Debe ser que siempre fui una chica tonta, y en afan de sincerarme admito que pongo demasiado empeño en que estas fechas me afecten del único modo, en el que escasamente me afectan.
Vale decir que me afectan de mil maneras indeseadas. Me violenta la cantidad de gente en las calles, el tránsito, me abruman las compras y preparaciones varias, me estresa viajar a pasar las fiestas con mi familia y finalmente me produce una sensación angustiosa el encuentro con algunos rincones de mi vida de niña y alguna que otra vulnerabilidad y quietud por alli circundantes, de las que no voy a abundar.
En fín, todas menos una. De la navidad en sentido lato, de esa que te inunda de espiritu homónimo, pleno de buenos y hermosos sentimientos!. De esa, poco y nada.
Aun así, y por ser ésta la fecha apropiada. Por encontrarse los cielos abiertos y los canales de escucha mas aceitados, y el espiritu bienintencionado mejor dispuesto. Quiero aprovechar para expresar mi deseo y lanzarle a la vida este guante con la esperanza de que lo recoja.
Resulta que la vida y yo tenemos una deuda de honor, y que hasta el momento no hemos saldado.
A esta hermosa y cruel fémina se le dio por amputarme los lazos que me unen por derecho de nacimiento a la génesis maternal. Primero cortándo la atadura de mi madre siendo chica y ahora privándome de la habilidad generativa que me corresponde por ley universal.
Y así quedé yo, esferica y varada en un limbo donde se flota sin hilos que me cuelguen, que me sujeten hacia atrás y adelante en la continuidad umbilical.
En vano he hurgado en mi anatomía tratando de encontrar alguna saliente. He revisado radiografías y ecografías procurando hallar alguna hendidura o rompiente que sugiera que el núcleo de la vida está en mí.
Ay! Si pudiera una entraña alcanzar y tirando de ella desentrañar el misterio de la génesis, que por herencia biológica mia es!.
Siendo ésta una disputa de féminas pido disculpas al hombre que me incumbe, en caso de sentirse algo excluído.
Sé como quiero ser pagada!, por ello propongo arreglar cuentas, y como no sé donde firmar para sellar nuestro compromiso, arrojo este pacto espero de adhesión para quien corresponda:
Yo, mujer nacida de mujer. Heredera material de la continuidad y devenir natural conforme la ley del universo, deseo que me devuelvas al lugar que merezco por derecho biológico, y que me hila dentro del tramado inacabado e infinito que teje vida.
Como contraprestación prometo honrarte siempre, de acuerdo con mis posibilidades, por naturaleza mejorables.
Una vez pagada la deuda y satisfecha mi acreencia, nada mas tendrán las partes para reclamarse por cuentas pasadas ni lágrimas derramadas.
En virtud de conformidad, firman al pie:
VIDA ...............................YO
PD: Feliz navidad y mejor año nuevo para todos!.
Es mi deseo honesto que todos sin excepción vean cumplidos sus sueños, y tengan la fé suficiente para renovarlos.
Porque yo tenía un placard que parecía no tener fondo. El mismo albergaba un universo de cosas variadas y algunas hasta olvidadas. Grande fue su fama y a mucha gente su capacidad impresionó, que a menudo sobre un objeto o prenda preguntaban: ¿Acaso lo sacaste del fondo de tu placard?
lunes, 28 de diciembre de 2009
jueves, 10 de diciembre de 2009
Buenos Aires, personal trainer de mis neuronas
Enredada estoy, al igual que muchas, en esta modalidad de compras que campea en todos los shoppings, y que lidera la promoción de los fabulosos descuentos que ofrecen los distintos bancos por el uso de sus tarjetas. Los que amablemente y como buenos chicos, -capaces de compartir locales y clientela-, se han dado en repartirse los dias de las semana, para ofrecer sin molesta competencia, ventajas sin igual. Tanto es dicho furor, que según sea el dia vemos a los mismos comercios, -sin falsos reparos de exclusividad y lealtad-, cambiar mercenariamente a diario los carteles que indican, su local opera con tal o cual tarjeta.
Hace unos dias tuve una visita del interior, a quien, -luego de deslizarme casi como si fuera un dato menor, sus intenciones de efectuar algunas compras de oportunidad-, traté energicamente diría (quizas demasiado arrebatada por los acontecimientos comerciales) de interiorizar en este complejo cronograma de agenda. Donde y cuando podría obtener mayor ventaja segun fueran sus posibilidades, y claro, además de como llegar al lugar de referencia.
Resultó ser éste un plan pretenciosamente exigente para mi pariente politico, el que casi no hacia tiempo, -despues de cumplidas las funciones de trabajo que lo trajeron hasta aquí-, de llegarse al comercio de turno, en una ciudad que además se vió particularmente convulsionada por cortes y manifestaciones de todo color.
Así que mientras yo lo llamaba desde el shopping elegido, tratando de moderar mi tono de voz para esconder mi casi desesperación porque el dia se acababa y con él las promociones que tuvieron lugar, y ahogar así lo que pudiera remotamente parecerse a un reclamo de porqué no estaba donde debía estar, "avistando prendas como yo"?. El mismo en respuesta, acompasaba el tiempo a su tranquilidad, augurando que así sería cuando pudiera.
De hecho, antes de irse y despues que le manifestara mi lamento por lo que creía yo una desventaja, -haber efectuado sus compras a destiempo y una vez muerta la promoción antes viva-, mi allegado muy por el contrario, se manifestó satisfecho con lo adquirido y agradecido por mi ayuda.
Esto me hizo pensar en esta ciudad y sus habitantes!.
Y es que la ciudad con todos sus desafíos y el modo de vida que impone, nos obliga a mantener nuestra máquina cerebral perfectamente aceitada y calibrada para no quedarse atrás en esto de sacar el mayor provecho del empleo de escasos recursos. La palabra es "optimizar".
Aquí hasta el mas humilde de los trabajadores tiene noción de ello. Las circunstancias le enseñaron que el tiempo es poco, las distancias muy largas y aunque la necesidad mucha, su engranaje neuronal discurrirá indefectiblemente alrededor de esta noción, de como acomodar mejor sus recursos. (Aunque a veces puede que gane la necesidad)
Se me ocurre la ciudad como un enorme campo de deportes con barras y paralelas, donde se ejercitan hasta el grado olímpico las neuronas colectivas.
