jueves, 7 de abril de 2011

Relato de Jueves Literario: La Cara.

Esta semana los jueveros fuimos convocados para un nuevo desafio. Un relato a 4 manos. En parejas.
El azar me emparejó con Solitude, el placer hizo el resto.
Arqueóloga accidental como ella se define, Solitude a diario escudriña la historia, y en este relato se mete en la piel de Irene, que adivino es en parte su propio reflejo.
Ha sido para mi un honor acompañar con una pincelada del pasado para el ensamble gustoso, un drama humano, como cualquiera, en todo ambiente y en todo momento. Gracias Solitude!

Mas relatos en lo de Gus: http://callejamoran.blogspot.com/

UNA MONEDA DE DOS CARAS



Una villa romana perdida en alguna parte, cuyas coordenadas nunca figuraron en los mapas, yace desubicada, para el mundo, son las ruinas de aquello que un día fue, la grandeza de otros tiempos; celosas guardianas de un secreto.

Aquella primavera Irene aprendió algo que siempre supo, en teoría; las apariencias engañan. No es bueno juzgar, la información que nos llega de forma fácil, a simple vista, hay que actuar con ella, como se actúa con la tierra que se extrae de la Unidad Estratigráfica, en cualquier yacimiento arqueológico; pasarla por la criba, y aislar minuciosamente la certeza, de cualquier otro pensamiento que la pueda contaminar. Porque, de lo contrario, nuestra hipótesis siempre será errónea, podríamos equivocarnos.

Los resultados de varias campañas de trabajo estaban aportando sus frutos; Un viejo Legionario, Marcus Fulvius, al servicio de Roma, logró en el año 62 instalarse en Hispanía, sin duda alguna, fue un hombre influyente; supo ganarse los favores del último emperador de la dinastía Julio-Claudia, Nero Claudius Cæsar Augustus Germanicus, “Nerón”. Una moneda con su efigie había servido de amuleto a Irene, durante años. Era solo una mala falsificación, de plata. Ahora tenía la oportunidad de reencontrarse, no con una, sino con varias, y todas ellas autenticas.

El viejo legionario había acondicionado un espacio, en el que aun podían encontrarse restos de las lujosas teselas; minerales preciosos, portados de Oriente, de Egipto, todos ellos dignos, para la ocasión; un pequeño santuario, en honor al emperador, en el que posteriormente, después de su muerte, el mismo lo habría divinizado… Sí, a ese Nerón, que todos nosotros conocemos porque una parte de la Historia, “Damnatio memoriae”, (cuando los emperadores caían en desgracia) se ha encargado de asociarlo con el estigma de la crueldad, y de la degeneración…

Pero, a Irene siempre le gustó mostrarse crítica con todo aquello que sus ojos veían, por que, ella sabía, sabe, por experiencia, que la objetividad no es fruto de una sola mirada, y que, si se desea “rozarla”, quien escucha y lee ha de mantener abierta su mente. De estudiante, ella ya se preguntaba; ¿por qué un hombre tan cruel, tan inhumano, depravado… después de treinta años de su muerte, seguía recibiendo ofrendas florales en su tumba, por qué…? Ahora, tal vez, tendría la oportunidad de averiguarlo. Las fuentes clásicas solían ser panegíricos, partidistas, destinados a enaltecer la figura de un determinado personaje. Y, quienes escribieron la Historia que hoy conocemos, la que a través de los siglos ha prevalecido, en contra de Nerón, estaba destinada a mancillar su memoria… ¿Por qué?, nuevamente, se preguntaba Irene… Se dice que Nerón, gozaba del respeto de los Partos. Poco sabemos del Nerón culto; del hombre al que formaron los estoicos, y que poco a poco, en esa época, ellos los estoicos, fueron conformando los cimientos de creciente Cristianismo; una “secta” perseguida que acabó por practicar el totalitarismo y la intolerancia con quienes no eran adeptos a su causa. Hoy sabemos que Nerón quiso conocer más y mejor, los misterios que se escondían en otros cultos, el de esos otros pueblos que él gobernaba. Cultos mucho más tolerantes que las filosofías en las que él mismo fue iniciado. Los Partos, adoraban a Ahura Mazda por lo tanto eran mazdeistas (una de las religiones más antiguas del planeta), en particular, rendían culto a Mitra (Se le menciona frecuentemente en el los himnos védicos y casi siempre aparece emparejado con Varuna, pero más allá de la mera aparición de su nombre, se conoce poco de él. Se conjetura, a grandes rasgos, que Mitra era el sol naciente, Veruna el sol poniente, o Mitra el cielo durante el día, Varuna el cielo por la noche, o uno es el sol y el otro la luna. En cualquier caso, es una deidad de luz o solar de algún tipo, aunque en tiempos védicos su mención vaga y general indica que su nombre era poco menos que un recuerdo. En Avesta es una deidad algo más viva, la que hoy, aun sigue simbolizando la piedad hindú…).

