¡VUELVE A MI!
Hace mucho, yo no sabía.
No sabía que vivía con ella, que comía y dormía con ella,
que la respiraba. Que la inspiraba y la exhalaba fuera de mí, ¡temeraria yo!, es
que no lo sabía…Pero ahí se quedaba, rodeándome, despeinando mi cabello, disputándole
al oxígeno, por pura competencia, la
oxidación de mis células. No sabía que la llevaba erguida sobre mi espalda recta,
ni que se echaba sobre mí como un gato cuando nos cansábamos. Tampoco sabía que
le hacía ojitos al tiempo cuando solía rezongar por la falta, y también por el exceso de éste. Ojalá lo hubiera sabido como lo sé hoy. De saberlo: hubiera demorado
la sensación casi física, efímera que de ella percibía en mi cuerpo cuando era
empujado por unas olas compactas que me rebanaban a la altura del cuello, o
cuando la intuía con mis ojos cerrados, pincelada en tonos amarillos y verdes estrellados apuntándole al sol. Y tal vez, hubiera ido más lejos taconeando fuerte por las veredas con el
pensamiento suelto.
Ahora sé de ella. Sé con toda certeza dónde está, porque no es
conmigo.
Puedo verla, tocarla, moldearla como masa. Puedo hacer lenta la
caricia sobre las redondeces de la B o la preñez eterna de la D, ¡LIBERTAD!, a un brazo de distancia, escrita
sobre la pared es un grito que se atora en la garganta cerrada, una herida que recuerda una separación dolorosa. Contengo sin dificultad las lágrimas….¡también las extraño!.
14 comentarios:
Que emotivo relato , nos has llevado de la mano con ella sin saber que todos la tenemos pero algunos no sabemos distinguirla ..
Un abrazo y que te acompañe el resto de tus días esa amiga silenciosa llamada Libertad.
Precioso relato, a veces no se le da valor a muchas cosas entre ellas la libertad, hasta que se pierde, y cuesta mucho recuperarla.
Un abrazo
Intenso, emotivo, auténtico texto libertario que emociona y nos llega con su simpleza. Un placer leerte, Ceci. Un fuerte abrazo
Maravilloso y poético. Conmovedor y veraz…
Ella está como un halo divino aun cuando, a veces, no sabemos apreciarla. Esas pequeñas y grandes dosis que nos acompañan a lo largo de la vida y que, solo cuando las perdemos, nos damos cuenta de las veces que nos acompañó...
Un placer leerte, amiga.
Abrazo enorme, y muy feliz finde 😘
Muy emotivo, de haber sabido qué tanto era, habríamos gozado más de la valiosa libertad
Un abrazo grande
Qué manera más sensible de expresarlo que has tenido, las pinceladas de tus letras me tocan el corazón, la verdad es que me ha encantado.
Un beso enorme.
Hola Mamaceci,
Que hermoso,emotivo y poético micro. Bien dice el dicho: nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde.
Saluditos
Es un placer pasar por tu blog.
Te paso el mio por si quieres criticar.
Gracias.
https://anna-historias.blogspot.com/2019/03/per-tot-arreu-tespero.html?m=1
Emotivo e intenso, a veces no nos damos cuenta y no sabemos apreciarla, pero siempre está en pequeñas e intermitentes dosis.
Abrazo
Una elegía a su pérdida. No nos damos cuenta de lo que tenemos, hasta que lo perdemos.Así es la vida.
Debo reconocer que al principio, leía los primeros párrafos de nuevo para ver si me había dejado algo por leer, porque no entendía si se refería a un novio o esposo....al final, ya se me hizo todo claro .
Besossss...Muy buena entrada..
Siempre extrañamos lo que perdemos. Y hay pérdidas que duelen lo indecible. La libertad es una de ellas.
Que bonito escribes el sentimiento de pérdida.
Bss.
No sabemos lo que tenemos hasta que estamos a punto de perderlo, o hasta ese momento en que nuestra cabeza, por algo externo muy personal, nos cruje y vemos como la luz entra por la ventana. Igual para algo positivo como negativo. En este vaso, merece la pena.
Muchos besos.
Cuanta belleza encierran tus letras
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