Desde ya que en los lugares mas chicos, sucede que también la función neuronal de sus habitantes se ajustan a la circunstancias locales. Sin embargo puedo afirmar con conocimiento de causa, que los recursos son distintos. El tiempo no es tan limitado, por tanto es innecesario hacer grandes esfuerzos para administrarlo mejor, ni hacer un ranking de actividades para privilegiar en cumplimiento a una sobre otra. Las distancias son cortas, de manera que permite el trazado despreocupado de objetivos, que si de algo me olvido, puedo rapidamente volver sobre mis pasos y procurarlo. La trama social así y todo es compleja. La gente mayormente se conoce, los comercios no son muchos y la competencia no se rige tanto por los parámetros aquí conocidos.
No deben sus habitantes realizar intricadas ecuaciones que tengan en vista la agenda y las ventajas de reintegros bancarios, ni los obligan a seguir infatigables las huellas de las promociones diarias, caprichosas y advenidizas por naturaleza.
La convocatoria comercial de sus habitantes no es tan fluctuante, aunque si un poco antojadiza. No responde completamente a cuestiones de mercado, sino bien a profundos hábitos que tienen mas que ver con la confianza y la lealtad.
Desde que vivo en Buenos Aires mi mente se ha venido entrenado, a los saltos, esquivando, calculando rapidamente, decidiendo y finalmente ejecutando, casi sin darme cuenta. Y hoy puedo casi decir sin remilgos y a la luz de todas estas circunstancias que apunto, que mis neuronas estan en buena forma!.
Recuerdo que al poco tiempo de conocer a RAT, quedé sorprendida por su meticulosa forma de organizar sus actividades. Como anotaba absolutamente todo en su agenda a la que miraba y miraba, haciendo mas anotaciones, resolviendo logisticas y optimizando su dia de trabajo. Me parecía una habilidad increíble por carecer yo de la misma.
Hoy nuestras habilidades y actividades se encuentran naturalmente divididas por afinidad o por elección. Así mientras la cocina es mi territorio y me encargo de la casa en general, RAT es un eximio administrador, además de tener a su cargo las cuestiones de la casa mas "edilicias". El sabe que impuestos y servicios deben pagarse, cuanto etc. Hace listados en excell con todos los gastos e incluso tiene listados estadisticos de cuanto se gastó por los mismos rubros años anteriores. (Si estuviera por las mias, seguramente gastaría mas de lo que tengo).
Yo por mi parte, y haciendo honor al ejercicio diario neuronal, transito por esta ciudad tomando nota mental de casi todo. De donde se encuentran las cosas que nos gustan, de los espectaculos y eventos para ver. Soy la que lleva el registro de una ciudad que ofrece innumerables ventajas, y la que busca minuciosamente el regalo apropiado para cada miembro de la familia.
Confieso que me divierte ser quien, -de conformidad a nuestra división espontanea de tareas-, traiga a casa como aporte, algo del pulso de esta ciudad.
RAT se mueve por sus calles en auto, y como habitante su participación es activa, inmersa, y realmente padece la ciudad. Yo lo hago en transporte público o caminando, y a pesar de que hace años vivo en ella, todavía la observo con cierta extrañeza, como una visitante eterna. La miro y me gusta hacerlo.
Hace unos dias tuve una visita del interior, a quien, -luego de deslizarme casi como si fuera un dato menor, sus intenciones de efectuar algunas compras de oportunidad-, traté energicamente diría (quizas demasiado arrebatada por los acontecimientos comerciales) de interiorizar en este complejo cronograma de agenda. Donde y cuando podría obtener mayor ventaja segun fueran sus posibilidades, y claro, además de como llegar al lugar de referencia.
Resultó ser éste un plan pretenciosamente exigente para mi pariente politico, el que casi no hacia tiempo, -despues de cumplidas las funciones de trabajo que lo trajeron hasta aquí-, de llegarse al comercio de turno, en una ciudad que además se vió particularmente convulsionada por cortes y manifestaciones de todo color.
Así que mientras yo lo llamaba desde el shopping elegido, tratando de moderar mi tono de voz para esconder mi casi desesperación porque el dia se acababa y con él las promociones que tuvieron lugar, y ahogar así lo que pudiera remotamente parecerse a un reclamo de porqué no estaba donde debía estar, "avistando prendas como yo"?. El mismo en respuesta, acompasaba el tiempo a su tranquilidad, augurando que así sería cuando pudiera.
De hecho, antes de irse y despues que le manifestara mi lamento por lo que creía yo una desventaja, -haber efectuado sus compras a destiempo y una vez muerta la promoción antes viva-, mi allegado muy por el contrario, se manifestó satisfecho con lo adquirido y agradecido por mi ayuda.
Esto me hizo pensar en esta ciudad y sus habitantes!.
Y es que la ciudad con todos sus desafíos y el modo de vida que impone, nos obliga a mantener nuestra máquina cerebral perfectamente aceitada y calibrada para no quedarse atrás en esto de sacar el mayor provecho del empleo de escasos recursos. La palabra es "optimizar".
Aquí hasta el mas humilde de los trabajadores tiene noción de ello. Las circunstancias le enseñaron que el tiempo es poco, las distancias muy largas y aunque la necesidad mucha, su engranaje neuronal discurrirá indefectiblemente alrededor de esta noción, de como acomodar mejor sus recursos. (Aunque a veces puede que gane la necesidad)
Se me ocurre la ciudad como un enorme campo de deportes con barras y paralelas, donde se ejercitan hasta el grado olímpico las neuronas colectivas.
Desde ya que en los lugares mas chicos, sucede que también la función neuronal de sus habitantes se ajustan a la circunstancias locales. Sin embargo puedo afirmar con conocimiento de causa, que los recursos son distintos. El tiempo no es tan limitado, por tanto es innecesario hacer grandes esfuerzos para administrarlo mejor, ni hacer un ranking de actividades para privilegiar en cumplimiento a una sobre otra. Las distancias son cortas, de manera que permite el trazado despreocupado de objetivos, que si de algo me olvido, puedo rapidamente volver sobre mis pasos y procurarlo. La trama social así y todo es compleja. La gente mayormente se conoce, los comercios no son muchos y la competencia no se rige tanto por los parámetros aquí conocidos.
No deben sus habitantes realizar intricadas ecuaciones que tengan en vista la agenda y las ventajas de reintegros bancarios, ni los obligan a seguir infatigables las huellas de las promociones diarias, caprichosas y advenidizas por naturaleza.
La convocatoria comercial de sus habitantes no es tan fluctuante, aunque si un poco antojadiza. No responde completamente a cuestiones de mercado, sino bien a profundos hábitos que tienen mas que ver con la confianza y la lealtad.
