Heme aquí, desperezándome un poco; lo suficiente como para sentarme a escribir algunas palabras en este espacio que lo tengo algo desatendido, pero, como es de imaginar, hemos estado con muchas cosas.
Para empezar, tengo fecha de cesárea programada para este lunes 21 de enero a las 20:00 horas...¡Sí!, ¡eso si no ocurre nada imprevisto antes!, por lo que cruzo los dedos y espero no pase.
Cada día que llega a su fin, lo agradezco en un ritual íntimo al acostarme. Me toco la panza, siento reptar al bebé, que como tiene mucho menos espacio, los movimientos son distintos a los de antes, por tanto solo siento sacudidas y ondulaciones de la cola y piernas que están ubicadas de izquierda a derecha,...ah! y además el infaltable hipo, que es muy notorio porque son golpeteos rítmicos en la parte baja de mi vientre y que pueden durar cinco o diez minutos; y pienso: dolorcillos y molestias bien, contracciones normales, ¡bien, un día más!
¡Y es que nos tiene que dar tiempo para llegar con todo!....en una entrada anterior había mencionado lo del síndrome del nido que ataca a padres que se les da por hacer arreglos en la casa antes de la llegada del recién nacido....¡Bueno: lo dicho!, este fin de semana (¡espero!) terminamos con los arreglos de cocina que vienen algo atrasados y estimo nos dejará tiempo para la limpieza general (¡con ayuda por supuesto!)
Tenemos cosas de bebé esparcidas por toda la casa, pero de a poco las vamos acomodando y encontrándoles lugar, que es lo más difícil.
Seguramente, dada la cesárea, permaneceré en la clínica internada al menos dos días, así que la buena gente que nos rodea podrá encargarse de ultimar detalles, si es que queda algún pendiente en casa.
También asistimos a un par de clases de pre-parto, por las dudas se adelantara el parto me propuse saber algo sobre "pujar". Las clases estuvieron interesantes y didácticas, evacuamos muchas dudas con la puericultora (experta en lactancia y cuidados del bebé), con la partera que estará asistiendo al obstetra, y además practicamos los ejercicios de Etonía para embarazadas, que es un método que ayuda a liberar tensiones y a prestar atención al delicado mecanismo que se pone en marcha con cada acción corporal.
RAT (que me acompañó siempre, ya que desde hace un tiempo me lleva en auto a todas partes porque no quiere que conduzca ni que me suba a un colectivo) hizo todos los ejercicios en una colchoneta a mi lado, los papá están invitados a hacerlo pero no obligados, desde ya.
La última clase estuvimos un largo tiempo haciendo unos movimientos para destensar la cavidad bucal, con la cabeza apoyada sobre una almohada y un corcho bajo la articulación de la mandíbula. RAT se paso casi todo el tiempo durmiendo, lo sé porque lo escuche roncar quedamente (¡por suerte!), así que al menos podemos decir que él se relajó, (ignoro como lo hizo con su mejilla apoyada sobre un corcho)
¿Nombre del bebé?, ¡ya casi!, nos falta un pelín para ponernos de acuerdo. Todo el mundo pregunta y opina sobre los nombres que tenemos en vista, y eso desde luego es un problema, yo por mi parte, no los escucho demasiado. Habíamos pensado, como ambos tenemos apellido catalán, en ponerle uno de los nombres, que fuera de ese origen, pero a todos les resulta extravagante, ya que los nombres barajados, aquí suenan raros....¡y eso que para extravagancias por estas latitudes somos mandados a hacer!,...todavía lo estamos pensando. ¡En fin!, he ahí las últimas novedades que llenan nuestros días.
¡Gracias por pasar y hasta otro momento!