones secretas, los aduladores. Los que privilegiaban aspiraciones personales, y los que acariciaban sueños de emancipación.
La ciudadela entera semejaba un gran tablero de juego, donde se movían las piezas políticas. Los locales y sus dudas, los invasores relamiéndose con la promesa de nuevos mercados, y empañaba la partida, la sombra del gran Bonaparte que llegaba de allende el mar.
La oscuridad de la noche daba amparo a las chalupas y boteros que surcaban el ancho río, trayendo y llevando de una ribera a la otra, el aliento que salía de las bocas. Y corría como reguero de pólvora, la esperanza en la reconquista.
Un grupo de hombres inquietos socavaba el terreno aledaño a La Ranchería.
Durante varias jornadas se arrastraron a lo largo de las galerías cavadas bajo el convento de La Merced, como hormigas laboriosas. Tenían como misión colocar explosivos bajo el Fuerte, que se había constituido en el cuartel general de Beresford y sus casacas rojas.
Para ello se dieron a la tarea de sacar grandes terrones de tierra, por los boquetes que desembocaban en las costas fangosas del Plata.
Y quedaban los hombres en las playas desiertas, contemplando las aguas oscuras, que se mecían arrulladas por el viento. El mismo que traía de lejanas orillas, como un silbido ronco y mojado, el rumor de pronta guerra.
-El atentado no se llevó a cabo. Antes, llegó de Montevideo Santiago de Liniers con sus tropas y cuerpo de Blandengues para iniciar la reconquista de Buenos Aires. El 12 de agosto finalmente, el invasor capituló. Pero solo para volver fortalecido al año siguiente. El resto lo cuenta la historia.-
Así que hay otras playas, de finas arenas algunas, o de grueso barro otras en
http://jwancarlos.blogspot.com/
PLAYAS CONVULSIONADAS.
Corría el mes de julio del año 1806, y Buenos Aires se había convertido en un hervidero de tensiones.
Hacía unos cuantos días ya, que las aguas del río habían traído hasta sus costas, cinco buques que constituían la flota de guerra inglesa.
A fuego lento se cocían en una misma caldera: los murmullos conspirativos, las reuniones secretas, los aduladores. Los que privilegiaban aspiraciones personales, y los que acariciaban sueños de emancipación.
La ciudadela entera semejaba un gran tablero de juego, donde se movían las piezas políticas. Los locales y sus dudas, los invasores relamiéndose con la promesa de nuevos mercados, y empañaba la partida, la sombra del gran Bonaparte que llegaba de allende el mar.
La oscuridad de la noche daba amparo a las chalupas y boteros que surcaban el ancho río, trayendo y llevando de una ribera a la otra, el aliento que salía de las bocas. Y corría como reguero de pólvora, la esperanza en la reconquista.
Un grupo de hombres inquietos socavaba el terreno aledaño a La Ranchería.
Durante varias jornadas se arrastraron a lo largo de las galerías cavadas bajo el convento de La Merced, como hormigas laboriosas. Tenían como misión colocar explosivos bajo el Fuerte, que se había constituido en el cuartel general de Beresford y sus casacas rojas.
Para ello se dieron a la tarea de sacar grandes terrones de tierra, por los boquetes que desembocaban en las costas fangosas del Plata.
Y quedaban los hombres en las playas desiertas, contemplando las aguas oscuras, que se mecían arrulladas por el viento. El mismo que traía de lejanas orillas, como un silbido ronco y mojado, el rumor de pronta guerra.
-El atentado no se llevó a cabo. Antes, llegó de Montevideo Santiago de Liniers con sus tropas y cuerpo de Blandengues para iniciar la reconquista de Buenos Aires. El 12 de agosto finalmente, el invasor capituló. Pero solo para volver fortalecido al año siguiente. El resto lo cuenta la historia.-
lunes, 8 de agosto de 2011
Un dia cualquiera de invierno
Asomada en mi balcón, observo la calle.
Es temprano en la mañana, y el cielo está cubierto de nubes bajas y grises, como un manto ondulante que el viento arrastra.
Las veo venir raudas desde el horizonte, detrás de los edificios, como un mar de bajo oleaje, para luego desaparecer por encima de mi cabeza.
No acaban nunca. Atrás vienen más y más, como bandadas de alas sucias.
Flamean los toldos en los vecinos balcones, con chasquidos de banderas.
El viento es frío y puja por entrar a mi casa. Yo rápido y con algo de esfuerzo, corro el sillón para aprisionar la puerta ventana, que habrá de separarnos.
¡Ahora sí!, Desde adentro, miro a través del vidrio, como el viento afuera mueve las hojas, y sopla ruidoso.
Mi casa no cierra por mal tiempo. Todavía me quedan unos mates calientes y unos bollitos de queso para ofrecer.
¡Feliz dia, con atraso, a todos los amigos virtuales!
Gracias por pasar, y nos estaremos visitando.
jueves, 14 de julio de 2011
Relato de Jueves Literario: Un Lugar en el Mundo
RECUERDOS DE PROVINCIA
Me viene bien este ejercicio para ir apuntalando la memoria, y así poner en conserva algunos recuerdos, en páginas que el espacio de los jueves me concede.
La ciudad de Córdoba fue mi hogar durante 8 años, allí estudié la carrera que hoy es mi profesión. Mi enfoque de la ciudad es íntimo y desde luego viene ligado a mis vivencias.
Córdoba es una ciudad que cuenta con un importante y rico patrimonio histórico colonial, constituido por varios edificios, entre ellos la Universidad Nacional, antiquísima, -la primera del país-, y de altísimo prestigio fundada por la orden Jesuita en 1613, y que convoca anualmente a estudiantes de todo el país.
Esta última circunstancia es la que le da a la ciudad una fisonomía especial y por la cual se le ha dado en llamar “la docta”, y que la distingue de las otras ciudades que también cuentan con casas de altos estudios.
Si bien en Buenos Aires hay concurrencia masiva de estudiantes del interior, la presencia de éstos es difusa, y se pierde dentro del entramado urbano. Pero en Córdoba, esa convocatoria masiva de estudiantes de las regiones mas diversas del país se encuentra manifiesta, individualizada y palpable. Marca el pulso de la ciudad, por su concentración en barrios que desde hace años a esta parte, han devenido en casi exclusivos para estudiantes.
Unos modernos, otros tradicionales, de casas bajas con zaguán, como el viejo barrio del Hospital de Clínicas.
Poblado de casas de pensión, como las que alguna vez alojaron a mi padre y a mi abuelo que allí estudiaron, y del que todavía se cuentan las anécdotas de cuando se cerraban las calles, y los estudiantes sacaban afuera mesas, sillas y vituallas para festejar en época de carnaval.
Viéndolo hoy, no queda lugar a dudas de que el barrio ha visto épocas mejores, y las historias de ese pasado glorioso, de grupos de estudiantes que se alzaron por la reforma universitaria, -de la que fue cuna la ciudad con destino a todo el país-, seguirán haciéndose eco entre las nuevas generaciones, en tanto siga alineada la voluntad de la ciudad, con la preservación de los valores universitarios de los que se precia y son su mayor orgullo.
El centro, que fue sede de mi hogar durante los años que viví en Córdoba, mantiene intacto su encanto.
Solía mofarme de que en todos esos años, rara vez, -mas bien contadas con los dedos de una mano-, fueron las veces que tuve que tomar un bus para trasladarme a algún lugar dentro de la ciudad.
Mis itinerarios dentro de la ciudad fueron siempre de caminante. Por calles empedradas y entre edificios vetustos de corte colonial me dirigía a la facultad, hacía mis compras y paseos.
De hecho la facultad donde cursé mis estudios se encuentra comprendida dentro de la llamada “manzana jesuítica”, recientemente declarada patrimonio cultural de la humanidad.
Por las noches, especialmente en verano, desde la calle peatonal por la que se accede a los viejos edificios, y también desde las calles aledañas, todas cercadas por enormes conventos e iglesias de campanas repiqueteantes, llegan con el aire vespertino, sones de guitarras. Ese centro histórico y renovado, que se despereza de una larga siesta calurosa, cobra vida mientras los aromas de la cocina regional gritan su presencia.
Y de a poco se van animando las peñas cercanas, de cantores que hacen gala de sus canciones folckloricas nativas, y de los concurrentes que con empanada jugosa en mano, y un vaso de vino en la otra, ¡se las ven en figuritas cuando de ubicación en mesa disponible se trata!
Mas lugares en el mundo en lo de los reporteros: http://thedailyplanetbloggers.blogspot.com/
La foto es gentileza de mis amigos Juan y Elisa.
jueves, 7 de julio de 2011
Relato de Jueves Literario: Queridas Palabras
La convocatoria esta semana propone usar en un pequeño relato aquellas palabras que nos gustan, y que forman parte de un diccionario personal.
Yo tomé una palabra de las usadas por cada uno de los amigos bloggeros participantes, a saber:
Jerarquía: de Verónica.
Manjar: de Gastón.
Esbozaba: de Matices.
Penumbra: de Maat.
Ave: de Natalí
Cierto: de Ma. José.
Cabrera: de Yonky.
Reloj: de Rosa.
Inspiración: de Alfredo.
Dignidad: de Juan Carlos.
Reivindicar: de Neogeminis.
Esperanza: de San.
Tacto: de Cass.
Corazón: de Gustavo.
Plomo: de Tésalo.
Silencio: de Cármen.
...Y a continuación: con ellas 2 relatos:
QUERIDAS PALABRAS 2 : ¡HAY SÁNGUCHE, PEBETE. PANCHO!
Ni una nube se divisa en el cielo que cubre la pequeña localidad serrana. El sol resplandece a sus anchas, y brilla como plomo ardiente el metal de las bicicletas, que amontonadas en una pira, yacen abandonadas en el amplio patio.
Adentro, la madre duerme la siesta, mientras los chicos, preadolescentes, andan sueltos por la casa, ocupados en la libre exploración de los rincones que la penumbra interior esconde.
Elsa, amiga de la madre y dueña de casa, salió hace unos minutos.
-¡Mirá querido! En esa heladera hay fiambres y quesos, podes tomar lo que quieras para la merienda. –Le había dicho al niño, señalándole la cocina en tanto se despedía.
En la heladera los fiambres parecían estar ordenados por jerarquía. En el estante de arriba los jamones crudos y curados con sal, abajo los cocidos y ahumados, y algunos encurtidos al fondo.