Desde que vivo en Buenos Aires mi mente se ha venido entrenado, a los saltos, esquivando, calculando rapidamente, decidiendo y finalmente ejecutando, casi sin darme cuenta. Y hoy puedo casi decir sin remilgos y a la luz de todas estas circunstancias que apunto, que mis neuronas estan en buena forma!.
Recuerdo que al poco tiempo de conocer a RAT, quedé sorprendida por su meticulosa forma de organizar sus actividades. Como anotaba absolutamente todo en su agenda a la que miraba y miraba, haciendo mas anotaciones, resolviendo logisticas y optimizando su dia de trabajo. Me parecía una habilidad increíble por carecer yo de la misma.
Hoy nuestras habilidades y actividades se encuentran naturalmente divididas por afinidad o por elección. Así mientras la cocina es mi territorio y me encargo de la casa en general, RAT es un eximio administrador, además de tener a su cargo las cuestiones de la casa mas "edilicias". El sabe que impuestos y servicios deben pagarse, cuanto etc. Hace listados en excell con todos los gastos e incluso tiene listados estadisticos de cuanto se gastó por los mismos rubros años anteriores. (Si estuviera por las mias, seguramente gastaría mas de lo que tengo).
Yo por mi parte, y haciendo honor al ejercicio diario neuronal, transito por esta ciudad tomando nota mental de casi todo. De donde se encuentran las cosas que nos gustan, de los espectaculos y eventos para ver. Soy la que lleva el registro de una ciudad que ofrece innumerables ventajas, y la que busca minuciosamente el regalo apropiado para cada miembro de la familia.
Confieso que me divierte ser quien, -de conformidad a nuestra división espontanea de tareas-, traiga a casa como aporte, algo del pulso de esta ciudad.
RAT se mueve por sus calles en auto, y como habitante su participación es activa, inmersa, y realmente padece la ciudad. Yo lo hago en transporte público o caminando, y a pesar de que hace años vivo en ella, todavía la observo con cierta extrañeza, como una visitante eterna. La miro y me gusta hacerlo.
martes, 1 de diciembre de 2009
La importancia de llamarse Ernesto
A proposito de Gabiota que, gracias, -me hizo una visita al blog-, pude acceder al suyo y maravillarme con su historia de adopción. Me conmovió profundamente, y me sorprendió porque no?, la transcripción que hizo de la carta que escribió su hija de 9 años a requerimiento de su maestra, hablando de su familia.
Como puede una personita de esa edad poseer una síntesis tan acabada de lo que es una amalgama familiar? Intuír tan lisa y llanamente esa reunión de voluntades y energías puestas bajo un mismo techo, por designio de los hombres y mujeres que tuercen realidades, favorecen desiciones y hacen que converjan en un solo destino?. Es fantastica su aceptación práctica, desprovista de teoría, de la fuerza afectiva que la une a los suyos!
(Por cierto a muchos mayores nos llevaría horas de disertación y de terapia.)
De allí y de otras historias, que tienen a amigos y conocidos por protagonistas. De gente corajuda y de gente redimida, -que puestas a construir su propio destino, tejen su tapiz familiar de malla gruesa a fuerza de elecciones, de afectos arrimados, de pactos y sangre nueva-, surge este interrogante: Es menos importante el legado de hoja en blanco, de modelo para armar, al de raices largas que nos conectan troncalmente a nuestra historia familiar?
No es facil desde ya asociar la palabra legado, -mas ligada a la tradición de cosas viejas-, con algo nuevo, inacabado, que se acomoda de conformidad a las circunstancias y que permite revisión.
Nunca me fue expresado con palabras, pero siempre se me dejó intuir que, -aunque no vital-, sí era importante mantener vigente nuestra memoria familiar.
Atravez de historias de nuestros abuelos, presentes en fotos y objetos de nuestra casa, se explica de donde vinieron y quienes fueron. Historias que por cierto, muchas veces parecian justificar por si mismas, algo de la idiosicrancia familiar presente en las actuales generaciones.
Es una forma simple y segura de definirnos. Mi calidad de eslabón de una cadena generacional, me imprime una identidad que me delimita dentro y fuera de mi entorno.
La historia de los objetos que estuvieron presente hasta donde recuerdo, así lo indican.
La casa de los abuelos, donde vivieron desde siempre y que no sale de sus patrimonios sino por muerte de éstos, se transmite junto con todo lo material e inmaterial a las generaciones posteriores, que lo dividen según sus intereses y afinidades. Heredamos muebles, inmuebles, cara, naríz, carácter, negocio, profesión, clientela, aversiones.
Hoy tengo la sensación de haber producido un quiebre en esa linea. Quizás sea solo una sensación, la misma que pudieron haber sentido mis padres o los suyos.
Ya no vivo en la ciudad que me vio crecer. Las viejas casas familiares se vendieron para tapar fisuras que la economía rasgó. No vivo cerca de la familia que me dió origen, veo poco a mis primos y casi no conozco a sus hijos. (Mantengo sí un vínculo estrecho con mi padre y única hermana).
Librada a una existencia mas independiente, paso mas tiempo con amigos, compañeros de trabajo y afines de la vida.
Me siento a gusto entre gente que me produce la misma sensación, de pioneros de generación. De aventurados en otros cursos, de emprendedores de giros.
Por propia decisión ó mayormente movidos por las circunstancias, hemos migrado, cambiado de escenario y actores. Cambiamos de trabajo, abandonamos viejos hábitos y adquirimos nuevos. Hicimos nuevos amigos, nuevas relaciones, y hasta forzamos algunos vínculos.
Vistos ante situaciones novedosas, nuevas armas nos echamos al hombro para transitar senderos, que ni en su vida se hubieran imaginado mis abuelos!
La historia de mi pequeñito grupo familiar, aun compuesto por dos, no hace mucho empezó a escribirse y es pura promesa. Mi legado es todavía un poco incierto. Surge enmarañado de espíritu de antaño, los mejores recuerdos, votos familiares, lazos inquebrantables y amigos irrompibles.
Salud por los viejos, los nuevos y los que vendrán!!
Como puede una personita de esa edad poseer una síntesis tan acabada de lo que es una amalgama familiar? Intuír tan lisa y llanamente esa reunión de voluntades y energías puestas bajo un mismo techo, por designio de los hombres y mujeres que tuercen realidades, favorecen desiciones y hacen que converjan en un solo destino?. Es fantastica su aceptación práctica, desprovista de teoría, de la fuerza afectiva que la une a los suyos!
(Por cierto a muchos mayores nos llevaría horas de disertación y de terapia.)
