En los inicios de este espacio solía pedirle a quién husmeara por estos lares, que tuviera una mirada de simpatica compasión para con estos textos, que nunca pretendieron ser un compendio de datos, ni tener más utilidad que para quién los escribe. Mi deseo era atestiguar sobre mi estado de infertilidad, que con toda la certeza de la que soy y era capaz, asumí sería pasajero. Sin embargo desde que se instaló en mi vida, ocupó todos los rincones de mi mente. Me asedió en sueños, me puso de cara a la angustia y se vistió de ansiedad. Asi y todo mi estado y yo nos tomamos largos recreos, nos dimos tregua. Y cuando eso pasó, se abrió paso mi esperanza, mi imaginación se liberó, mis sueños cobraron vigencia, y mi amargura se mantuvo a raya.
Así que estos breves discursos, como les llamé, vinieron en mi auxilio para evitar que mi espiritu se perdiera entre los encierros de trámites y esperas que suponen esta suerte de burocracia reproductiva que me señaló con su dedo. Y me permitió rescatar, siempre intacto, mi deseo de convertirme en madre...mientras: las palabras y la compañía que encontré en el camino, me ayudan a impulsarme.
Gracias por pasar por este espacio.
Sean bienvenidos!