Marcus Fulvius era aún delgado y ágil. Su andar marcial delataba su pasado castrense.
Su valerosa participación en las campañas de la Galia, su incuestionable fidelidad a la causa y gloria del Imperio, tanto como su prestigio sin tacha, le valieron el favor del joven emperador reinante.
Nombrado procurator de la provincia de Tarraconensis, y hombre de la “confianza Neroniana”, bajo su ala protectora vivió en consonancia con los aires de paz y prosperidad que acompañaron a los sucesores de Augusto, y amasó una fortuna.

Desde la terraza de su residencia podía ver la verde pradera a lo largo de la cual se extendían sus dominios.
A un lado el bloque de viviendas de los esclavos, recubiertas en ladrillos. Allá una tropilla de caballos pastando. Y lejos, donde sus ojos se perdían en el horizonte, el campo abierto. Vastos trigales. Tierras fértiles que producían abundancia de cereales y de fauces generosas, de las que se extraían todo género de metales.
Cundía delante de sí el verde irrefrenable, y sin embargo podía sentir la brisa salobre que llegaba del mar a sus espaldas.

Hacia días que no dormía bien y su mente no tenía descanso.
Los recientes acontecimientos políticos originados en el descontento de la nobleza rancia, -a la que pertenecían los gobernantes de las provincias occidentales del Imperio-, ensombrecían su destino.
Inquieto recorrió las estancias de su residencia. Observó con desgano las paredes y techos ornamentados con finos mosaicos y pinturas. Donde quiera dirigiera sus ojos, había objetos de lujo. Vasijas sopladas con vidrios fundidos en tonos ocres, grises y bronces. Brillaba la platería, las figuras doradas y las tallas en ónice.
Parado bajo el dintel del ingreso a la cámara nupcial, contempló el mural que lo retrataba junto a su esposa.
Livia tenía un cutis pálido, los cabellos cuidadosamente peinados enmarcaban pulcramente su cara ovalada y su fino cuello.
La serenidad de su mirada y la posición de los hombros, denotaban cierta afectación propia de su estirpe patricia.
-Aún rodeada de riquezas, esa matrona romana a la que vio envejecer y envilecer a su lado, odió cada segundo que estuvo alejada de los suyos, sus privilegios e ilustres tradiciones. -Pensó con amargura.
La mujer de principios fuertemente enraizados en los valores republicanos de la antigua clase dominante, reprobaba el esplendor ostentoso, las extravagancias y el gusto por el lujo extranjero que profesaban los nuevos ricos.
La íntima convicción de su superioridad moral, le había hecho adoptar a través de los años, una pose de resignación estoica. De vergüenza dignamente digerida.
Sus ojos apagados y su rictus agriado lo acusaban de acomodaticio!

Se dijo que su esposa era afortunada después de todo. Su mente estrecha jamás corrió riesgo! Ninguna duda se asomó en ella ni abrió paso a debate alguno! Y considerando los vientos que corrían, puede que su vieja raigambre la pusiera a salvo del revisionismo histórico, que procura indulgencia, y ofrenda al vencido para desquite del juicio crítico.