De allí y de otras historias, que tienen a amigos y conocidos por protagonistas. De gente corajuda y de gente redimida, -que puestas a construir su propio destino, tejen su tapiz familiar de malla gruesa a fuerza de elecciones, de afectos arrimados, de pactos y sangre nueva-, surge este interrogante: Es menos importante el legado de hoja en blanco, de modelo para armar, al de raices largas que nos conectan troncalmente a nuestra historia familiar?
No es facil desde ya asociar la palabra legado, -mas ligada a la tradición de cosas viejas-, con algo nuevo, inacabado, que se acomoda de conformidad a las circunstancias y que permite revisión.
Nunca me fue expresado con palabras, pero siempre se me dejó intuir que, -aunque no vital-, sí era importante mantener vigente nuestra memoria familiar.
Atravez de historias de nuestros abuelos, presentes en fotos y objetos de nuestra casa, se explica de donde vinieron y quienes fueron. Historias que por cierto, muchas veces parecian justificar por si mismas, algo de la idiosicrancia familiar presente en las actuales generaciones.
Es una forma simple y segura de definirnos. Mi calidad de eslabón de una cadena generacional, me imprime una identidad que me delimita dentro y fuera de mi entorno.
La historia de los objetos que estuvieron presente hasta donde recuerdo, así lo indican.
La casa de los abuelos, donde vivieron desde siempre y que no sale de sus patrimonios sino por muerte de éstos, se transmite junto con todo lo material e inmaterial a las generaciones posteriores, que lo dividen según sus intereses y afinidades. Heredamos muebles, inmuebles, cara, naríz, carácter, negocio, profesión, clientela, aversiones.
Hoy tengo la sensación de haber producido un quiebre en esa linea. Quizás sea solo una sensación, la misma que pudieron haber sentido mis padres o los suyos.
Ya no vivo en la ciudad que me vio crecer. Las viejas casas familiares se vendieron para tapar fisuras que la economía rasgó. No vivo cerca de la familia que me dió origen, veo poco a mis primos y casi no conozco a sus hijos. (Mantengo sí un vínculo estrecho con mi padre y única hermana).
Librada a una existencia mas independiente, paso mas tiempo con amigos, compañeros de trabajo y afines de la vida.
Me siento a gusto entre gente que me produce la misma sensación, de pioneros de generación. De aventurados en otros cursos, de emprendedores de giros.
Por propia decisión ó mayormente movidos por las circunstancias, hemos migrado, cambiado de escenario y actores. Cambiamos de trabajo, abandonamos viejos hábitos y adquirimos nuevos. Hicimos nuevos amigos, nuevas relaciones, y hasta forzamos algunos vínculos.
Vistos ante situaciones novedosas, nuevas armas nos echamos al hombro para transitar senderos, que ni en su vida se hubieran imaginado mis abuelos!
La historia de mi pequeñito grupo familiar, aun compuesto por dos, no hace mucho empezó a escribirse y es pura promesa. Mi legado es todavía un poco incierto. Surge enmarañado de espíritu de antaño, los mejores recuerdos, votos familiares, lazos inquebrantables y amigos irrompibles.
Salud por los viejos, los nuevos y los que vendrán!!
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martes, 24 de noviembre de 2009
Según quien mire
Hoy pensé mas que otras veces en que es casi imposible no ver el mundo atravéz de un prisma propio.
Es una tontera la que digo, pero resulta que cuando yo era adolescente, creia como muchos, que la vida se abría camino a toda costa y muy a pesar de todo.
No es que la afirmación haya perdido validez, solo que ya no veo la concepción en estos términos.
En el mundillo de consecuencias no medidas que acarrean las practicas adolescentes tempranas, los embarazos indeseados arremetían en la realidad de algunos con la fuerza de un huracán. Siempre existió y sigue existiendo entre adolescentes y jóvenes un conscenso generalizado sobre el enorme poder de la concepción.
La vida que se cuela en las entrañas, que aparece aun donde no se la llama, que se apega a cuerpos hostiles o incluso enfermos, que doblega voluntades. La contudencia de lo que no se enmienda fácil, lo que no se borra ni permite ir hacia atrás, -tal cuando se empieza a escribir con tinta y se abandona la tranquilidad del lápiz y la goma-. La vida que testarudamente sigue, se nutre y crece sorteando todo tipo de dificultades. Desde las habilidades gimnasticas de sus portadoras, descuidos alimenticios, hasta aplicaciones en ingestas varias.
Este es y ha sido despues de todo, -millones de años de evolución humana hasta esta parte-, el llamado de la naturaleza. Constante, inalterable.
Se dice que es un aporte mínimo el que natura pide a las especies que satisfagan, para cumplir con el plan natural. Claro que si bien en los primeros tiempos de nuestra civilización, la procreación habría sido decisiva en la conservación de la especie, lo cierto es que hoy con 6.798.109.835 de habitantes en nuestro planeta, esta claro que los humanos ya no corremos peligro de extinción.
Por eso y por otras razones es tan dificil aceptar que una, no va a cumplir con el mandato natural en tiempo y forma.
Es dificil también, porque este esfuerzo que al decir de la ley de la naturaleza es mínimo, no requiere para su cumplimiento talento especial alguno. De hecho podría un ser solo permanecer mientras la vida le pasa por encima, y aun así dar vida. Lo contrario supondría tener habilidades y talentos varios y no poseer éste, el mas elemental y raso de todos.
En este contexto, el de un universo natural que no necesita mi aporte, mis aspiraciones y proyecto personal se pierden en el detrás de escena, donde nos dejo la naturaleza al soltarnos la mano.
De eso se trata ahora, del proyecto que a mí incumbe e interesa a los mios, de ganarle la batalla a la naturaleza, pequeña para ella y grande para quien escribe, que no por mala sino por descuidada y desordenada como lo ha sido siempre, en lo que a este tema atañe, simplemente no reparó en mí.
Es así que, esta noción de la vida que se aquerencia, que echa raíces fuertes, hace tiempo que no es la mia.
Mi realidad como la de muchas es la de la fragilidad humana. Se concentra en desproporciones de esfuerzos desmedidos y logros magros. La concepción supone en ésta, a la vida caminando por cuerdas flojas y resbaladizas.
Como en el reino del revés de Maria Elena Walsh, aquí la realidad es de espíritus férreos y cuerpos desaprensivos, de órganos incumplidores, en huelga permanente o de trabajo a reglamento. De obstrucciones piqueteras en trompas, de óvulos ausentes con y sin aviso, o rebeldes sin justa causa. De úteros desnaturalizados y poco amables, de endometrios huraños, de embriones debiles y escurridizos.