En un arrebato de inspiración culinaria, el niño toma unas fetas de mortadela, y luego con manos torpes y un cuchillo desafilado, le arrebata un grueso pedazo al lingote de dulce de batata. Pone a ambos entre dos rebanadas gruesas de pan, y mira con satisfacción el “sánguche”, que se le ocurre un manjar.
Su hermana lo mira con cara de asco.
-¡Ta` buenísimo! –Le espeta el chico mientras engullía el “sánguche” abominable, y en su cara redonda como reloj se esbozaba una sonrisa forzada por la boca llena.
-¡No te creo! –Le dice la hermana que puede oler la mortadela desde su posición.
-¡Es cierto! ¡Está riquísimo! –Le grita el chico con ánimo de reivindicar su dignidad y buen gusto ofendidos.
-¡Dame un pedacito! –Le exige la chica tratando de manotearle una porción pegoteada.
-¡No! –la desafía su hermano, masticando un bocado ruidosamente.
El corazón le da un vuelco y se despierta sobresaltada por los gritos que cortan el silencio de la siesta, con la acritud de una guadaña.
Cabrera y descalza como estaba, se dirige como tromba, furiosa, a la cocina.
-¡Dale! ¡No seas malo!...-¡No! y ¡No!
-¡Maaa! ¡Decile que me dé un poquito..!
----------------------------------------------------------------------------------
En el cumpleaños número 5 de su pequeña prima, Ricardito andaba un poco perdido entre esa gente, la mayoría desconocidos para él.
Se acercó a la mesa para husmear los sándwiches de miga, los que a su entender: se veían un poco flacos y anémicos.
Había unos demasiado blanquitos para su gusto, que parecían ser del agrado de los adultos. De blanco de ave según le dijeron. -¡Bah! ¡Secos como lengua de gato!
Tomó uno de jamón y queso que al tacto estaba húmedo por la mayonesa.
Sus dedos escarbaron entre las finas capas de miga con la vaga esperanza de ver materializadas unas hojas de lechuga y unas rodajas de tomate entre las vetas.
Ante la ausencia su pregunta suena como una queja: -¿Tía,…no tiene con verdurita?
Mas relatos en el http://thedailyplanetbloggers.blogspot.com/, que lidera la convocatoria hasta el regreso de Gustavo.
Yo tomé una palabra de las usadas por cada uno de los amigos bloggeros participantes, a saber:
Jerarquía: de Verónica.
Manjar: de Gastón.
Esbozaba: de Matices.
Penumbra: de Maat.
Ave: de Natalí
Cierto: de Ma. José.
Cabrera: de Yonky.
Reloj: de Rosa.
Inspiración: de Alfredo.
Dignidad: de Juan Carlos.
Reivindicar: de Neogeminis.
Esperanza: de San.
Tacto: de Cass.
Corazón: de Gustavo.
Plomo: de Tésalo.
Silencio: de Cármen.
...Y a continuación: con ellas 2 relatos:
QUERIDAS PALABRAS 2 : ¡HAY SÁNGUCHE, PEBETE. PANCHO!
Ni una nube se divisa en el cielo que cubre la pequeña localidad serrana. El sol resplandece a sus anchas, y brilla como plomo ardiente el metal de las bicicletas, que amontonadas en una pira, yacen abandonadas en el amplio patio.
Adentro, la madre duerme la siesta, mientras los chicos, preadolescentes, andan sueltos por la casa, ocupados en la libre exploración de los rincones que la penumbra interior esconde.
Elsa, amiga de la madre y dueña de casa, salió hace unos minutos.
-¡Mirá querido! En esa heladera hay fiambres y quesos, podes tomar lo que quieras para la merienda. –Le había dicho al niño, señalándole la cocina en tanto se despedía.
En la heladera los fiambres parecían estar ordenados por jerarquía. En el estante de arriba los jamones crudos y curados con sal, abajo los cocidos y ahumados, y algunos encurtidos al fondo.
En un arrebato de inspiración culinaria, el niño toma unas fetas de mortadela, y luego con manos torpes y un cuchillo desafilado, le arrebata un grueso pedazo al lingote de dulce de batata. Pone a ambos entre dos rebanadas gruesas de pan, y mira con satisfacción el “sánguche”, que se le ocurre un manjar.
Su hermana lo mira con cara de asco.
-¡Ta` buenísimo! –Le espeta el chico mientras engullía el “sánguche” abominable, y en su cara redonda como reloj se esbozaba una sonrisa forzada por la boca llena.
-¡No te creo! –Le dice la hermana que puede oler la mortadela desde su posición.
-¡Es cierto! ¡Está riquísimo! –Le grita el chico con ánimo de reivindicar su dignidad y buen gusto ofendidos.
-¡Dame un pedacito! –Le exige la chica tratando de manotearle una porción pegoteada.
-¡No! –la desafía su hermano, masticando un bocado ruidosamente.
El corazón le da un vuelco y se despierta sobresaltada por los gritos que cortan el silencio de la siesta, con la acritud de una guadaña.
Cabrera y descalza como estaba, se dirige como tromba, furiosa, a la cocina.
-¡Dale! ¡No seas malo!...-¡No! y ¡No!
-¡Maaa! ¡Decile que me dé un poquito..!
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En el cumpleaños número 5 de su pequeña prima, Ricardito andaba un poco perdido entre esa gente, la mayoría desconocidos para él.
Se acercó a la mesa para husmear los sándwiches de miga, los que a su entender: se veían un poco flacos y anémicos.
Había unos demasiado blanquitos para su gusto, que parecían ser del agrado de los adultos. De blanco de ave según le dijeron. -¡Bah! ¡Secos como lengua de gato!
Tomó uno de jamón y queso que al tacto estaba húmedo por la mayonesa.
Sus dedos escarbaron entre las finas capas de miga con la vaga esperanza de ver materializadas unas hojas de lechuga y unas rodajas de tomate entre las vetas.
Ante la ausencia su pregunta suena como una queja: -¿Tía,…no tiene con verdurita?
Mas relatos en el http://thedailyplanetbloggers.blogspot.com/, que lidera la convocatoria hasta el regreso de Gustavo.
jueves, 30 de junio de 2011
Relato del Jueves Pasado: ¿Intolerable?
El jueves pasado no hubo publicación de relato porque Gustavo nos invitó a participar de un juego. Le enviamos los relatos del tema de la convocatoria, de solo 150 palabras, por correo privado, y luego él los publicó en su blog de forma anonima, y cada uno de nosotros debiamos adivinar a quien pertenecían los relatos. El que mas aciertos tenía, se ganaba un chocolatito que Gustavo prometió enviar desde España al lugar del ganador.
Yo ya me estaba relamiendo, y pensando en las alternativas posibles para que el chocolatito llegara a Buenos Aires en buen estado, ya sea molido tipo cacao, o deshidratado como la comida para astronautas.
Pero...cruel fortuna, no me favoreció esta vez!
Felicito nuevamente a Cass la uruguaya.., y ahora te quiero ver! Como le va a llegar el chocolatito hasta Montevideo?..Ja! ¡Que mala es la envidia!
Mas relatos en lo de Gustavo: http://callejamoran.blogspot.com/
A continuación mi relato (que solo tres personas lo relacionaron conmigo)
¿Intolerable?
Su estomago estaba resentido. Estaba tan sensible, que ni agua podía mandarle para limar asperezas, sin que el maldito se la devolviera en una andanada de nauseas, con la antipatía de un gendarme que indicara: ¡Por aquí no!
-¿Acaso no es suficiente castigo esta migraña que le punza, como si los ojos se le derritieran en sus cuencos?
¡Más reprimenda sería inútil! –¡Desista por favor!
Pero…, indolente insiste. Raspa dolorosamente la membrana vaciada de restos sólidos y líquidos, hasta encontrar algo de magma bilioso que empujar hacia arriba, en agónico eructo.
Malherido, cae en la cuenta: tanto cuidarse, comer alimentos orgánicos, fibras, han hecho de su estómago un intolerante.
-¡Trátelo con cariño! -le había dicho el médico-.
¿Dónde quedaron los días en que se aguantaba la ingesta de grasa chorreante, descortés como insulto, alcoholes, y picores que pegaban en las entrañas con la dureza de un puño?
-¡Vaya flojito!
martes, 28 de junio de 2011
A Discépolo con cariño
Hace unos días tuve un incidente serio, y algo chistoso (aunque no para mí).
Pasa que la cocina de mi departamento tiene un gran ventanal que da a un patio interno del edificio, (edificio que solo tiene dos pisos), al que a su vez ventilan las ventanas de otros departamentos.
En uno de estos, enfrentado al mío, está el departamento técnico de una empresa de instalación de antenas y electrónicos, que tiene tres aparatos de aire acondicionado que balconean al patio interno y están en funcionamiento, intermitente, pero constante durante el horario laboral al menos.
El problema es que uno de ellos funciona mal, y desde enero que produce un ruido muy molesto, similar a una turbina.
Por supuesto que ya se hicieron los reclamos pertinentes, por intermedio de la administradora del consorcio, puestas en marcha las vías de resolución,... pero nada!
Personalmente me he arrimado a tocarles el timbre en diferentes oportunidades, para quejarme del ruido, y siempre me atendió una voz un poco melindrosa del otro lado del portero, haciéndose la distraída, cosa que me exaspera!
Unas mañanas atrás, cansada de soportar el ruido en cuestión, salgo a la calle a tocarles el timbre, y como otras veces, a quejarme.
Regreso a mi cocina y siento que el ruido persiste aunque habían dicho que lo apagarían.
Vuelvo furiosa hasta su puerta para exigirles que pongan una solución al asunto, y en respuesta escucho un chasquido seco y violento en el portero eléctrico.
Llena de impotencia y sin pensarlo dos veces apreté el timbre con ganas, y continué apretándolo 1 minuto, 2...y luego una voz, femenina ella, pero a los gritos, insultándome en tanto yo seguía sin despegar mi dedo del timbre…-¿Sabes donde podes meterte el dedo?...-aullaba, y la gente que pasaba mirada extrañada la escena.
-¡Pensar que antes me contestaba toda modosita! -¡Ahh, pero que rápido perdió la compostura! –pensé, mientras la escuchaba llamarme tarada y otras linduras.
A todo esto: -¿Y ahora que hago? ¿Hasta donde voy a llegar? –me pregunto.
El tema es que ya me había metido en ese brete, y la verdad es que me sentí en apuros, pero debía ser consistente con mi queja, así que seguí apretando con furia, pero hice relevo de dedo, y de mano, para darles descanso a los pobres.