Marcus Fulvius atravesó el atrio rodeado de columnas y se encaminó al interior del santuario, atraído por las luces ígneas que arrojaba la llama crepitante.
Se detuvo frente al altar dispuesto para la adoración, el recogimiento y la oración…

Siempre se vio a si mismo como un estadista. Su mente y espíritu que no reconocían fronteras más que la del valor y la lealtad, habían abrazado con fervor el credo de su emperador.
¡Como resistirse a la fuerza arrolladora de ese joven, -que otrora discípulo de Séneca-, era venerado por los reyes Mitrídates como al propio sol viviente!
Brillante y entusiasta, de espíritu sagaz e inquieto, buscador de verdades, encabezó el cambio profundo y ambicioso que implicaría un sesgo en los cimientos culturales de la vieja Roma.
Y él, Marcus Fulvius se había sentido honrado de ser depositario de fines elevados, y de compartir los ritos dignos de los hombres de armas, en cuyo tronco se valoran el honor, la hombría, la fidelidad y la hermandad.
Sin embargo,… la marcada inclinación del emperador por las doctrinas orientalistas entre otras causas, provocarían su caída. –Lo sabía. La revuelta ya estaba en marcha.

Tomó una moneda de oricalco y la observó con detenimiento.
En una de sus caras se veía el busto del emperador con una corona radiada.
En la otra, SECVRITAS AVGVSTIS…paradójicamente una alegoría de la seguridad.
El hombre sentado en su trono, en pose relajada, porta un cetro en su mano izquierda y a sus pies un altar encendido.
Livia jamás posó un dedo sobre una de ellas, ni lo posará. –Dijo esto último en voz alta, sorprendido por la naturaleza de los pensamientos que acudían a su mente.
Arrojó la moneda sin remordimiento, y admitió con ironía, la inutilidad de cualquier esfuerzo. Y dejo que libres sus pensamientos, fueran a confluir a esa domestica realidad intramuros. Reducida a un duelo de conciencias con su esposa…

Irene observo la moneda y pensó en ese desconocido, al que la sentencia de la Historia condeno a no tener el más mínimo derecho. Las dos caras de la moneda pensó: En una, la persona, frente a su decisión de no acatar lo que le dicta la mayoría. En el anverso, el poder, su peso… que todo lo puede; todo lo magnifica, o, destruye… Persona y poder; pasión y sentencia; odio y destrucción. La arqueóloga guardo la moneda en su bolsillo, y dirigió su mirada hacia el horizonte, se preguntó, si tal vez Mitra, habría dejado su luz encendida para él… Todos necesitamos una luz que nos guíe. Cuentan los fieles mazdeistas, que cuando la gran llama se apague, el mundo entero sucumbirá… Un guardián vela por esa llama, en la actualidad, como lo hicieron sus antepasados; ellos velan por y para que el caos no se apodere de nuestras vidas. Tal vez Nerón creyó en esa llama, y la buscó, y ese fuese su único castigo… Irene da la espalda a la Villa, al viejo legionario… a Nerón. Tal vez, ella también necesita sentir que la llama sigue viva; también necesite creer, aferrarse a algo, cuando todo a su alrededor se apaga… Porque, en el fondo, las personas, no somos tan distintas, aunque hayan trascurridos siglos, muchos siglos

17 comentarios:

Natàlia Tàrraco dijo...

Ceci y Solitude, las dos caras de una misma moneda ROMANA. Ayyyy, que estoy emocionada, asombrada, maravillada porque de esa moneda hallada volaís a la época de Nerón en Tàrraco, recurso literario que os ha salido bordado !Ave! Voto a los Capitolinos dioses, en el corazón me habeís dado de lleno.

Este relato es un início de novela, dadme más, siiii. Un secreto os cuento; escribí en catalán una novela: Tarraconensis, y el padre del héroe fue el auténtico gobernador de la provincia: Gayo Valerio Avitvs, y jeje, habitó la Villa dels Munts cerca de Tàrraco, en tiempos de Antonino Pío. Ayyy, que he vuelto a ella pero retrocediendo hasta Germanico Nerón.
A base de palabras fascinantes, con aromas, paisajes, atmósferas, me he paseado por el átrio de la villa con Marcvs, junto al larario, con él he revisado los acontecimientos de la época, y esa estirada Livia, tanto como la Faustina de mi Gayo, la he visto retratada en un fresco.