Actualmente y como primera impresión de genuina sorpresa, me admiro cuando me entero de que alguien esta embarazada. Así nomás? casi de la nada?, cuando? y sí, al mejor estilo de cocinera de la tele vernácula, "en el tiempo que me quedó entre la clase de spinning, de tenis, justo en medio del lio con los chicos y fulano que tardó una hora mas en dormirse depués de cena", "AH!, y como me sobraron como dos segundos y medio, te hice un lemmon pie".-
Es que acaso caímos en alguna otra dimensión del universo? Sera que como la luna que tiene dos caras, nos tocó por sorteo contemplar la de la precariedad de la vida?
Es una tontera la que digo, pero resulta que cuando yo era adolescente, creia como muchos, que la vida se abría camino a toda costa y muy a pesar de todo.
No es que la afirmación haya perdido validez, solo que ya no veo la concepción en estos términos.
En el mundillo de consecuencias no medidas que acarrean las practicas adolescentes tempranas, los embarazos indeseados arremetían en la realidad de algunos con la fuerza de un huracán. Siempre existió y sigue existiendo entre adolescentes y jóvenes un conscenso generalizado sobre el enorme poder de la concepción.
La vida que se cuela en las entrañas, que aparece aun donde no se la llama, que se apega a cuerpos hostiles o incluso enfermos, que doblega voluntades. La contudencia de lo que no se enmienda fácil, lo que no se borra ni permite ir hacia atrás, -tal cuando se empieza a escribir con tinta y se abandona la tranquilidad del lápiz y la goma-. La vida que testarudamente sigue, se nutre y crece sorteando todo tipo de dificultades. Desde las habilidades gimnasticas de sus portadoras, descuidos alimenticios, hasta aplicaciones en ingestas varias.
Este es y ha sido despues de todo, -millones de años de evolución humana hasta esta parte-, el llamado de la naturaleza. Constante, inalterable.
Se dice que es un aporte mínimo el que natura pide a las especies que satisfagan, para cumplir con el plan natural. Claro que si bien en los primeros tiempos de nuestra civilización, la procreación habría sido decisiva en la conservación de la especie, lo cierto es que hoy con 6.798.109.835 de habitantes en nuestro planeta, esta claro que los humanos ya no corremos peligro de extinción.
Por eso y por otras razones es tan dificil aceptar que una, no va a cumplir con el mandato natural en tiempo y forma.
Es dificil también, porque este esfuerzo que al decir de la ley de la naturaleza es mínimo, no requiere para su cumplimiento talento especial alguno. De hecho podría un ser solo permanecer mientras la vida le pasa por encima, y aun así dar vida. Lo contrario supondría tener habilidades y talentos varios y no poseer éste, el mas elemental y raso de todos.
En este contexto, el de un universo natural que no necesita mi aporte, mis aspiraciones y proyecto personal se pierden en el detrás de escena, donde nos dejo la naturaleza al soltarnos la mano.
De eso se trata ahora, del proyecto que a mí incumbe e interesa a los mios, de ganarle la batalla a la naturaleza, pequeña para ella y grande para quien escribe, que no por mala sino por descuidada y desordenada como lo ha sido siempre, en lo que a este tema atañe, simplemente no reparó en mí.
Es así que, esta noción de la vida que se aquerencia, que echa raíces fuertes, hace tiempo que no es la mia.
Mi realidad como la de muchas es la de la fragilidad humana. Se concentra en desproporciones de esfuerzos desmedidos y logros magros. La concepción supone en ésta, a la vida caminando por cuerdas flojas y resbaladizas.
Como en el reino del revés de Maria Elena Walsh, aquí la realidad es de espíritus férreos y cuerpos desaprensivos, de órganos incumplidores, en huelga permanente o de trabajo a reglamento. De obstrucciones piqueteras en trompas, de óvulos ausentes con y sin aviso, o rebeldes sin justa causa. De úteros desnaturalizados y poco amables, de endometrios huraños, de embriones debiles y escurridizos.
Actualmente y como primera impresión de genuina sorpresa, me admiro cuando me entero de que alguien esta embarazada. Así nomás? casi de la nada?, cuando? y sí, al mejor estilo de cocinera de la tele vernácula, "en el tiempo que me quedó entre la clase de spinning, de tenis, justo en medio del lio con los chicos y fulano que tardó una hora mas en dormirse depués de cena", "AH!, y como me sobraron como dos segundos y medio, te hice un lemmon pie".-
Es que acaso caímos en alguna otra dimensión del universo? Sera que como la luna que tiene dos caras, nos tocó por sorteo contemplar la de la precariedad de la vida?
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jueves, 19 de noviembre de 2009
Desde el principio
Creo que todavía no me presenté apropiadamente, y eso voy a corregir ahora mismo.
Como se lee en mi perfil, soy Ceci de treintaytantos años, en pareja con RAT (suena excentrico, pero esas son las iniciales de su nombre completo), desde hace casi una eternidad. En enero serán trece años.
Vivimos en Buenos Aires, ciudad difícil si las hay, en un antiguo departamento de amplios espacios.
Pese a su generosidad espacial, nuestro hogar se encuentra atiborrado de muebles y cosas.
Se puede bien afirmar que con los años hemos logrado reunir un buen puñado de objetos, comprados algunos, conseguidos, heredados, despreciados por otros y valorados por nosotros, etc. Lo cierto es que si bien en su reunión imperó en principio un criterio de necesidad, hemos tratado siempre de imprimirles un criterio estético (RAT es arquitecto), que se adecue al alto standar de mi querido, desde ya no siempre alcanzado!
Adivino la impresión ajena de los que entran a mi casa por primera vez. El de un sitio donde viven dos personas que muestran su aprecio por el mismo, (que se aman o no, eso no lo dice el mobiliario de una casa!), pero que indudablemente están habituados a convivir en equilibrio, armoniosamente (eso si lo dice la atmosfera de mi hogar).
Demasiados acostumbrados y afectos a estar solos. Diríase que por la abundancia de vidrio, de muebles de anticuario y la escacez de rincones libres, éstos no quieren complicar su existencia con chicos y/o mascotas.
Naada mas lejos de la verdad!!, hace mas de cuatro años que nos embarcamos en esta cruzada de ser padres, en carrera contra el paso del tiempo, el cual por ahora nos viene aventajando por varias cabezas!.