No tardaron en hacer su aparición en el hall de entrada dos empleadas, una de ellas se acercaba haciendo ademanes a la puerta de acceso,-detrás de la cual, del lado de la calle estaba yo-. Por un momento pensé que abriría la puerta y hasta temí que me agrediera físicamente, pero se quedó del lado de adentro, golpeando el vidrio a la altura de mi cara, insultándome e instándome para que dejara el timbre en paz.
Por entonces ya no sabía que hacer. Tenía claro que no me iba a quedar todo el día, pero tampoco quería dar el brazo a torcer tan fácil...era inminente que algo pasaría.
Mientras, yo seguía tercamente con el dedo pegado al timbre y reuniendo algo de dignidad en medio de tanta circunstancia ridícula, y la mire sin decir palabra.
Miré la camarita que tenía encima de mi cabeza y le hice una semi-sonrisa que quiso quedar sobrada, pero quedó una mueca tonta, supongo que por lo nervios, porque la situación ya era bastante violenta para mis hábitos tranquilos.
En eso aparece la portera del edificio, cruza unas palabras con las empleadas y luego viene hacia mí con andar cansino, abre la puerta y con una cara de angustia que me dio pena, me pide que desista. Alega que las chicas son empleadas, que la dueña no estaba...etc. Yo retiré mi dedo casi al momento que abrió la puerta, y me desquité un poco con ella, haciéndole mi descargo sobre la desconsideración, a lo que me puso el oído, sintiéndose quizás, momentáneamente obligada a ello.
Por unos días no hubo ruido. Pero el asunto no terminó allí, y seguro traerá cola.
Aunque esa mañana volví a mi cocina con ánimo triunfalista, sentí un profundo pesar al comprobar (sin intención dramática) que el “Cambalache” tiene más vigencia que,...por caso el “Padre Nuestro”.
Hace más de 70 años que Discépolo nos cantaba su triste ironía del acabose, admirado decía: ¡Siglo XX, que barbaridad a lo que hemos llegado!... Y sin embargo, no importa cuanto hayamos crecido y nos hayamos sofisticado desde entonces, todavía parece ser cierto eso de que al final:..”El que no llora, no mama”...
Pasa que la cocina de mi departamento tiene un gran ventanal que da a un patio interno del edificio, (edificio que solo tiene dos pisos), al que a su vez ventilan las ventanas de otros departamentos.
En uno de estos, enfrentado al mío, está el departamento técnico de una empresa de instalación de antenas y electrónicos, que tiene tres aparatos de aire acondicionado que balconean al patio interno y están en funcionamiento, intermitente, pero constante durante el horario laboral al menos.
El problema es que uno de ellos funciona mal, y desde enero que produce un ruido muy molesto, similar a una turbina.
Por supuesto que ya se hicieron los reclamos pertinentes, por intermedio de la administradora del consorcio, puestas en marcha las vías de resolución,... pero nada!
Personalmente me he arrimado a tocarles el timbre en diferentes oportunidades, para quejarme del ruido, y siempre me atendió una voz un poco melindrosa del otro lado del portero, haciéndose la distraída, cosa que me exaspera!
Unas mañanas atrás, cansada de soportar el ruido en cuestión, salgo a la calle a tocarles el timbre, y como otras veces, a quejarme.
Regreso a mi cocina y siento que el ruido persiste aunque habían dicho que lo apagarían.
Vuelvo furiosa hasta su puerta para exigirles que pongan una solución al asunto, y en respuesta escucho un chasquido seco y violento en el portero eléctrico.
Llena de impotencia y sin pensarlo dos veces apreté el timbre con ganas, y continué apretándolo 1 minuto, 2...y luego una voz, femenina ella, pero a los gritos, insultándome en tanto yo seguía sin despegar mi dedo del timbre…-¿Sabes donde podes meterte el dedo?...-aullaba, y la gente que pasaba mirada extrañada la escena.
-¡Pensar que antes me contestaba toda modosita! -¡Ahh, pero que rápido perdió la compostura! –pensé, mientras la escuchaba llamarme tarada y otras linduras.
A todo esto: -¿Y ahora que hago? ¿Hasta donde voy a llegar? –me pregunto.
El tema es que ya me había metido en ese brete, y la verdad es que me sentí en apuros, pero debía ser consistente con mi queja, así que seguí apretando con furia, pero hice relevo de dedo, y de mano, para darles descanso a los pobres.
No tardaron en hacer su aparición en el hall de entrada dos empleadas, una de ellas se acercaba haciendo ademanes a la puerta de acceso,-detrás de la cual, del lado de la calle estaba yo-. Por un momento pensé que abriría la puerta y hasta temí que me agrediera físicamente, pero se quedó del lado de adentro, golpeando el vidrio a la altura de mi cara, insultándome e instándome para que dejara el timbre en paz.
Por entonces ya no sabía que hacer. Tenía claro que no me iba a quedar todo el día, pero tampoco quería dar el brazo a torcer tan fácil...era inminente que algo pasaría.
Mientras, yo seguía tercamente con el dedo pegado al timbre y reuniendo algo de dignidad en medio de tanta circunstancia ridícula, y la mire sin decir palabra.
Miré la camarita que tenía encima de mi cabeza y le hice una semi-sonrisa que quiso quedar sobrada, pero quedó una mueca tonta, supongo que por lo nervios, porque la situación ya era bastante violenta para mis hábitos tranquilos.
En eso aparece la portera del edificio, cruza unas palabras con las empleadas y luego viene hacia mí con andar cansino, abre la puerta y con una cara de angustia que me dio pena, me pide que desista. Alega que las chicas son empleadas, que la dueña no estaba...etc. Yo retiré mi dedo casi al momento que abrió la puerta, y me desquité un poco con ella, haciéndole mi descargo sobre la desconsideración, a lo que me puso el oído, sintiéndose quizás, momentáneamente obligada a ello.
Por unos días no hubo ruido. Pero el asunto no terminó allí, y seguro traerá cola.
Aunque esa mañana volví a mi cocina con ánimo triunfalista, sentí un profundo pesar al comprobar (sin intención dramática) que el “Cambalache” tiene más vigencia que,...por caso el “Padre Nuestro”.
Hace más de 70 años que Discépolo nos cantaba su triste ironía del acabose, admirado decía: ¡Siglo XX, que barbaridad a lo que hemos llegado!... Y sin embargo, no importa cuanto hayamos crecido y nos hayamos sofisticado desde entonces, todavía parece ser cierto eso de que al final:..”El que no llora, no mama”...
jueves, 16 de junio de 2011
Relato de Jueves Literario: Una imágen sin palabras
El tema para la convocatoria de esta semana la propuso Wendy del blog: EUROVISIÓN CON OJOS DE MUJER. Nos propone, contemos algo sobre una imagen que envió, de un paisaje hermoso, de montañas e intensos verdes.
Algunos blogeros tuvimos dificultades para ver la imágen al principio, aunque finalmente la pude ver, y apreciar.
Pero, -y aquí me van a disculpar mis amigos blogeros-, sin ánimo de despreciar tan hermosa fotografía, me anoto con un relato que ya tenía guardado, acerca de una ciudad hermosa del sur de mi país, que me gusta mucho, ¡por cierto!
Así que van a continuación, no una, sino cuatro imágenes que cuentan algo de: SAN MARTÍN DE LOS ANDES
Mas relatos en lo de Gustavo: http://callejamoran.blogspot.com/
EL ABRAZO VERDE
San Martín de los Andes, esa encantadora ciudad con aire de aldea, se encuentra ubicada junto a uno de los márgenes del lago Lácar, y es celosamente custodiada por montañas boscosas.
Nacida a fines del siglo XIX. Apenas un conjunto de aserraderos que trajo el auge de la industria maderera, -de la que dieron inicio los pioneros-, mayormente inmigrantes europeos.
Según se cuenta, como resultado de un primer reparto y trazado urbano, quedó en manos de los “gringos” lo que constituye hoy el casco histórico de la ciudad, desplazando a los habitantes originarios hacia las montañas y márgenes del lago.
Hoy, las comunidades mapuches, tienen sus casas y animales en los parajes turísticos que constituyen los atractivos dentro del Parque Nacional Lanín. Tienen a su cargo cobrar los derechos de acceso, y ocasionalmente proveen algún servicio de comidas, guia, etc. Estas familias son participadas por el Gobierno Nacional, -como un gesto que compensa largas e injustas postergaciones-, con un porcentaje de lo que se recauda de la administración de los Parques, donde se encuentran sus habitats.
La ciudad es una verdadera joya. Sus casas amplias construidas en madera y sus jardines le dan una dimensión de cuento. La vegetación de los bosques que la rodean, discurre en tonos de verdes, intensos, claros y amarillentos.
En verano crecen los rosales en plenas veredas, y un aroma a hierbas y frescura de árboles se siente en las calles. Las frutillas y fresas se dan a la vera de los caminos, y con furia: amarillas retamas y rojos notros, invaden los cerros.
Al llegar al muelle la vista se abre hacia el lago de un azul ensombrecido por montañas de tupido bosque andino patagónico, y altas rocas que lo encierran.
Al girar, para echar un último vistazo a la ciudad, el bosque parece haberse movido silenciosamente hacia nosotros. Arriba y a los costados se expande hasta donde la vista llega, y nos amenaza con sucumbir asfixiados en un verde abrazo.
Algunos blogeros tuvimos dificultades para ver la imágen al principio, aunque finalmente la pude ver, y apreciar.
Pero, -y aquí me van a disculpar mis amigos blogeros-, sin ánimo de despreciar tan hermosa fotografía, me anoto con un relato que ya tenía guardado, acerca de una ciudad hermosa del sur de mi país, que me gusta mucho, ¡por cierto!
Así que van a continuación, no una, sino cuatro imágenes que cuentan algo de: SAN MARTÍN DE LOS ANDES
Mas relatos en lo de Gustavo: http://callejamoran.blogspot.com/
EL ABRAZO VERDE
San Martín de los Andes, esa encantadora ciudad con aire de aldea, se encuentra ubicada junto a uno de los márgenes del lago Lácar, y es celosamente custodiada por montañas boscosas.
Nacida a fines del siglo XIX. Apenas un conjunto de aserraderos que trajo el auge de la industria maderera, -de la que dieron inicio los pioneros-, mayormente inmigrantes europeos.
Según se cuenta, como resultado de un primer reparto y trazado urbano, quedó en manos de los “gringos” lo que constituye hoy el casco histórico de la ciudad, desplazando a los habitantes originarios hacia las montañas y márgenes del lago.
