jueves, 4 de julio de 2019

Relato de Jueves Literario: "Vamos al cine de barrio"

La convocatoria de esta semana la lidera Juan Carlos, y nos invita a recorre cines de barrio. En su casa empieza la recorrida

EL DIARIO de la República: 30 de diciembre de 2016. LA SOCIEDAD ITALIANA DE VILLA MERCEDES RECUPERA EL CONTROL DE SU CINE Y OFICINAS. 
...Uno de los lugares mas antiguos y tradicionales de la cultura mercedina vuelve a las manos de sus dueños y ya sueñan con devolverle su viejo esplendor.



ESCENAS (DENTRO)/ FUERA: DE PANTALLA

Situación: Año 1982 seguramente, un sábado por la tarde muy probablemente, de invierno, en  un cine de barrio de una localidad del interior de Argentina, de cuyo nombre quiero acordarme (del cine, no de la localidad) pero no lo consigo.
La película: Furia de titanes (la original de 1981), es una adaptación del mito de Perseo, su lucha con Medusa y su intento de salvar la ciudad de Jopa y la princesa Andrómeda de la muerte. (Vaya mi agradecimiento a Wikipedia)
Las luces se apagan, las voces callan, los vendedores de golosinas suspenden su pregón mientras apuran las últimas transacciones a oscuras. La música sube el volumen y la pantalla concentra la atención de la sala.
En las butacas del medio un grupo de chicos iniciando la adolescencia comen ruidosamente sus chocolatines y festejan los efectos fantásticos de la película (bastante grotescos para los estándares modernos). Uno de ellos saca de su abrigo un alfajor “Fantoche” triple capa.
En la última fila dos parejas  jóvenes se dedican a intercambiar mutuamente fluidos bucales. Una de las jóvenes opina que su novio estaría necesitando mascar un chicle de menta. Consigue deshacerse fugazmente del abrazo para buscar disimuladamente en sus bolsillos con resultado negativo
Una niña de unos 12 años camina por el pasillo rumbo al baño de damas. Una vez allí se demora un buen rato. Es la tercera de las varias incursiones al baño que tendrán lugar. La película no le gusta. La mitología le impresiona, le asusta un poco.
En las butacas del costado un poco adelante, los dos primos de la niña devoran maní con chocolate mientras miran indiferente el ir y venir de su prima, dando por sentado que fue afectada por una cistitis feroz
En los asientos traseros otra pareja comienza con interacciones encendidas, por efecto contagio tal vez de las parejas vecinas
Adelante un papá de fin de semana y su hijo se aburren un poco. Bien atrás, la mamá de ese hijo, que cela los momentos del niño con su ex,  se está arrepintiendo de haber asistido al cine no solo por el temor de ser vista por el hombre y el niño, sino porque las interacciones de las parejas del fondo le incomodan
En el baño de damas la niña de unos 12 años es sorprendida en otra de sus incursiones, por la presencia de un adolescente con sobretodo azul que ha ido a llevar a su hermanita al baño, seguramente motivado por el género de la pequeña y sin pensarlo dos veces,  cuando de haberle dado lugar al sentido común, éste le hubiera dictado al muchachito que mejor llevar a su hermanita al baño de caballeros
Nota al pie: la película no era apta para la hermanita
Descúbralo: ¿Cuál de estos personajes soy?.....¡Sí!, adivinó!


11 comentarios:

Campirela_ dijo...

Jaaa , me gusto el relato que nos dejaste , vamos que hemos estado contigo en el cine ,,y por favor eso no se te hace jajajaj ..Bien contado como diría nuestro amigo Demi ..Un abrazo y te deseo un buen fin de semana .

Myriam dijo...

Cuánto que podía llegar a pasar
en un cine de barrio.
Todo un estudio socio-antropológico
tu relato.

Besos


Mari Carmen dijo...



Un buen relato vivido en aquellos cines de barrio que me gustó mucho.

Te deseo un buen finde y te envio un abrazo.

Ame dijo...

:)
No diré quién eres, solo sonrío.

Beso

Juan Carlos Celorio dijo...

Supongo que la niña de doce años, más que nada por la edad. Buen relato sobre esas cosas que pasaban en los cines.
Y sabes, tu historia tiene un trasfondo divertido, según aprecio, pero me recordó otra historia que no lo tenía, la que cuenta Arundrathi Roy (no sé si escribo bien el nombre) en El dios de las pequeñas cosas, también lo que sucede al niño es en un lavabo de un cine.
Bueno, dejemos eso malo a un lado y quedémonos con tu historia.
Besos.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

La de doce con seguridad! Jeje muy observadora desde chiquita, se nota Ceci! Un abrazo

Tiffany dijo...

Hola!!!! mi mamá siempre me ah contado como era ir al cine antes, que pelis te pasaba y cuantas. La verdad que era fantástico. Ahora el cine esta muy americanisado hasta los aperitivos son yankis jajajaja ella me contaba que no comía pochoclos en el cine sino manis con chocolate.

PD: Me encanto tu blog :D y fue un agrado muy enorme encontrarlo. Así que aquí me quedo en tu hermoso espacio para leerte <3 si deseas visitarme mi blog es http://plegariasenlanoche.blogspot.com/ así nos estamos leyendo.

Un beso enorme desde Plegarias en la Noche.

Alberto V. dijo...

Buenas Ceci! Pues yo diría que eres un poco todas las chicas que aparecen en tu relato, descartando los seres mitológicos claro. Es un relato muy fotográfico por la descripción de todos sus personajes sobre la escena. No cuesta imaginarlos a todos. Y puesto a lanzarme a la piscina, me quedo con que eres la niña que no paraba de ir al baño... Lo siento, es tarde y mis neuronas andan un poco acostadas jeje

Besos Ceci

Tracy dijo...

Muchas películas a la vez además de la que se visiona en la pantalla.
Muy interesante.

Mamaceci dijo...

Gracias a todos por la visita, y si, en esta ocasión fui la niña de doce, aunque es cierto que tambien he estado en otras pieles de personajes en el cine, he sido la joven noviando, la adolescente en grupo con amigas y ahora la mama que va con su hijo.
beso a todos, hasta la proxima!

Albada Dos dijo...

Qué recuerdo más bonito. Esas salidas con la familia, con los aseos y las sorpresas. Muy curiosos.

Un abrazo y feliz lunes