Para nosotros es muuuy raro!, como es que hasta hace un tiempo atras no pensabamos ni queriamos tener hijos, -dando por sentado que contabamos con esa habilidad, la cual se activaría al primer giro de opinión-, y hoy casi no podemos respirar sin que todos nuestros actos e intenciones apunten a lograrlo? Como es que llegamos acá?
Sin duda se trata de un imprevisto, pese a la noción apenas pronunciada y que nos ronda de permanente, de no haber empezado antes.
Y si lo hubieramos podido preveer, quien dice que lo hubieramos podido evitar?
No lo vimos venir, ese es nuestro IMPONDERABLE!, como el de mucha gente que no vive de acuerdo a sus planes.
La viuda que no planeo quedarse viuda teniendo todavía una importante reserva en años, el jubilado que despues de toda una vida de trabajo debe continuar en actividad lucrativa para sustentarse, la largamente ama de casa que, -oxidada en otras artes-, debe encarar un nuevo empleo, o los progenitores que, -reducidos en su habitat desde la partida de los hijos-, deben acomodarse para acoger al recientemente separado.
Es la oportunidad que tenemos de rescatar del fondo del placard, desempolvarla y lucir finalmente nuestra capacidad de improvisación.
Asi y todo somos felices. En este como en otros temas,-por fuerza de las circunstancias-, somos mas bien personas de hechos, menos complicados en embates teoricos y discusiones esteriles, y sí mas efectivos y ultimamente mejor entrenados por los reveces, en orientar y poner en ejercicio las soluciones.
Aunque no lo hablemos todo el tiempo, -porque nos esforzamos en mantener nuestra existencia en linea central, que tangencialmente se abre a esta otra-, tenemos una urgencia no declarada, -siempre presente-, a la que por separado y por razones de subsistencia, tratamos y tratamos de no sobrevalorar.
PD: Aclaro que si hoy llegara un BB a casa, nos encontraría a RAT y a mi felices y prontos a despejar paredes y prescindir de algun que otro mobiliario!
Como se lee en mi perfil, soy Ceci de treintaytantos años, en pareja con RAT (suena excentrico, pero esas son las iniciales de su nombre completo), desde hace casi una eternidad. En enero serán trece años.
Vivimos en Buenos Aires, ciudad difícil si las hay, en un antiguo departamento de amplios espacios.
Pese a su generosidad espacial, nuestro hogar se encuentra atiborrado de muebles y cosas.
Se puede bien afirmar que con los años hemos logrado reunir un buen puñado de objetos, comprados algunos, conseguidos, heredados, despreciados por otros y valorados por nosotros, etc. Lo cierto es que si bien en su reunión imperó en principio un criterio de necesidad, hemos tratado siempre de imprimirles un criterio estético (RAT es arquitecto), que se adecue al alto standar de mi querido, desde ya no siempre alcanzado!
Adivino la impresión ajena de los que entran a mi casa por primera vez. El de un sitio donde viven dos personas que muestran su aprecio por el mismo, (que se aman o no, eso no lo dice el mobiliario de una casa!), pero que indudablemente están habituados a convivir en equilibrio, armoniosamente (eso si lo dice la atmosfera de mi hogar).
Demasiados acostumbrados y afectos a estar solos. Diríase que por la abundancia de vidrio, de muebles de anticuario y la escacez de rincones libres, éstos no quieren complicar su existencia con chicos y/o mascotas.
Naada mas lejos de la verdad!!, hace mas de cuatro años que nos embarcamos en esta cruzada de ser padres, en carrera contra el paso del tiempo, el cual por ahora nos viene aventajando por varias cabezas!.
Para nosotros es muuuy raro!, como es que hasta hace un tiempo atras no pensabamos ni queriamos tener hijos, -dando por sentado que contabamos con esa habilidad, la cual se activaría al primer giro de opinión-, y hoy casi no podemos respirar sin que todos nuestros actos e intenciones apunten a lograrlo? Como es que llegamos acá?
Sin duda se trata de un imprevisto, pese a la noción apenas pronunciada y que nos ronda de permanente, de no haber empezado antes.
Y si lo hubieramos podido preveer, quien dice que lo hubieramos podido evitar?
No lo vimos venir, ese es nuestro IMPONDERABLE!, como el de mucha gente que no vive de acuerdo a sus planes.
La viuda que no planeo quedarse viuda teniendo todavía una importante reserva en años, el jubilado que despues de toda una vida de trabajo debe continuar en actividad lucrativa para sustentarse, la largamente ama de casa que, -oxidada en otras artes-, debe encarar un nuevo empleo, o los progenitores que, -reducidos en su habitat desde la partida de los hijos-, deben acomodarse para acoger al recientemente separado.
Es la oportunidad que tenemos de rescatar del fondo del placard, desempolvarla y lucir finalmente nuestra capacidad de improvisación.
Asi y todo somos felices. En este como en otros temas,-por fuerza de las circunstancias-, somos mas bien personas de hechos, menos complicados en embates teoricos y discusiones esteriles, y sí mas efectivos y ultimamente mejor entrenados por los reveces, en orientar y poner en ejercicio las soluciones.
Aunque no lo hablemos todo el tiempo, -porque nos esforzamos en mantener nuestra existencia en linea central, que tangencialmente se abre a esta otra-, tenemos una urgencia no declarada, -siempre presente-, a la que por separado y por razones de subsistencia, tratamos y tratamos de no sobrevalorar.
PD: Aclaro que si hoy llegara un BB a casa, nos encontraría a RAT y a mi felices y prontos a despejar paredes y prescindir de algun que otro mobiliario!
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viernes, 13 de noviembre de 2009
Todavía creo en los milagros de la ciencia. Declaración de fe
Bueno, eso fue todo por ahora!, no habrá mas FIV para mi este año. Quedóseme la máquina a mitad de camino! Algo usual parece ser esto de que a una le suspendan la medicación a mitad del proceso de estimulación ovarica, al menos una de todas las veces. La razón: falta de respuesta esperada, o respuesta insuficiente, deficiente, insatisfactoria de mis ovarios. Esos caprichosos microfolículos (que se de muy buena fuente ecográfica, en un comienzo estaban allí!), por razones antojadizas, esta vez no respondieron al guiño con que tan sofisticada y onerosa medicación, los alentaba cada noche. Se me ocurren haraganes y un poco aburridos de este glamour de laboratorio que en definitiva, suprime sus funciones básicas. De seguro ya no cuento con el factor sorpresa. Habrá que seguir engañandolos con renovadas, o las mismas remozadas invitaciones!