Hoy, las comunidades mapuches, tienen sus casas y animales en los parajes turísticos que constituyen los atractivos dentro del Parque Nacional Lanín. Tienen a su cargo cobrar los derechos de acceso, y ocasionalmente proveen algún servicio de comidas, guia, etc. Estas familias son participadas por el Gobierno Nacional, -como un gesto que compensa largas e injustas postergaciones-, con un porcentaje de lo que se recauda de la administración de los Parques, donde se encuentran sus habitats.
La ciudad es una verdadera joya. Sus casas amplias construidas en madera y sus jardines le dan una dimensión de cuento. La vegetación de los bosques que la rodean, discurre en tonos de verdes, intensos, claros y amarillentos.
En verano crecen los rosales en plenas veredas, y un aroma a hierbas y frescura de árboles se siente en las calles. Las frutillas y fresas se dan a la vera de los caminos, y con furia: amarillas retamas y rojos notros, invaden los cerros.
Al llegar al muelle la vista se abre hacia el lago de un azul ensombrecido por montañas de tupido bosque andino patagónico, y altas rocas que lo encierran.
Al girar, para echar un último vistazo a la ciudad, el bosque parece haberse movido silenciosamente hacia nosotros. Arriba y a los costados se expande hasta donde la vista llega, y nos amenaza con sucumbir asfixiados en un verde abrazo.
jueves, 9 de junio de 2011
Relato de Jueves Literario: Los Pies.
Convocatoria Juevera para ser desarrollada en 150 palabras.
Mas historias de pies en lo de gustavo: http://callejamoran.blogspot.com/
LAS ZAPATILLAS ROJAS
La noche se cobra la entrega a la lectura del cuento de Andersen, dejando que la imaginación pinte imágenes horrorosas, y deje muestras de pintura fresca en la impresión joven.
La estampa de San Miguel, blandiendo una larga espada y a sus pies, postrado el demonio, se le ocurre tenebroso.
Su retrato entre los santos de la devoción predilecta de tía Josefina, yace apoyado sobre la repisa del comedor, rodeado por un rosario de pétalos de rosas, -antes fragante-, hoy rancio por infinitas temporadas húmedas, y los vapores de incontables cocciones.
Lo asocia vagamente con el ángel y verdugo que cercenó los pies de la bailarina. Pero éstos, siguieron bailando macabramente en sus zapatillas rojas, -aún separados del cuerpo-, atormentándola para que expiara sus pecados de orgullo y vanidad.
El miedo se funde en las sombras que en su cuarto parecen moverse...
Sus oídos acusan el sonido de pasos que se arrastran en la oscuridad.
Mas historias de pies en lo de gustavo: http://callejamoran.blogspot.com/
LAS ZAPATILLAS ROJAS
La noche se cobra la entrega a la lectura del cuento de Andersen, dejando que la imaginación pinte imágenes horrorosas, y deje muestras de pintura fresca en la impresión joven.
La estampa de San Miguel, blandiendo una larga espada y a sus pies, postrado el demonio, se le ocurre tenebroso.
Su retrato entre los santos de la devoción predilecta de tía Josefina, yace apoyado sobre la repisa del comedor, rodeado por un rosario de pétalos de rosas, -antes fragante-, hoy rancio por infinitas temporadas húmedas, y los vapores de incontables cocciones.
Lo asocia vagamente con el ángel y verdugo que cercenó los pies de la bailarina. Pero éstos, siguieron bailando macabramente en sus zapatillas rojas, -aún separados del cuerpo-, atormentándola para que expiara sus pecados de orgullo y vanidad.
El miedo se funde en las sombras que en su cuarto parecen moverse...
Sus oídos acusan el sonido de pasos que se arrastran en la oscuridad.
jueves, 26 de mayo de 2011
Relato de Jueves Literario: "Tres personajes en busca de una historia".
La convocatoria de este jueves es escribir un relato que tenga como máximo 125 palabras solamente, cuyos personajes (ya determinados por Gustavo, aclaro que no es narcisismo) son: Sebastián, Cecilia y un animal.
Mas microrelatos en lo de Gustavo: http://callejamoran.blogspot.com/
UNA MICROHISTORIA
Sentada en su secreter, Cecilia piensa y se mordisquea las uñas.
Tiene ante sí la difícil tarea de poner en palabras almibaradas, la verdad sobre sus intenciones.
Hasta ahora, su padrino Sebastián le ha complacido en todos sus caprichos.
Pagó por sus clases de canto, de pintura, y por su gusto de arrasar los escaparates de las tiendas.
Nunca ha tenido talento para las cuestiones domésticas, ni vocación de esposa abnegada como lo espera su padrino.
Greta, -su gata persa-, se pasea, gorda, majestuosa, sorteando con indiferencia ladina los papeles hechos bollos.
Se echa displicente al pie de la lámpara de aceite, -la única encendida en el internado de señoritas-.
Su cola se mece con cadencia socarrona, mientras sus ojos siguen la pluma de Cecilia.
Mas microrelatos en lo de Gustavo: http://callejamoran.blogspot.com/
UNA MICROHISTORIA
Sentada en su secreter, Cecilia piensa y se mordisquea las uñas.
Tiene ante sí la difícil tarea de poner en palabras almibaradas, la verdad sobre sus intenciones.
Hasta ahora, su padrino Sebastián le ha complacido en todos sus caprichos.
Pagó por sus clases de canto, de pintura, y por su gusto de arrasar los escaparates de las tiendas.
Nunca ha tenido talento para las cuestiones domésticas, ni vocación de esposa abnegada como lo espera su padrino.
Greta, -su gata persa-, se pasea, gorda, majestuosa, sorteando con indiferencia ladina los papeles hechos bollos.
Se echa displicente al pie de la lámpara de aceite, -la única encendida en el internado de señoritas-.
Su cola se mece con cadencia socarrona, mientras sus ojos siguen la pluma de Cecilia.
jueves, 19 de mayo de 2011
Relato de Jueves Literario: ¿Hay vida después de blogger?" Escribamos para demostrar que existimos".
¿Existimos y luego escribimos, o es al revés? Porqué escribimos, existimos.
Sin dudas la palabra escrita, testimoniante y más fiel que su compañera a la que se la lleva el viento, da cuentas de nosotros con inequívoco y duradero empeño. Y nos trasciende, aun después que haya volado la última hoja del recuerdo.
Más temas de la convocatoria en lo de Gustavo: http://callejamoran.blogspot.com/
TE VOY A DAR LO QUE YO QUIERA
Hoy he de prepararte el desayuno. Serán unas cuantas palabras mezcladas y sazonadas, -si me sale!
Es que a veces, el ímpetu que me anima al levantarme, al rato me abandona.
Abro la heladera y miro su contenido. Tomo a adormilada y destemplada.
Dudo y me detengo en el medio de la cocina, sujetándolas fuertemente sin saber que hacer con ellas. Adormilada quiere escapar de la luz del día, y destemplada corre hacia la estufa.
-¡Váyanse! –No las necesito.
Deposito los dulces sueños junto a la jalea de membrillos, y me percato de que en el suelo yace caída una idea. Me sobra...¡No importa! la meto en el freezer.
Pronto el calorcito que despide la estufa encendida quiere acompañarme, y entre los dos cascamos lo que queda del mal humor matinal. Cómplices gustosos, lo vemos deslizarse viscoso por la pared del bowl.
¡Epa!, las tostadas reclaman atención!
Paciencia las vigila, pero imprudencia igual se apura, e invita a mis dedos que por anticipados, se queman. En tanto con un chiflido vaporoso, la pava se une al reclamo por atención.
Torpeza acude en ayuda. ¡Claro que más torpe que presta!, provoca el choque de cacharros, que tintinean agudos: clink!..clink! como campanitas. Se derrama algo del líquido borboteante, y con un largo suspiro: ufffff!, extingue la llama de la hornalla.
Las palabras vienen a mí en bandadas, y yo trato de cazarlas al vuelo.
Que se queden quietas, les pido! Mientras procuro ordenarlas en oraciones con sentido.
Pero es inútil! Juguetonas se mueven alrededor de mi taza humeante como si hicieran la danza de la lluvia,...y yo, todavía no me despabilo!
Y el video,...solo porque me gusta.
viernes, 13 de mayo de 2011
Relato de Jueves (con atraso) Literario: Portugal: ¿Qué significa para ti?
Por problemas técnicos con blogger no pude subir el relato el día de ayer. Así que con atraso cumplo con la reunión juevera. Y aquí estoy!
A propósito del rescate financiero que pidió Portugal, la convocatoria de la semana plantea la pregunta del título.
La verdad es que Portugal para la gente de estas tierras no significa mucho. Sacando el famoso vino de Madeira y alguna que otra postal de playas con acantilados, los portugueses nos suenan por su participación en la colonización de nuestro continente, y en algunas batallas durante la época del Virreinato y posterior.
Pero hete que buscando algo mas cercano, algo portugués que me trajera hasta estas tierras y que me diera alguna idea para un relato, me encontré con la recopilación de las crónicas de un "Diario de Navegación" de un navegante de esa nacionalidad, que anduvo por el delta litoraleño, y describe sus experiencias en un tono ameno y atractivo, como las tierras que lo motivaron.
El relato que sigue a continuación, es de mi autoría. Pero si quieren visitar las crónicas autenticas, (vale la pena y el tiempo hacerlo) pueden clickear aquí.
Más relatos de Portugal en lo de Gustavo: http://callejamoran.blogspot.com/
UN PORTUGUÉS NAVEGANTE
Crecían las disputas entre España y Portugal a fines del siglo XV, por sus dominios ultramarinos.
El Pontífice Alejandro VI había ya ensayado en 1493, una solución para las potencias católicas, que consistía en la partición del océano Atlántico, dividiendo así las zonas de libre exploración. El este era para Portugal, el oeste para España.
El tratado de Tordesillas de 1494, modificó la línea demarcatoria que iba de polo a polo, corriéndola hacia el oeste unas 270 leguas.
Portugal aunque ganaba zonas sobre las llamadas Indias Orientales, lejos de contentarse, entendió la Bula Papal como una derrota diplomática. Esto dio comienzo a una serie de incursiones exploratorias, con ánimo de expandir sus territorios.
En 1531 Juan III, monarca de Portugal, encomienda a delegaciones militares, emprender acciones que tenían por objetivo, colocar asentamientos portugueses en la cuenca del Río de la Plata.