Malas lenguas las de Tácito o Suetonio a la hora de definir el personaje Nerón, eran algo republicanotes esos dos historiadores clásicos, peor fue la novela romántica del diecinueve, por ejemplo: QVO VADIS...en las cuales convenía dejar por los suelos al emperador para enaltecer una muy lograda campaña de "martirologios místicos". No digo que fuera un santo Nerón, pero no fue como lo pintan ni en cine ni en textos. El culto de Mitra se extendió a occidente gracias a los legionarios que lo trajeron del este, culto antiquísimo como dejaís constancia, luminoso, astral, zodiacal, con muchísimas connotaciones cristianas, o al revés, porque nació el solstício de diciembre Mitra, en una cueva, adorado por pastores, la comunión unía a sus fieles bajo las espécies del pan y el vino, y se iniciaban por el bautismo por aspersión...eso siglos antes del nacimiento de Cristo ¿sigo? No, que aburro.

Es que me habeís entusiasmado, me habeís regalado un relato magnífico, a cuatro manos, en el cual se adivina a veces la de una, pero muy poco.
Magistral, repito, pido más, amigas mías.
Felicidades !salve!

Juan Carlos Celorio dijo...

Excelente. Buena la idea, los dos personajes, recreados desde su relacion con esa moneda. Narración esmerada, propia de cada una de vosotras.
Se nota buena compenetración y creo que, como dice Natalia, merece que sigáis, con ésta u otra historia.
Saludos y felicitaciones a las dos.

San dijo...

Ceci y Solitude este relato es un primer capítulo de una magnífica historia, si hay que pensar en una segunda entrega.
Irene descubrió esas dos caras de la moneda
Como nosotros hemos descubierto vuestra perfecta compenetración . Felicidades a las dos.
Besos.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Un relato vuestro ciertamente fascinante. Yo, diría que sobrecogedor a causa de esas reflexiones últimas.
Fantástica esa descripición de una mente tan acomodaticia como la de Livia.
He conocido alguna gente así en mi propio entorno familiar.
Buenas vuestras explicaciones sobre Nerón y aquella epoca plena de sus realizaciones.
Sobre el mazdeismo, había conocido algún detalle en mis modos un tanto diletantes de haber leído, pero me pasaba desapercibido fundamentalmente. El mazdeinsmo o zorotrastismo y su culto al fuego. Una religión antiquisima que se sigue practicando.

Prefiero, en verdad la Galia de escenario. En concreto, algo centrdo en la helénica Marsilia
¡Sí, exigencias por mi parte hacia vosotros en relación a lo que ya se hizo!
¡Interesante vuestra colaboración, sin duda!
Pura pasión, por lo demás, en lo que a mi respecta por las raíces de mi pensamiento, por esas expresiones de aquellas actitudes que se reflejaban en frescos, monedas y otros restos; vanidad de contrastar algunos datos... Finalmente una melancolía muy profunda, esa que a mí me embarga en razón de los hechos de nuestra actualiad que se suceden.



Tésalo

CARMEN ANDÚJAR dijo...

Muy buen relato, como dicen los compañeros muy bien conjuntadas, y una buena lección de historia, a partir de la moneda que encuentra la arqueóloga. También yo pienso que es un buen inicio para una novela.
Felicidades

Any dijo...

Impresionante la descripción para meter al lector en situación; recuerdo muy poco de esa parte de la historia y Nerón no era ciertamente uno de mis personajes preferidos; sin embargo, tal como dice el texto, los que escriben la historia tienen la posibilidad de formar opinión y generalmente lo hacen. Hay tantos detalles y tantas cosas que nunca sabremos ... .
Venía tratando de ubicar cual era la parte escrita por Ceci y cual la escrita por Solitude (a quien conozco muy poco). Cuando leí "revisionismo histórico" dije ya está! esta es Ceci jajajajjaja (es que somos pocos y nos conocemos mucho, aqui medio que tenemos una sugestión con el tema del revisionismo, por lo menos en mi época de estudiante)
También me pareció encontrar a Ceci en la descripción tan detallada y entretenida de la casa de Marcus, pero bueno, al margen de esta manía de querer saber quien escribió que: las felicito chicas por el esfuerzo que le han dedicado al texto y la continuidad que han logrado darle.
Un beso para ambas

Javier Muñiz dijo...