Para eso, y para infusión de refrescante aliento a mis golpeadas esperanzas, apareció oportuna prescripción de pastillas milagrosas, de factoría extranjera, última generación de la ciencia puesta al servicio de la procreación, de carácter casi experimental por estos lares!. Exclusivísimas!, de elite, tanto que para conseguirlas no solo hay que munirse de prescripción médica sino también encargarlas en una o dos farmacias, las únicas que las proveen en esta gran ciudad, y esperar a que las preparen. O, en su caso, recurrir a pedido on line en laboratorio foraneo.
Acordamos, -que esta cosa de figurita dificil y que no figure en el vademecum-, le dan un plus a las bondades que se le imputan??.
La prohormona es DHEA, existe mucha información en internet que permite acceder a una amplia lectura sobre la misma.
Desde ya la información se dispara en varios sentidos, pero la que me interesa es la que trae promesas de fecundidad y abundancia para mis perezosos órganos, antes de reeintentar otra FIV convencional.
Para mas, se sugiere trae la misma efectos secundarios nada desdeñables, efectos rejuvenecedores!, aumento de la memoria, humectación de la piel, aumento de la líbido!, uyy!, que prometedor, cuanta expectativa!
Y sí! este parece ser un plan curiosamente diseñado, detrás de cada revés y con tiempo apenas para terminar de sorberme los mocos, me es dado en presentación nueva opción de la medicina moderna, o de la tradicional china!, en fin, nueva para mí o para occidente, la cuestión es que me obliga a despertar mi fe, poner de pie mis expectativas, reagruparlas y en fila india caminar hacia adelante, -por lo menos hasta nuevo aviso-, tooodo para que una como yo, que quiere declararse escéptica, no pueda plasmar ni una letra que ahí apunte, en todas estas notas!.
Para eso, y para infusión de refrescante aliento a mis golpeadas esperanzas, apareció oportuna prescripción de pastillas milagrosas, de factoría extranjera, última generación de la ciencia puesta al servicio de la procreación, de carácter casi experimental por estos lares!. Exclusivísimas!, de elite, tanto que para conseguirlas no solo hay que munirse de prescripción médica sino también encargarlas en una o dos farmacias, las únicas que las proveen en esta gran ciudad, y esperar a que las preparen. O, en su caso, recurrir a pedido on line en laboratorio foraneo.
Acordamos, -que esta cosa de figurita dificil y que no figure en el vademecum-, le dan un plus a las bondades que se le imputan??.
La prohormona es DHEA, existe mucha información en internet que permite acceder a una amplia lectura sobre la misma.
Desde ya la información se dispara en varios sentidos, pero la que me interesa es la que trae promesas de fecundidad y abundancia para mis perezosos órganos, antes de reeintentar otra FIV convencional.
Para mas, se sugiere trae la misma efectos secundarios nada desdeñables, efectos rejuvenecedores!, aumento de la memoria, humectación de la piel, aumento de la líbido!, uyy!, que prometedor, cuanta expectativa!
Y sí! este parece ser un plan curiosamente diseñado, detrás de cada revés y con tiempo apenas para terminar de sorberme los mocos, me es dado en presentación nueva opción de la medicina moderna, o de la tradicional china!, en fin, nueva para mí o para occidente, la cuestión es que me obliga a despertar mi fe, poner de pie mis expectativas, reagruparlas y en fila india caminar hacia adelante, -por lo menos hasta nuevo aviso-, tooodo para que una como yo, que quiere declararse escéptica, no pueda plasmar ni una letra que ahí apunte, en todas estas notas!.
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lunes, 2 de noviembre de 2009
Pensando en comida
Estoy en la recta final para una nueva FIV, y muy a pesar de la rutina pesaroza que suponen los pinchazos diarios de la medicación, debo admitir que esta es la etapa que me sienta mas cómoda. Me siento positiva, enérgica y "andando". No puedo evitar que este optimismo se cuele en los actos de mi vida diaria. Es así, que cuando entro a mi casa me vienen unas ganas irrefrenables de redecorarla, pasar la tele del dormitorio al living, (cosa que luego pienso mejor y decido dejar para otro momento). Por escasos instantes estoy dispuesta a seguir el envión que me impulsa a vaciar las alacenas de la cocina y reordenar todos mis bártulos y cacharros, -el mismo impulso que tras unos momentos de estancada impavidez (mientras miro y miro las alacenas) dejo pasar, a fin que encuentre ubicación en el lugar de los impulsos perdidos-.
En ese afan, me esmero..."por mantener la intención"..de encontrar la forma de hacer pastas rellenas con harina integral, pastas de diferentes rellenos y tamaños, ravioles, agnolottis, capelletis, sorrentinos etc. Deliciosos integrantes todos ellos del reino de la "harina refinada y las grasas animales", que hemos debido resignar mi querido y yo (no sin gran pena), en pos de alcanzar, -de acuerdo a los términos de la alimentación organica que indica la medicina tradicional china-, nuestro ansiado "estado fértil".
Claro está que con la intención no basta, es ésta una tarea que requiere mas tiempo del tolerable en poner un plato de comida digna (que merezca la aprobación de médicos chinos y maridos) en la mesa.
No pasa una semana sin que me proponga firmemente, -un dia al menos-, comenzar con harina integral y palote en mano, a mezclar y amasar a horario temprano, es decir siete de la tarde mas ó menos como para no terminar cenando a horas imprudentes (nada apropiado para el trabajador medio que madruga cinco dias a la semana), pero hasta el momento eso no ha ocurrido. Siempre hay algo pendiente. Tiempo que no sobra, ingredientes que faltan se interponen entre mi paladar y ese bocado de masa oscura que mi imaginación supone, será un prodigio culinario.
Hoy mismo, llueve y tengo toda una tarde de inclemente clima por delante...Mmm!, voy a revisar en la heladera para ver que relleno puede ser.
En ese afan, me esmero..."por mantener la intención"..de encontrar la forma de hacer pastas rellenas con harina integral, pastas de diferentes rellenos y tamaños, ravioles, agnolottis, capelletis, sorrentinos etc. Deliciosos integrantes todos ellos del reino de la "harina refinada y las grasas animales", que hemos debido resignar mi querido y yo (no sin gran pena), en pos de alcanzar, -de acuerdo a los términos de la alimentación organica que indica la medicina tradicional china-, nuestro ansiado "estado fértil".
Claro está que con la intención no basta, es ésta una tarea que requiere mas tiempo del tolerable en poner un plato de comida digna (que merezca la aprobación de médicos chinos y maridos) en la mesa.