Las crónicas extraídas del “Diario de NavegaÇao” de Pero Lopes de Sousa, indican que el navegante llevo a cabo en diciembre de ese año, una travesía exploratoria en el Río de la Plata y las islas del Delta del Paraná.
Cuenta la crónica del navegante que los tripulantes se sorprendieron y maravillaron por la hermosura de esas tierras y sus costas, por la abundancia de la caza, por la holgura de sus alimentos, y por la afabilidad de sus pobladores.
...Entraba la embarcación en esa boca enorme donde trocan las aguas del océano por esas otras amarronadas y dulces. Y vio con satisfacción el marino, que el río era de tal anchura como un mar, de bajo oleaje y horizontes distantes.
Mansa avanzaría la quilla cortando las aguas profundas y engañosas, con filo implacable.
Navega río arriba siguiendo la costa cercana por el Paraná Guazú, del que se abren anchos brazos de agua correntosa.
Caudales que arrastran los matorrales flotantes de aguapés cuando la crecida, y visten de azul jacinto, las flores.
Se deslizan veloces las canoas de madera olorosa. Y surcan los ríos en ellas los robustos Chanáes y los valerosos Querandíes.
Son oscuras las aguas que soportan la fuerza del temporal que trae la sudestada.
Se revuelven fieras las olas, y esparcen el limo en las costas.
Son ricas las aguas, que proveen enormes peces de carnes grasas y firmes.
¡Bendito sea el sábalo, el surubí, y el dorado!
Aparece allá una isla, otra, y otra.
De pastos altos y verdes que pisan los venados, y los jaguares en su carrera.
De árboles frondosos que sirven de posadera, lo menos, a un centenar de aves...
La política lusitana de expansión en territorio rioplatense se vio frustrada por el celo español, mediante la 1ª fundación de Buenos Aires en 1535.
(La primera fundación fue abandonada en 1541, concentrándose entonces las guarniciones en Asunción, para evitar el avance lusitano)
La 2ª fundación de Buenos Aires en el lugar donde está emplazada actualmente, fue en 1580.
La foto corresponde al Rio de la Plata, pooor supuesto, (que ni falta hacía aclarar!)
A propósito del rescate financiero que pidió Portugal, la convocatoria de la semana plantea la pregunta del título.
La verdad es que Portugal para la gente de estas tierras no significa mucho. Sacando el famoso vino de Madeira y alguna que otra postal de playas con acantilados, los portugueses nos suenan por su participación en la colonización de nuestro continente, y en algunas batallas durante la época del Virreinato y posterior.
Pero hete que buscando algo mas cercano, algo portugués que me trajera hasta estas tierras y que me diera alguna idea para un relato, me encontré con la recopilación de las crónicas de un "Diario de Navegación" de un navegante de esa nacionalidad, que anduvo por el delta litoraleño, y describe sus experiencias en un tono ameno y atractivo, como las tierras que lo motivaron.
El relato que sigue a continuación, es de mi autoría. Pero si quieren visitar las crónicas autenticas, (vale la pena y el tiempo hacerlo) pueden clickear aquí.
Más relatos de Portugal en lo de Gustavo: http://callejamoran.blogspot.com/
UN PORTUGUÉS NAVEGANTE
Crecían las disputas entre España y Portugal a fines del siglo XV, por sus dominios ultramarinos.
El Pontífice Alejandro VI había ya ensayado en 1493, una solución para las potencias católicas, que consistía en la partición del océano Atlántico, dividiendo así las zonas de libre exploración. El este era para Portugal, el oeste para España.
El tratado de Tordesillas de 1494, modificó la línea demarcatoria que iba de polo a polo, corriéndola hacia el oeste unas 270 leguas.
Portugal aunque ganaba zonas sobre las llamadas Indias Orientales, lejos de contentarse, entendió la Bula Papal como una derrota diplomática. Esto dio comienzo a una serie de incursiones exploratorias, con ánimo de expandir sus territorios.
En 1531 Juan III, monarca de Portugal, encomienda a delegaciones militares, emprender acciones que tenían por objetivo, colocar asentamientos portugueses en la cuenca del Río de la Plata.
Las crónicas extraídas del “Diario de NavegaÇao” de Pero Lopes de Sousa, indican que el navegante llevo a cabo en diciembre de ese año, una travesía exploratoria en el Río de la Plata y las islas del Delta del Paraná.
Cuenta la crónica del navegante que los tripulantes se sorprendieron y maravillaron por la hermosura de esas tierras y sus costas, por la abundancia de la caza, por la holgura de sus alimentos, y por la afabilidad de sus pobladores.
...Entraba la embarcación en esa boca enorme donde trocan las aguas del océano por esas otras amarronadas y dulces. Y vio con satisfacción el marino, que el río era de tal anchura como un mar, de bajo oleaje y horizontes distantes.
Mansa avanzaría la quilla cortando las aguas profundas y engañosas, con filo implacable.
Navega río arriba siguiendo la costa cercana por el Paraná Guazú, del que se abren anchos brazos de agua correntosa.
Caudales que arrastran los matorrales flotantes de aguapés cuando la crecida, y visten de azul jacinto, las flores.
Se deslizan veloces las canoas de madera olorosa. Y surcan los ríos en ellas los robustos Chanáes y los valerosos Querandíes.
Son oscuras las aguas que soportan la fuerza del temporal que trae la sudestada.
Se revuelven fieras las olas, y esparcen el limo en las costas.
Son ricas las aguas, que proveen enormes peces de carnes grasas y firmes.
¡Bendito sea el sábalo, el surubí, y el dorado!
Aparece allá una isla, otra, y otra.
De pastos altos y verdes que pisan los venados, y los jaguares en su carrera.
De árboles frondosos que sirven de posadera, lo menos, a un centenar de aves...
La política lusitana de expansión en territorio rioplatense se vio frustrada por el celo español, mediante la 1ª fundación de Buenos Aires en 1535.
(La primera fundación fue abandonada en 1541, concentrándose entonces las guarniciones en Asunción, para evitar el avance lusitano)
La 2ª fundación de Buenos Aires en el lugar donde está emplazada actualmente, fue en 1580.
La foto corresponde al Rio de la Plata, pooor supuesto, (que ni falta hacía aclarar!)
jueves, 5 de mayo de 2011
Relato de Jueves Literario: La Comida.
Por problemas técnicos de Gustavo, la convocatoria de esta semana es en el blog de Ma. José. Así que más ollas humeantes se encuentran en: http://blogdemjmoreno.blogspot.com/
Son estas que vienen a continuación, tres escenas de festines, diferentes en comidas, colores y sabores.
Me ha quedado un poco largo el relato, me excuso por eso, felicito y agradezco al que quede leyendo hasta el final.
ALGUNAS ESCENAS Y CENAS.
Apenas ingresó al departamento, se le indicó acomodarse en un coqueto sillón junto a un montón de extraños.
Desde su posición podía ver la cocina que estaba integrada a la sala, y a los anfitriones trabajando afanosamente entre utensilios y cacerolas. Los ambientes estaban divididos apenas por una mesada pasa-platos.
Uno de los cocineros era alto, algo esmirriado, tenía un bronceado escaso que desentonaba en esa ciudad de playas, y una calvicie incipiente. Sin embargo el tipo se movía en ese elemento culinario con asombroso aplomo y experticia propia de un profesional.
La atención de ella fue rápidamente captada.
Entre extrañada, -sabía que en otro contexto no le hubiera dirigido al sujeto una segunda mirada-, y fascinada, seguía sus movimientos.
Lo vio practicarle con precisión de cirujano unos pequeños cortes en cruz a las bases de unos tomates redondos, maduros, de un rojo escandaloso, para sumergirlos en agua hirviendo. Al poco los retiró del agua y sin prisas ni esfuerzo aparente, con la delicadeza de un amante decidido, los despojó uno a uno de su pellejo, y cortó sin miramientos en prolijos pedacitos.
Con el canto de una mano dio unos cuantos golpes secos sobre una cuchilla enorme que sostenía con la otra mano, mientras se escuchaban como una queja, el crujir de los ajos al partirse bajo la hoja brillante.
Se adentró en su mente el ruido rítmico y monótono del picado sobre la madera.
El aroma que despedía la salsa pródiga en aceite de oliva, ajos, tomates, albahaca, tomillo, creció en forma proporcional al atractivo del devenido cocinero-galán.
Finalmente, de entre unos paquetes de fideos secos, tomó uno y lo paró sobre la mesada. De un movimiento certero y rápido golpeó unos de sus extremos en el mármol emitiendo sordo estruendo, en tanto por el otro extremo emergía la parva de pasta amarilla, desgarrando celofán con impetuosa impudicia.
En el extremo de la sala una mano presta sobre una boca, sofoca a tiempo una exhalación inaudible.
Los cuatro jóvenes, dos chicas e igual número de chicos se preparaban para compartir una rica cena. Sería su preparación un ritual sencillo y sabroso, de los que tanto gustan a los hombres de estas tierras.
Cualquier animal de pescuezo roto, cuerpo hábilmente desmembrado, en definitiva: cualquier pedazo de carne, con o sin hueso, adobada con sal gruesa o con discreta imaginación, puesta a asar sobre las brasas de una parrilla, constituye una labor masculina, -en apariencia simple-, pero compleja y refinada, que destaca las dotes de paciencia, concentración esmerada y sabiduría epicúrea. Todas reflejo de una virilidad reposada y sensible, altamente apreciada entre las huestes femeninas.
Cabe aclarar que los costes del festín serían soportados por mitades entre los bandos, dado que la sufrida economía de esos últimos días de vacaciones, venía tocando peligrosamente el fondo de los bolsillos.
Los chicos pondrían el sitio, a escanciar algún buen vino, y los carbones a punto. Las chicas, los bocados a acomodar sobre la parrilla.
Se había hecho muy tarde. Iban apuradísimas abriéndose paso entre la gente, caminando con grandes zancadas conforme lo permitía el largo de sus piernas.
Entraron a un local donde se asaban unos grandes pollos de granja.
Giraban fragantes ensartados en espadas acariciando las llamas, mientras un asador transpirado y de cara enrojecida les esparcía limón con una brocha de cerdas pegoteadas. El jugo abrillantaba las pieles y rápido se evaporaba, y en cada vuelta sudaban los pollos apetitosos, densas gotas de grasa que hacían chirriar humeantes las brasas
Las chicas aunque tentadas, pensaron en las brasas solitarias que las estarían esperando..