Hola, íntimo y bello blog, profundas entradas, si te gusta la palabra en el tiempo, la poesía,te invito al mio,será un placer,es,
http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
gracias, buen sábado, besos cómplices...

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Ha sido esta una experiencia de jueves sin duda especial. Textos tan diversos se han dejado desarrollar a cuatro manos, en forma tan desenvuelta que uno no alcanza a identificar quién escribió qué. en este caso, a la conjunta labor se le agrega la compleja tarea de meter al lector en una atmósfera que ya es ajena para la mayoría, pero que igualmente nos transporta con interés y encanto hacia a aquellos tiempos.
Una historia que merece ser disfrutada!

Un saludo para ambas coautoras.

Mamaceci dijo...

Natalí, gracias por tu entusiasmo que contagia. Siempre generosa en elogios, debes ser muy buena docente porque arengas las ganas y voluntad en las masas (seguro en tus alumnos). Ya sabía que te ibamos a dar en tu tema, despues de todo yo tambien tengo una pequeña conexión con Tárraco, ya que mi abuelo nació en Tivisa. Acá la erudita es Solitude, ya que yo estudie a los romanos desde lo institucional. Te cuento que vos me diste la clave, leyendote decias que lo dificil era documentar ( lugar, geografias, elementos etc para dar verosimilitud) el resto era una escena entre humanos como cualquier otra, y la verdad es que yo lo vengo poniendo en práctica y tenes razón. Busco la información, sin muchas pretensiones claro, y ya! Te mando un gran beso
Juan Carlos gracias por tus palabras a las que considero calificadas
San, fue un verdadero placer la experiencia. Gracias y besos para vos
Tesalo vos le llamas vanidad, yo lo veo como curiosidad e interes que agradezco, esa mania que halaga de contrastar los datos. Y por ahí en la próxima haya relato con situación a pedido de parte ja!
Carmen gracias por estar siempre presente on tus palabras generosas.
Any pero que perpizcas muchacha!
Yo pensaba cuando te leia que ultimamente estamos muy rodeados de esta falta de fidelidad histórica no? Creo que eso traerá ajuste de cuentas históricas algún dia. Un abrazo vecina
don vito: Gracias por pasar, ya me llegare por tu casa, un placer.
Neo, yo tambien pienso lo mismo. Me asombró gratamente la lectura de todos los relatos. La calidad y el ensamble sin fisuras. Te agradezco tus amables palabras. Besito

Primavera dijo...

Que original me gusto mucho...Felicidades a las dos.
Primavera

Alfredo dijo...

Brillante, te quedas pegado a la pantalla esperando más.
¿Cómo lo habéis hecho?
¿Una letra cada una?
Un relato sin fisuras, uniforme, atractivo.
Dos caras para un solo relato que lo tiene todo.

Besos

Lola dijo...

Siempre es celebrada por mí cualquier oportunidad de darle un repaso a la historia, de volver a las fuentes...
Valiene Irene, es dificil meter la cuña para cambiar algo establecido, algo que queremos creer, o que algunos poderosos quieren que creamos.
Ojalá hubiera más Irenes, especialmente en este país.
El relato, impecable, como siempre, felicitaciones a ambas!

besos!

Matices dijo...

Que magnífico equipo, tengo poco de decir, porque se ha dicho todo... Lo lees como el que inicia una novela que en sus primeros párrafos ya te ha conquistado y cuando terminas, quieres más...
Felicidades, Ceci y Solitude

Un beso

Manuel dijo...

Ceci, Solitude
Muchas lecturas pueden hacerse de este relato a cuatro manos, documentado pero asequible al profano y mostrando las dos caras, la humana con sus dudas y sus temores y la del poder con sus valores y sus lealtades.
Tendre que leer de nuevo la parte politica del relato, me gustó ese contrapunto ante la persona una vez apartada la autoridad politica.
Besos a las coautoras