No pasa una semana sin que me proponga firmemente, -un dia al menos-, comenzar con harina integral y palote en mano, a mezclar y amasar a horario temprano, es decir siete de la tarde mas ó menos como para no terminar cenando a horas imprudentes (nada apropiado para el trabajador medio que madruga cinco dias a la semana), pero hasta el momento eso no ha ocurrido. Siempre hay algo pendiente. Tiempo que no sobra, ingredientes que faltan se interponen entre mi paladar y ese bocado de masa oscura que mi imaginación supone, será un prodigio culinario.
Hoy mismo, llueve y tengo toda una tarde de inclemente clima por delante...Mmm!, voy a revisar en la heladera para ver que relleno puede ser.
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jueves, 22 de octubre de 2009
Nada nuevo en el horizonte
No soy nada nueva en referencia al "penoso" tema de infertillidad, ni tampoco en esto de buscar en páginas relativas, participar pasivamente en los foros, leer cuanto blog me resulta interesante.
Si lo soy en esta tarea que por el momento me esta ocupando: escribir en este espacio.
Llevo cuatro años transitando en el camino "hacia" la fertilidad, con mas entereza y menos nerviosismo los últimos dos que en los dos primeros (Será que uno aprende finalmente a encausar la ansiedad?). No sé, pero suena bien!
Lo cierto es que todo cuanto se ha dicho en cada una de las páginas que visité es en más o en menos lo que experimente, viví, sentí, etc.
No me puedo quejar!, o al menos no debo!, en pos del resultado final, ansiado, dorado, estoy embarcada desde principio del corriente año en transcurrir mis dias con calidad zen. Sería esta la forma aceptable para mi y mi marido de digerir que por este año, no trabajo!.
Sí, así como lo digo, y aunque se trata de trago dificil de sorber para "sistema de cruel capitalismo que implica resignar algunas cositas", la verdad es nuestra estrechez de pretensiones y las finanzas de mi querido asi lo permiten.
Por tanto aqui me tienen, haciendo cosas otrora impensadas como escribir el presente.
En esos menesteres me encontraba esta noche cuando decidí fisgonear un poco la vida de mis antiguos pares. Es decir, -elegantemente-, que busco a mis conocidos (a los que no veo ni trato), en las redes sociales. Tengo que reconocer a estas alturas que lo mio es bastante patetico y "precario", ya que yo no estoy en ninguna de esas redes(ya aclare que no participo activamente en nada calificado de informatico), asi que solo me limito a poner los nombres a medida que me acuerdo, y tratar de reconocerlos en las fotos.
Reconocí varias, desfilaron ante mi fotos de viejos compañeros, mas gordos, mas pelados, y casi todas repetian la misma particularidad. Eran fotos familiares. Una vez que la tienen, la muestran. Y es así que aparecen en lugares de playa, sierras, abrazados a sus crios, de manera que apenas se los distingue a todos en ese mini cuadradito que aparece a la izquierda de mi pantalla.
Por eso quiero denunciar!: me sentí una espia, una ridicula cuya vida esta suspendida "hasta que escampe", y que transcurre dentro de mis preciadas cuatro paredes que me separan del resto que sigue cumpliendo años, sumando kilos, reproduciendose y vacacionando en camioneta familiar. Tengo deseos de gritarles a todos que paren!, dejen de parir!, los que ya han venido al mundo: dejen de crecer!, que se paralice la vida externa y siga la mia, denme tiempo para ponerme a la par. Esperen!, estoy por llegar!
PD: Lo que me brinda un pobre y tonto consuelo es comprobar que a pesar de estar casi pisando los cuarenta, estoy en bastante mejor forma que muchos que ví. JAH! (aferrate los suficiente a eso como para que te sirva este verano cuando vayas de visita a lo de tu padre).
Perdon! eso va para mi!
Si lo soy en esta tarea que por el momento me esta ocupando: escribir en este espacio.
Llevo cuatro años transitando en el camino "hacia" la fertilidad, con mas entereza y menos nerviosismo los últimos dos que en los dos primeros (Será que uno aprende finalmente a encausar la ansiedad?). No sé, pero suena bien!
Lo cierto es que todo cuanto se ha dicho en cada una de las páginas que visité es en más o en menos lo que experimente, viví, sentí, etc.
No me puedo quejar!, o al menos no debo!, en pos del resultado final, ansiado, dorado, estoy embarcada desde principio del corriente año en transcurrir mis dias con calidad zen. Sería esta la forma aceptable para mi y mi marido de digerir que por este año, no trabajo!.
Sí, así como lo digo, y aunque se trata de trago dificil de sorber para "sistema de cruel capitalismo que implica resignar algunas cositas", la verdad es nuestra estrechez de pretensiones y las finanzas de mi querido asi lo permiten.
Por tanto aqui me tienen, haciendo cosas otrora impensadas como escribir el presente.
En esos menesteres me encontraba esta noche cuando decidí fisgonear un poco la vida de mis antiguos pares. Es decir, -elegantemente-, que busco a mis conocidos (a los que no veo ni trato), en las redes sociales. Tengo que reconocer a estas alturas que lo mio es bastante patetico y "precario", ya que yo no estoy en ninguna de esas redes(ya aclare que no participo activamente en nada calificado de informatico), asi que solo me limito a poner los nombres a medida que me acuerdo, y tratar de reconocerlos en las fotos.
Reconocí varias, desfilaron ante mi fotos de viejos compañeros, mas gordos, mas pelados, y casi todas repetian la misma particularidad. Eran fotos familiares. Una vez que la tienen, la muestran. Y es así que aparecen en lugares de playa, sierras, abrazados a sus crios, de manera que apenas se los distingue a todos en ese mini cuadradito que aparece a la izquierda de mi pantalla.
Por eso quiero denunciar!: me sentí una espia, una ridicula cuya vida esta suspendida "hasta que escampe", y que transcurre dentro de mis preciadas cuatro paredes que me separan del resto que sigue cumpliendo años, sumando kilos, reproduciendose y vacacionando en camioneta familiar. Tengo deseos de gritarles a todos que paren!, dejen de parir!, los que ya han venido al mundo: dejen de crecer!, que se paralice la vida externa y siga la mia, denme tiempo para ponerme a la par. Esperen!, estoy por llegar!
PD: Lo que me brinda un pobre y tonto consuelo es comprobar que a pesar de estar casi pisando los cuarenta, estoy en bastante mejor forma que muchos que ví. JAH! (aferrate los suficiente a eso como para que te sirva este verano cuando vayas de visita a lo de tu padre).
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