El vendedor señalaba sonriente las piezas más doradas y crujientes. Con incredulidad y ante la indicación de las féminas dirige su vista hacia las piezas del otro extremo, recién puestas a asar
-Sí, ese! -Señalan con gestos algo impacientes. –El más blanquito por favor!
Bajo el sol abrasador de fines de diciembre, un grupo de mujeres jóvenes se han reunido con miras a participar en una acostumbrada y suculenta ceremonia estival.
La quietud de la siesta es interrumpida por el chillido estertórico de un benteveo, y el chapoteo que producen los aleteos de gorriones que sobrevuelan rasantes el agua de la pileta.
En ese ambiente de sosiego y risas relajadas de reminiscente gineceo, pronto las mujeres dan inicio a las actividades prácticas del ritual. El sol toma a su cargo secar la humedad de las cabelleras chorreantes, y esfumar con bruma blanquecina el verde del césped.
Algunas eligen la sombra, otras se sientan al borde de la pileta con los pies sumergidos en el agua, y acomodan en el espacio dejado por la abertura de sus piernas: un plato contenedor, y un instrumento que les permitirá rallar los choclos para hacer una magnífica humita.
No son raras las incongruencias por estas latitudes. Sofoca el calor en los días posteriores a la navidad, y sin embargo son éstos, -en que se propagan en tierras vecinas los maizales altos y robustos, generosos y abundantes-, los más propicios para preparar este guiso calórico y portentoso, que convoca por igual a seguidores de dietas e inapetentes.
Refulge el amarillo prístino de los granos gordos, maduros, alineados en las mazorcas que al contacto se abren prestos a dejar escapar la pulpa untuosa.
Crema espesa y virtuosa, maná de los nativos indígenas: Oh! Te invocamos! Que llenas los sentidos lo mismo que los platos soperos!
A un lado esperan las calabazas de cáscara rugosa, de cuyas fauces abiertas ha de extirparse pulpa fibrosa, naranja rabiosa.
Es en la última instancia que por alquimia cuidada, se unirán los ingredientes con salsita especiada con pimientos y cebollas, para equilibrar con equidad y picor, tan suave y exquisito dulzor.
Son estas que vienen a continuación, tres escenas de festines, diferentes en comidas, colores y sabores.
Me ha quedado un poco largo el relato, me excuso por eso, felicito y agradezco al que quede leyendo hasta el final.
ALGUNAS ESCENAS Y CENAS.
Escena 1: Rojos: vino, tomates y rubor
Apenas ingresó al departamento, se le indicó acomodarse en un coqueto sillón junto a un montón de extraños.
Desde su posición podía ver la cocina que estaba integrada a la sala, y a los anfitriones trabajando afanosamente entre utensilios y cacerolas. Los ambientes estaban divididos apenas por una mesada pasa-platos.
Uno de los cocineros era alto, algo esmirriado, tenía un bronceado escaso que desentonaba en esa ciudad de playas, y una calvicie incipiente. Sin embargo el tipo se movía en ese elemento culinario con asombroso aplomo y experticia propia de un profesional.
La atención de ella fue rápidamente captada.
Entre extrañada, -sabía que en otro contexto no le hubiera dirigido al sujeto una segunda mirada-, y fascinada, seguía sus movimientos.
Lo vio practicarle con precisión de cirujano unos pequeños cortes en cruz a las bases de unos tomates redondos, maduros, de un rojo escandaloso, para sumergirlos en agua hirviendo. Al poco los retiró del agua y sin prisas ni esfuerzo aparente, con la delicadeza de un amante decidido, los despojó uno a uno de su pellejo, y cortó sin miramientos en prolijos pedacitos.
Con el canto de una mano dio unos cuantos golpes secos sobre una cuchilla enorme que sostenía con la otra mano, mientras se escuchaban como una queja, el crujir de los ajos al partirse bajo la hoja brillante.
Se adentró en su mente el ruido rítmico y monótono del picado sobre la madera.
El aroma que despedía la salsa pródiga en aceite de oliva, ajos, tomates, albahaca, tomillo, creció en forma proporcional al atractivo del devenido cocinero-galán.
Finalmente, de entre unos paquetes de fideos secos, tomó uno y lo paró sobre la mesada. De un movimiento certero y rápido golpeó unos de sus extremos en el mármol emitiendo sordo estruendo, en tanto por el otro extremo emergía la parva de pasta amarilla, desgarrando celofán con impetuosa impudicia.
En el extremo de la sala una mano presta sobre una boca, sofoca a tiempo una exhalación inaudible.
Escena 2: Dorados: brasas y fogón
Los cuatro jóvenes, dos chicas e igual número de chicos se preparaban para compartir una rica cena. Sería su preparación un ritual sencillo y sabroso, de los que tanto gustan a los hombres de estas tierras.
Cualquier animal de pescuezo roto, cuerpo hábilmente desmembrado, en definitiva: cualquier pedazo de carne, con o sin hueso, adobada con sal gruesa o con discreta imaginación, puesta a asar sobre las brasas de una parrilla, constituye una labor masculina, -en apariencia simple-, pero compleja y refinada, que destaca las dotes de paciencia, concentración esmerada y sabiduría epicúrea. Todas reflejo de una virilidad reposada y sensible, altamente apreciada entre las huestes femeninas.
Cabe aclarar que los costes del festín serían soportados por mitades entre los bandos, dado que la sufrida economía de esos últimos días de vacaciones, venía tocando peligrosamente el fondo de los bolsillos.
Los chicos pondrían el sitio, a escanciar algún buen vino, y los carbones a punto. Las chicas, los bocados a acomodar sobre la parrilla.
Se había hecho muy tarde. Iban apuradísimas abriéndose paso entre la gente, caminando con grandes zancadas conforme lo permitía el largo de sus piernas.
Entraron a un local donde se asaban unos grandes pollos de granja.
Giraban fragantes ensartados en espadas acariciando las llamas, mientras un asador transpirado y de cara enrojecida les esparcía limón con una brocha de cerdas pegoteadas. El jugo abrillantaba las pieles y rápido se evaporaba, y en cada vuelta sudaban los pollos apetitosos, densas gotas de grasa que hacían chirriar humeantes las brasas
Las chicas aunque tentadas, pensaron en las brasas solitarias que las estarían esperando..
El vendedor señalaba sonriente las piezas más doradas y crujientes. Con incredulidad y ante la indicación de las féminas dirige su vista hacia las piezas del otro extremo, recién puestas a asar
-Sí, ese! -Señalan con gestos algo impacientes. –El más blanquito por favor!
Escena 3: Amarillos: fecundos granos bajo el sol
Bajo el sol abrasador de fines de diciembre, un grupo de mujeres jóvenes se han reunido con miras a participar en una acostumbrada y suculenta ceremonia estival.
La quietud de la siesta es interrumpida por el chillido estertórico de un benteveo, y el chapoteo que producen los aleteos de gorriones que sobrevuelan rasantes el agua de la pileta.
En ese ambiente de sosiego y risas relajadas de reminiscente gineceo, pronto las mujeres dan inicio a las actividades prácticas del ritual. El sol toma a su cargo secar la humedad de las cabelleras chorreantes, y esfumar con bruma blanquecina el verde del césped.
Algunas eligen la sombra, otras se sientan al borde de la pileta con los pies sumergidos en el agua, y acomodan en el espacio dejado por la abertura de sus piernas: un plato contenedor, y un instrumento que les permitirá rallar los choclos para hacer una magnífica humita.
No son raras las incongruencias por estas latitudes. Sofoca el calor en los días posteriores a la navidad, y sin embargo son éstos, -en que se propagan en tierras vecinas los maizales altos y robustos, generosos y abundantes-, los más propicios para preparar este guiso calórico y portentoso, que convoca por igual a seguidores de dietas e inapetentes.
Refulge el amarillo prístino de los granos gordos, maduros, alineados en las mazorcas que al contacto se abren prestos a dejar escapar la pulpa untuosa.
Crema espesa y virtuosa, maná de los nativos indígenas: Oh! Te invocamos! Que llenas los sentidos lo mismo que los platos soperos!
A un lado esperan las calabazas de cáscara rugosa, de cuyas fauces abiertas ha de extirparse pulpa fibrosa, naranja rabiosa.
Es en la última instancia que por alquimia cuidada, se unirán los ingredientes con salsita especiada con pimientos y cebollas, para equilibrar con equidad y picor, tan suave y exquisito dulzor.
jueves, 28 de abril de 2011
Relato de Jueves Literario: La Radio de la Noche
Se escuchan más radios en lo de Gustavo: http://callejamoran.blogspot.com/
NOCHES DE RADIO
Como cada noche los amantes se dan a la charla animada.
Ríen al abrigo de la tenue luz de la pequeña lámpara que se esconde entre libros, mientras sus cuerpos arrojan sombras chinescas en la pared.
Hacen largas pausas para fumar, largando grandes bocanadas de humo con placer histriónico.
Atrás la cabeza, Ella se mece quedamente, en tanto las puntas curvas de su larga cabellera le acarician la espalda.
Se recuesta un poco más sobre la cama, y recoge sus piernas que quedan cruzadas bajo su trasero.
La piel aun tibia destila los resabios de un baño caliente, y es el pesado toallón, -que yace olvidado sobre un rincón del piso alfombrado-, el que se queda con todo rastro de humedad.
Sin decir palabra El comienza a puntear unas notas en las cuerdas de su guitarra, acompañando los acordes de jazz que en la radio suena.
Su pie descalzo tamborilea sobre el piso al ritmo cadencioso de la melodía, pero es el golpeteo apenas un eco cavernoso, que se ahoga en la alfombra mullida.
Detrás de la bruma ceniza que arrojan los cigarrillos, se distingue el brillo ausente de dos ojos en sus cuencos, cuya mirada de un azul cerúleo parece atravesar impetuosa las nubes de la mente. Pretende hurgar en la genialidad y encontrarse de frente con los sonidos.
Las notas melancólicas de Sara Vaughan y Billie Holiday, pulsan en la desnudez sin pruritos de sus carnes jóvenes, y se regocijan los amantes con las estridencias de platillos de Kenny Burrell y Chet Baker.
Se inunda la diminuta habitación con las melodías eternas de Miles Davies y Duke Ellington.
En la radio, la voz de Bobby Flores les habla del oficio imperecedero de soñar. Dice: “es mas fácil vaticinar sueños a partir de la realidad, que predecir realidad a partir de los sueños”....
Ellos sueñan, y desde su rincón tibio débilmente iluminado, beben los sueños de la ciudad que afuera late.
