sábado, 26 de junio de 2010

Una melodía para Clarisa

En tanto espera que la siesta llegue a su fin, vuelve a mirar el reloj de pared.
Detrás de la ventana frontal, la vigorosa luz puja, y solo el brocado de la cortina de vivos dorados y carmín, impide que mancille la fresca oscuridad interior.
Su mano corre apenas la cortina. Distraída, observa a unos perros vagabundear con aire señorial, mientras el pueblo se despereza de su modorra estival.
Los ve beber de la fuente y recostarse a la sombra de los árboles que custodian la casona familiar.
El viejo piano, un Steinway color nogal, ocupa un rincón privilegiado en la solemne sala.
Echa un vistazo a partituras y cuadernillos apilados sobre la mesa, y asiente para sí.
Repentinamente, una oleada de fría angustia hace mella en su estomago.
En ademán de estoica rectitud, endereza rápidamente su postura, y repasa mentalmente el aviso que fraguó con cuidado, escogiendo palabras elocuentes para remarcar la virtud de su arte, y atraer el interés de los pueblerinos.
Había sido publicado no sin antes debatirlo con el editor del diario local.
Profesora Clarisa Vega Alvarez. Clases de piano y formación musical...”
–Acaso podría ella, solterona en sus cincuenta, formar musicalmente las jóvenes mentes de los hijos del almacenero, o de la costurera? -Se pregunta amargamente.
“...música clásica...” –Dudo que despierte interés alguno! –Sentencia.
Una tras otra, las palabras pierden sentido: “...Armonía, improvisación, composición...”.
Suena la campañilla y mira por la ventana encortinada.
Afuera, el menor de los hijos del cartero, de aspecto vivaz, había sido arrastrado por su madre hasta la puerta de la casona.
Mientras la mujer lo insta a sacudirse el polvo de sus zapatos, la mirada de Clarisa se cruza con la de rasgos inquietos de su primer alumno.
-Vaya! –Y admite: -Puede que me lleve una sorpresa después de todo!

Con el presente post me sumo a la convocatoria para participar en "Concurso de relatos sobre anuncios clasificados de tablondeanuncios.com"

viernes, 11 de junio de 2010

Manías: 1ª parte.

Dado que tengo un tiempo de descanso por delante, antes de intentar un nuevo ciclo de FIV, además de que empezó a cundir el fervor mundialista. (Ojo! No es que yo no participe de él). Los partidos donde juegue Argentina no me los voy a perder, pero de seguro que no voy a estar prendida a la TV viendo los demás partidos, como sí piensa hacer RAT.
Ya ha dicho que le interesa ver los partidos de los países contrincantes, Nigeria, Grecia, Corea por razones obvias, pero también ha pronunciado su interés en ver Uruguay-Francia, por afinidad, Italia-Paraguay, por curiosidad, por la razón que sea y así con otros varios.
...Siendo que con algo habrá que entretenerse, me he propuesto, -y les propongo-, hacer el siguiente ejercicio (un poco tonto ya sé), de poner al descubierto nuestras manías, y las que nos desagradan de los demás.
Y quien sabe? Puede resultar valioso a la hora de reconocernos en las propias y ajenas.
En esta primera entrega va un listadito de manías que me son propias, y admito que pueden resultar un tanto fastidiosas para RAT.
Veamos:
Dos cosas que omito y que RAT siempre me lo echa en cara, y a mí francamente me parecen una tontera mayúscula:
.Cerrar la perillita del agua una vez que terminé de usar el lavarropas. A mi me parece superfluo, pero RAT dice que esto perjudica las cañerías. Mmm??
.Y cerrar con doble vuelta de llave la puerta del lavadero que dá al balcón de atrás.
Sí. Reconozco que mi inercia alcanza para darle solo una vuelta. Pero que más dá?
Estas cosas hablan más de las manías de RAT que de las mías!
Cosas que hago, un poco rayanas con la pavada, pero que hago por muy buenas razones:
.Lavar los huevos con detergente antes de guardarlos en la heladera.
Con poquito detergente aclaro. Ya sé que la cáscara del huevo es permeable!
Pero un poquiiito de detergente no hace mal a nadie y es preferible a la salmonella que se esconde en la mugre de sus cáscaras.
Tengo para esa tarea dos esponjas bien diferenciadas. Cuando se gasta la de lavar platos, la desciendo de categoría y la destino para lavar huevos, y a esta última la doy de baja definitivamente.
Claro que cuando vienen visitas a mi casa, y alguna de ellas tiene la buena voluntad y urbanidad de ponerse a lavar los platos, tengo que indicarle para que no equivoque de esponja. Igual la gente entiende!
.Tener dos o tres frascos de mermeladas abiertos en la heladera, además del queso crema.
Desde que consumo solo azúcar orgánico, y me privo de las grasas animales, he tenido que desterrar de mi alimentación a la manteca, y restringir el consumo de lácteos, solo a los descremados.
Por ende para desayunar tengo solo a mano el queso crema descremado, que se lo reservo casi totalmente a RAT, y alguna mermelada de las aptas según mis nuevos hábitos.
Por eso estoy en la búsqueda permanente de mermeladas, las que abro para probarlas, tener para ir variando, sin esperar a que se termine el frasco anterior.
Abro la heladera y me parece demasiado tener tres frascos abiertos, así que suelo apurar el contenido del que esta mas cercano a acabarse. Y termino ridículamente balanceando uno de los “demasiado”, con otro “demasiado”. O sea, untando una tostada con doble ración de dulce para darle fin...Pff! Y eso que estamos grandes, che!
.Llamar la atención de RAT con preguntas de escasa utilidad, en ocasión de estar él dibujando en la máquina.
Tengo el hábito muy arraigado de hablar sola, cuando estoy sola claro!
Por eso cuando RAT está en casa ocupado en sus tareas, me enfrasco en las mías con pensamientos y todo.
Me agarra una especie de incontinencia verbal, debido tal vez a una culpita irracional de estar muy a gusto con mis pensamientos, siendo que RAT está en el cuarto contiguo.
Entonces me salen en voz alta frases que nada tienen que ver con lo que estoy pensando en el momento, tales como: Y vos que tal?, ó: Como te va?...cuando ya hace tres horas que llegó a casa. Cuando no me sale un: Holaaa! Así con la vocal final sonando largamente en la atmósfera.
Puesta su atención en mí, rápidamente improviso una pregunta, tal como: No me contaste al final que paso con...?, ó : Que me dijiste que querías para acompañar las milanesas?
Por supuesto que él ya sabe de esto, entonces no me contesta.
Una de estas conversaciones se desarrolla más ó menos así:
-Mi amooor! -Desde la cocina.
-Que?
No me surge ninguna pregunta! -Pasan unos segundos sin mediar palabras.
-Nada, no?
-Ajah!