En sus calles iluminadas, los pasos que retumban en callejones empedrados, las voces que se lleva la brisa fría.
La noche testaruda, empecinada se dice joven todavía. Baja la luna para mirarse y de ella se ríe. Más, desdeña el descanso y ondulándose al son de un tango nostalgioso, se resiste a las artes de Morfeo, y desafiante, lo espanta entre bostezos.
El video corresponde al tema SEEN SIN de Willy Crook y los Funky Torinos
NOCHES DE RADIO
Como cada noche los amantes se dan a la charla animada.
Ríen al abrigo de la tenue luz de la pequeña lámpara que se esconde entre libros, mientras sus cuerpos arrojan sombras chinescas en la pared.
Hacen largas pausas para fumar, largando grandes bocanadas de humo con placer histriónico.
Atrás la cabeza, Ella se mece quedamente, en tanto las puntas curvas de su larga cabellera le acarician la espalda.
Se recuesta un poco más sobre la cama, y recoge sus piernas que quedan cruzadas bajo su trasero.
La piel aun tibia destila los resabios de un baño caliente, y es el pesado toallón, -que yace olvidado sobre un rincón del piso alfombrado-, el que se queda con todo rastro de humedad.
Sin decir palabra El comienza a puntear unas notas en las cuerdas de su guitarra, acompañando los acordes de jazz que en la radio suena.
Su pie descalzo tamborilea sobre el piso al ritmo cadencioso de la melodía, pero es el golpeteo apenas un eco cavernoso, que se ahoga en la alfombra mullida.
Detrás de la bruma ceniza que arrojan los cigarrillos, se distingue el brillo ausente de dos ojos en sus cuencos, cuya mirada de un azul cerúleo parece atravesar impetuosa las nubes de la mente. Pretende hurgar en la genialidad y encontrarse de frente con los sonidos.
Las notas melancólicas de Sara Vaughan y Billie Holiday, pulsan en la desnudez sin pruritos de sus carnes jóvenes, y se regocijan los amantes con las estridencias de platillos de Kenny Burrell y Chet Baker.
Se inunda la diminuta habitación con las melodías eternas de Miles Davies y Duke Ellington.
En la radio, la voz de Bobby Flores les habla del oficio imperecedero de soñar. Dice: “es mas fácil vaticinar sueños a partir de la realidad, que predecir realidad a partir de los sueños”....
Ellos sueñan, y desde su rincón tibio débilmente iluminado, beben los sueños de la ciudad que afuera late.
En sus calles iluminadas, los pasos que retumban en callejones empedrados, las voces que se lleva la brisa fría.
La noche testaruda, empecinada se dice joven todavía. Baja la luna para mirarse y de ella se ríe. Más, desdeña el descanso y ondulándose al son de un tango nostalgioso, se resiste a las artes de Morfeo, y desafiante, lo espanta entre bostezos.
El video corresponde al tema SEEN SIN de Willy Crook y los Funky Torinos
jueves, 21 de abril de 2011
De ropas y modas
¡La ropa está carísima!
¡Que difícil se hace vestirse hoy en día, y no solo a causa de los precios que están por las nubes!
Hace unos días acompañé a RAT a comprarse unos pantalones. Por suerte para él, -a pesar de haberse ganado algunos kilos de más desde que dejó de fumar hace un año, y de que ya se le volaron unas cuantas chapas de la cabeza-, no ha perdido toda su galanura.
Podemos decir que la moda no lo ha desterrado fuera de sus fronteras como lo ha hecho con otros, y que todavía lo trata con decorosa amabilidad.
-Piufff! Todavía sale airosa la imagen que le devuelve el espejo en la prueba de un jean oscuro, y puede lucir con cierto aplomo una camisa con costuras un poco entalladas.
Reparé con empatía en los demás hombres que salían de los probadores contiguos para observarse en el gran espejo, y pedir opinión a sus acompañantes.
Desfilaban por la alfombra treintones y cuarentones mientras se miraban de atrás y adelante. Levantaban pecho y entraban panza.
-Mmm! Hay géneros que no favorecen!
Alguno daba unos pasos enfundado en un moderno pantalón medio chupín, pero el convencimiento no llegaba!
¡Cómo desviar la atención cuando el desequilibrio manifiesto en el flanco la pide a gritos! Y es que el culo parece desbordarse sobre piernas tan angostas!
-Ayy! Crueldad descarnada!
Si no se está entre las filas de jóvenes y adonis, -aquellos tocados por la varita generosa de la naturaleza para quienes no habrá cavilación en los espejos-, son tiranos los designios de la moda y los requerimientos de la imagen con fuerte acento citadino.
¡Y cómo se ensaña con los hombres en la mediana edad y en la media clase!
Recuerdo un pasaje del libro de Stendhal, “La cartuja de Parma”, sobre un oficial francés que pasaba grandes apuros por causa de su vestimenta y despertaba en las mujeres de la casa, una emoción nacida en la ternura, y contaba:...”que el Ejercito de Napoleón entró en Milán en 1796. Este ejercito que era admirado por los nobles de Europa y exaltado por su valor y representación, sin embargo era pobre. Carecían de zapatos, pantalones, casacas y sombreros.
Los oficiales fueron alojados en casas ricas puesto que había que reponerse.
Un Teniente Robert se alojaba en el Palacio de la Marquesa del Dongo. Tenía por todo capital un escudo de seis francos. En Lodi le había quitado a un oficial austríaco muerto de un balazo, un pantalón de nanquín, nuevo y hecho a medida.
Sus charreteras de oficial eran de lana y su casaca dejaba ver el revés por los rasguños del tejido. Su atavío personal ofrecía un detalle más triste aún: las suelas de su calzado eran pedazos de sombrero recortados en pleno campo de batalla. Aquellas suelas improvisadas iban sujetas a los zapatos con bramantes demasiados visibles, de modo que cuando el mayordomo se presentó en la habitación del Teniente Robert para invitarle a comer con la Sra. Marquesa, el apuro del oficial no tuvo límites.
Su asistente y él pasaron las dos horas que faltaban para la comida recosiendo un poco la casaca y tiñendo de negro, con tinta, los malditos bramantes de los zapatos...”
Con mucho menos dramatismo, y en un sentido más propio de nuestros días proclamo: ¡Pobre el hombre que pierde sus galas por cuestiones de la naturaleza y de la economía!
¡Que ambas hacen una unión formada en el infierno!
Da verdadera ternura ver a los hombres cuando toman conciencia que la relación entre la pretensión estética y la naturaleza de sus cuerpos a la postre se trunca, o se da a medias, reticente.
Ello más que con las mujeres. ¿Acaso porque estemos mejor armadas en esto de la galanura y la impostura del vestido?
¡Que difícil se hace vestirse hoy en día, y no solo a causa de los precios que están por las nubes!
Hace unos días acompañé a RAT a comprarse unos pantalones. Por suerte para él, -a pesar de haberse ganado algunos kilos de más desde que dejó de fumar hace un año, y de que ya se le volaron unas cuantas chapas de la cabeza-, no ha perdido toda su galanura.
Podemos decir que la moda no lo ha desterrado fuera de sus fronteras como lo ha hecho con otros, y que todavía lo trata con decorosa amabilidad.
-Piufff! Todavía sale airosa la imagen que le devuelve el espejo en la prueba de un jean oscuro, y puede lucir con cierto aplomo una camisa con costuras un poco entalladas.
Reparé con empatía en los demás hombres que salían de los probadores contiguos para observarse en el gran espejo, y pedir opinión a sus acompañantes.
Desfilaban por la alfombra treintones y cuarentones mientras se miraban de atrás y adelante. Levantaban pecho y entraban panza.
-Mmm! Hay géneros que no favorecen!
Alguno daba unos pasos enfundado en un moderno pantalón medio chupín, pero el convencimiento no llegaba!
¡Cómo desviar la atención cuando el desequilibrio manifiesto en el flanco la pide a gritos! Y es que el culo parece desbordarse sobre piernas tan angostas!
-Ayy! Crueldad descarnada!
Si no se está entre las filas de jóvenes y adonis, -aquellos tocados por la varita generosa de la naturaleza para quienes no habrá cavilación en los espejos-, son tiranos los designios de la moda y los requerimientos de la imagen con fuerte acento citadino.
¡Y cómo se ensaña con los hombres en la mediana edad y en la media clase!
Recuerdo un pasaje del libro de Stendhal, “La cartuja de Parma”, sobre un oficial francés que pasaba grandes apuros por causa de su vestimenta y despertaba en las mujeres de la casa, una emoción nacida en la ternura, y contaba:...”que el Ejercito de Napoleón entró en Milán en 1796. Este ejercito que era admirado por los nobles de Europa y exaltado por su valor y representación, sin embargo era pobre. Carecían de zapatos, pantalones, casacas y sombreros.
Los oficiales fueron alojados en casas ricas puesto que había que reponerse.
Un Teniente Robert se alojaba en el Palacio de la Marquesa del Dongo. Tenía por todo capital un escudo de seis francos. En Lodi le había quitado a un oficial austríaco muerto de un balazo, un pantalón de nanquín, nuevo y hecho a medida.
Sus charreteras de oficial eran de lana y su casaca dejaba ver el revés por los rasguños del tejido. Su atavío personal ofrecía un detalle más triste aún: las suelas de su calzado eran pedazos de sombrero recortados en pleno campo de batalla. Aquellas suelas improvisadas iban sujetas a los zapatos con bramantes demasiados visibles, de modo que cuando el mayordomo se presentó en la habitación del Teniente Robert para invitarle a comer con la Sra. Marquesa, el apuro del oficial no tuvo límites.
Su asistente y él pasaron las dos horas que faltaban para la comida recosiendo un poco la casaca y tiñendo de negro, con tinta, los malditos bramantes de los zapatos...”
Con mucho menos dramatismo, y en un sentido más propio de nuestros días proclamo: ¡Pobre el hombre que pierde sus galas por cuestiones de la naturaleza y de la economía!
¡Que ambas hacen una unión formada en el infierno!
Da verdadera ternura ver a los hombres cuando toman conciencia que la relación entre la pretensión estética y la naturaleza de sus cuerpos a la postre se trunca, o se da a medias, reticente.
Ello más que con las mujeres. ¿Acaso porque estemos mejor armadas en esto de la galanura y la impostura del vestido?
jueves, 14 de abril de 2011
Relato de Jueves Literario: Un Relato Historico
Más relatos que cuentan su historia en lo de Gustavo: http://callejamoran.blogspot.com/
UNA VISITA AL PAIS RANQUEL
Corre el mes de marzo del año del Señor de 1833. Una gigantesca columna de hombres de a pie algunos, y montados a caballos otros, todos armados hasta los dientes, marchan a campo traviesa arrastrando pertrechos, en dirección a las entrañas mismas del país Ranquelino.
En los primeros días del año, la Junta del Gobierno Nacional, haciéndose eco de la proclama de las aterradas poblaciones de las regiones del centro y norte de las provincias de San Luis y Córdoba, comisionó al Gral. Juan Facundo Quiroga, llevar adelante las acciones propias de guerra contra la indiada que habita al sur de la frontera que constituye el Fuerte San Lorenzo del Chañar.
El asunto todo no tiene novedad! Las incursiones arrasantes de los malones a las poblaciones cristianas, las escaramuzas, revueltas y persecuciones se han dado desde larga data. Por casi dos siglos el Fuerte de este paraje “de las pulgas” ha sido un vigía del desierto.
Apostado al margen del río Popopis, rebautizado Quinto, -de gran caudal de aguas-, ha permitido el asentamiento de destacamentos militares con cierta regularidad, y ha sido su misión, gendarme de las poblaciones, plantío y ganado.
El Ejercito del Centro comandado por el Gral. Ruiz Huidobro aúna enormes fuerzas para la contienda. El Regimiento Auxiliares de los Andes desde Buenos Aires, Regimiento de Dragones Confederados de Córdoba, Escuadrón Dragones de la Unión de San Luis, Batallón de Defensores de Mendoza se aprestan al convite, trayendo esta yunta, tranquilidad a los castigados ánimos de los vecinos en las poblaciones.
Se comenta, era grande el pavor que cundía entre la gente, pues eran muchos los rumores que circulaban acerca el rompimiento de las negociaciones de paz, que durante décadas había ocupado a más de una milicada, que entraba y salía como “por su casa” en los pagos de Poitahué, Trenel y hasta en la misma Leuvucó, principal asiento del Gran Cacique de los Rankül-che.
Los antecedentes se contaban por muchos y nefastos, por nombrar nomás a las malogradas incursiones de Anzorena y la de los hermanos Lucero, y el enfrentamiento sangriento en la posta de El Morro.
Y ni que hablar de las compañías de rufianes de alta monta que se había agenciado este “pueblo de las cañas”. Desertores de los ejércitos federales, bravucones crueles por fama, y de ferocidad mayor que los propios lanceros de Yanquetruz, cuya sola mención hacía estremecer de temor a las vecindades.
El muchacho es uno de los 115 fusileros a las órdenes del Capitán Prudencio Torres. Lleva una traza de pobre diablo al igual que tantos. Arrimados al fogón los hombres no tienen jerarquía, y se reconfortan tomando unos mates con azúcar quemada, cuyo trago dulce es bálsamo para paladares agradecidos.
Sabe él que los hombres desconfían de los amaneramientos extranjeros de Ruiz Huidobro, así como de las paqueterías de Quiroga.
Escuchó decir que el hombre se transporta en galera tapizada, y desde ya eso no condice en nada con estas tierras del Huinca Renancó.
Mira el campo que tiene delante. Franjas de suaves médanos se extienden a lo lejos, moteadas con espejos de agua dulce. Tierras blandas que proveen buenos pastos para la caballada aborígen, son el colchón improvisado para las piezas de artillería.
Es sabido que la pampa provee riquezas, y que los nativos cazan boliando a los ñandúes, y tienen harto liebres y mulitas para cazar a discreción.
Allá y acá hay diseminadas sombras de algarrobos y caldenes, pero más que nada es la muda intemperie lo que les aguarda.
De maleza rebelde y feroz como sus habitantes, crenchudos y piojosos, saben templar la espera.
-Cuentan las crónicas históricas que se enfrentaron ambos bandos a orillas de la laguna “Las Acollaradas”-
En tierras de incómodos guadales se miden por un lado el Ejército del Centro, y por el lado de la indiada los caciques Pichín, Caragüe, el Gran Painé, Eglanz, Calquín y Yanquetruz al mando de mil lanceros. Guerreros feroces, elegidos por su valor.
La crema innata del reino ranquelino estaba allí!
De tal encuentro sangriento luchado con esmero y bravura, quedaron como saldo 160 cadaveres y heridos entre los adalides ranqueles, entre ellos los tres hijos de Yanquetruz, y 51 muertos y heridos entre los cristianos.
Grande fue la algarabía de los soldados que creyeron despejado el horizonte, y mayor fue aún la decepción de los pobladores, cuando siguieron viendo las siluetas porfiadas de los capitanejos ranqueles en asedios posteriores....
PD: En 1856 se refundó el Fortín, como Fuerte Constitucional, último bastión de las poblaciones, desde donde salieron las tropas para la llamada "conquista del desierto" (1879/80). La población allí asentada pasó a llamarse con el tiempo Villa Mercedes, ciudad en la cual nací.
PD: El de la foto es el cacique Mariano Rosas (Panghitruz Güor) hijo del Gran Cacique Painé. Fue apresado por Rosas en 1834, y bautizado con ese nombre. En 1856 al fallecer su padre heredó el gobierno de los ranqueles y residió en Leubucó. Murió en 1877.
UNA VISITA AL PAIS RANQUEL
Corre el mes de marzo del año del Señor de 1833. Una gigantesca columna de hombres de a pie algunos, y montados a caballos otros, todos armados hasta los dientes, marchan a campo traviesa arrastrando pertrechos, en dirección a las entrañas mismas del país Ranquelino.
En los primeros días del año, la Junta del Gobierno Nacional, haciéndose eco de la proclama de las aterradas poblaciones de las regiones del centro y norte de las provincias de San Luis y Córdoba, comisionó al Gral. Juan Facundo Quiroga, llevar adelante las acciones propias de guerra contra la indiada que habita al sur de la frontera que constituye el Fuerte San Lorenzo del Chañar.
El asunto todo no tiene novedad! Las incursiones arrasantes de los malones a las poblaciones cristianas, las escaramuzas, revueltas y persecuciones se han dado desde larga data. Por casi dos siglos el Fuerte de este paraje “de las pulgas” ha sido un vigía del desierto.
Apostado al margen del río Popopis, rebautizado Quinto, -de gran caudal de aguas-, ha permitido el asentamiento de destacamentos militares con cierta regularidad, y ha sido su misión, gendarme de las poblaciones, plantío y ganado.
El Ejercito del Centro comandado por el Gral. Ruiz Huidobro aúna enormes fuerzas para la contienda. El Regimiento Auxiliares de los Andes desde Buenos Aires, Regimiento de Dragones Confederados de Córdoba, Escuadrón Dragones de la Unión de San Luis, Batallón de Defensores de Mendoza se aprestan al convite, trayendo esta yunta, tranquilidad a los castigados ánimos de los vecinos en las poblaciones.
Se comenta, era grande el pavor que cundía entre la gente, pues eran muchos los rumores que circulaban acerca el rompimiento de las negociaciones de paz, que durante décadas había ocupado a más de una milicada, que entraba y salía como “por su casa” en los pagos de Poitahué, Trenel y hasta en la misma Leuvucó, principal asiento del Gran Cacique de los Rankül-che.
Los antecedentes se contaban por muchos y nefastos, por nombrar nomás a las malogradas incursiones de Anzorena y la de los hermanos Lucero, y el enfrentamiento sangriento en la posta de El Morro.
Y ni que hablar de las compañías de rufianes de alta monta que se había agenciado este “pueblo de las cañas”. Desertores de los ejércitos federales, bravucones crueles por fama, y de ferocidad mayor que los propios lanceros de Yanquetruz, cuya sola mención hacía estremecer de temor a las vecindades.
El muchacho es uno de los 115 fusileros a las órdenes del Capitán Prudencio Torres. Lleva una traza de pobre diablo al igual que tantos. Arrimados al fogón los hombres no tienen jerarquía, y se reconfortan tomando unos mates con azúcar quemada, cuyo trago dulce es bálsamo para paladares agradecidos.
Sabe él que los hombres desconfían de los amaneramientos extranjeros de Ruiz Huidobro, así como de las paqueterías de Quiroga.
Escuchó decir que el hombre se transporta en galera tapizada, y desde ya eso no condice en nada con estas tierras del Huinca Renancó.
Mira el campo que tiene delante. Franjas de suaves médanos se extienden a lo lejos, moteadas con espejos de agua dulce. Tierras blandas que proveen buenos pastos para la caballada aborígen, son el colchón improvisado para las piezas de artillería.
Es sabido que la pampa provee riquezas, y que los nativos cazan boliando a los ñandúes, y tienen harto liebres y mulitas para cazar a discreción.
Allá y acá hay diseminadas sombras de algarrobos y caldenes, pero más que nada es la muda intemperie lo que les aguarda.
De maleza rebelde y feroz como sus habitantes, crenchudos y piojosos, saben templar la espera.
-Cuentan las crónicas históricas que se enfrentaron ambos bandos a orillas de la laguna “Las Acollaradas”-
En tierras de incómodos guadales se miden por un lado el Ejército del Centro, y por el lado de la indiada los caciques Pichín, Caragüe, el Gran Painé, Eglanz, Calquín y Yanquetruz al mando de mil lanceros. Guerreros feroces, elegidos por su valor.
La crema innata del reino ranquelino estaba allí!
De tal encuentro sangriento luchado con esmero y bravura, quedaron como saldo 160 cadaveres y heridos entre los adalides ranqueles, entre ellos los tres hijos de Yanquetruz, y 51 muertos y heridos entre los cristianos.
Grande fue la algarabía de los soldados que creyeron despejado el horizonte, y mayor fue aún la decepción de los pobladores, cuando siguieron viendo las siluetas porfiadas de los capitanejos ranqueles en asedios posteriores....
PD: En 1856 se refundó el Fortín, como Fuerte Constitucional, último bastión de las poblaciones, desde donde salieron las tropas para la llamada "conquista del desierto" (1879/80). La población allí asentada pasó a llamarse con el tiempo Villa Mercedes, ciudad en la cual nací.
PD: El de la foto es el cacique Mariano Rosas (Panghitruz Güor) hijo del Gran Cacique Painé. Fue apresado por Rosas en 1834, y bautizado con ese nombre. En 1856 al fallecer su padre heredó el gobierno de los ranqueles y residió en Leubucó. Murió en 1877.