...Y hay mas!
Vamos, confiesen!
No se les ocurra dejarme aquí sola y expuesta!

lunes, 7 de junio de 2010

ZEN LUZ



RAT y yo fuimos de los tantos afectados por el apagón de la semana pasada.
Estuvimos sin luz ni agua durante 36 horas!
Sé que esto no espanta ni escandaliza a nadie, especialmente a los habitantes de estos confines. Que tan habituados nos tienen a los cortes y falta de suministros.
Es nada en comparación a los cortes programados de fines de los 80´, que se practicaban para apaliar la crisis energética. Se acuerdan?
Crisis energética ha devenido en los últimos años, en uno de esos latigillos que hacen furor en época estival!
Vino a sumarse a la lista de temas, de esos que ni bien se acaban los meses primaverales, tienen asistencia perfecta entre las atenciones de la población.
La agenda del verano incluye el agujero en la capa de ozono, el mosquito aedes aegypti transmisor del dengue, el desvelo por conseguir alojamiento en la costa y alcohol en gel a precios razonables, y los últimos chismes de los políticos y forrándula local.
...Se pronostican para la próxima temporada fuertes calores, grandes subas en el consumo eléctrico, exorbitantes alzas en las facturas del servicio, aplicación de multas por exceso del consumo sugerido, cortes de suministros varios, malestar general.
También se viene con todo el color negro, las tachas en cinturones y balerinas y vuelve para imponerse el talle alto en los jeans!
Aunque ésta es la realidad de todos los veranos, y aquella otra fue una realidad histórica que no esquivó a nadie que tenga, digamos...mas de treinta? Tengo que reconocer sin falsa modestia que a mi barrio siempre le tocó una mano con suerte en la repartija de cortes.
Gambeteó con destreza las molestias, y se mantuvo iluminado cuando otros padecían oscuridad.
Por eso quedamos genuinamente perplejos RAT y yo, cuando sentados a la mesa tomando unos mates vespertinos, -y después de casi 12 horas sin luz-, el día sin más, comenzó a darse a la fuga.
Dimos por terminada la espera y renegamos de cada promesa de solución que llegó cuando todavía estaba soleado.
La noche se fue cerrando y con ella terminaron por colapsar algunos de los sistemas que permiten el giro domestico.
El tanque dejó de cargar agua y pronto se agotó. Con ley marcial se escribió el rígido destino de la que en bidones se reservaba.
Los celulares perdieron señal, y la heladera hizo notar con ruidos, su descongelamiento agónico.
En breve, solo el freezer, -y por unas cuantas horas más-, se convertiría en el último bastión de fría conservación, y salvaría de la descomposición a sus vecinos comestibles del piso de abajo.
Librados de todos aquellos elementos que acompañan nuestras vidas, sin internet, ni tele, ni música, ni lectura, quedamos extrañamente sumidos en un ambiente de bucólica severidad.
Encendimos la radio spika, revalorada en la ocasión, y esas voces en formato de AM desacostumbrado, nos trajeron un inusitado alivio de estar conectados con los acontecimientos de afuera.
Las llamas de las velas parecieron eternizarse y acortaron nuestras miradas.
Los párpados se entornaron y se achicó nuestro mundo.
El universo se redujo al diámetro de la mesa de la cocina, iluminada débilmente de amarillo.
En tanto el aroma a curry, que fragante se desprendía de la cacerola donde se cocía el arroz con pollo, convocaba nuestros espíritus en antiguo ritual, en torno al fuego de la hornalla.
Los recuerdos se expandieron, y los pensamientos se hicieron más audibles.

La de arriba es una foto de la calle vista desde mi casa, con todas sus luces!