jueves, 22 de diciembre de 2011

Relato de Jueves Literario: Cuento de Navidad

Se cuentan más cuentos para celebrar la Navidad en lo de Gustavo: http://callejamoran.blogspot.com/


TRIBULACIONES Y ENREDOS EN UNA NOCHE DE VERANO

Don Nicolás está buscando información en el servicio meteorológico. Desea saber que tanto calor hará en Buenos Aires la víspera de Navidad y si acaso hay lluvias pronosticadas.
“Se espera tiempo caluroso y húmedo, nubosidad en aumento, no habrá tormentas por el momento”;...en resumen: ¡no hay esperanza alguna de que refresque por la noche, ni se espera que soplen vientos que acerquen frentes fríos de ningún lado!
Un resoplido de desaliento, largo y estertóreo le sale de las fosas al tiempo que deja caer sus hombros abatidos.
-No sé que esperaba encontrar, -se dice, en tanto mira de reojo su traje rojo que luce brillante e impecable sobre la cama.
Lo cierto es que el clima subtropical de los veranos porteños lo está matando. La última vez que estuvo por Buenos Aires se le ocurrió vestir su flamante piel de marta cibelina que adquirió en Ucrania. El roce de la coqueta estola sumado a la sudoración le provocó un sarpullido espantoso.
El médico le explicó que definitivamente esto de tener que ir al sur le genera una anticipación estresante que es perjudicial para su salud, y que lo mejor sería que cambie de hábitos.
“Oiga amigo, deje la etiqueta de lado, hágame caso: póngase un traje livianito acorde al clima.”, le dijo. Y para reforzar su argumento agregó: “Es de sabios adaptarse al medio ambiente, y sino: ¡mire a los brasileños que hasta sus policías andan de pantalones cortos!” A lo que Don Nicolás asintió mientras chasqueaba su lengua en señal de resignación.

Ya es casi Nochebuena, Don Nicolás busca que ponerse pero no encuentra nada que le parezca apropiado. Por fin da con unas bermudas rojas de micro fibra que a duras penas le entran, y una musculosa caladita que se trajo una vez por accidente de alguno de los arrabales de la ciudad, y lleva al menos dos décadas en el fondo del armario.

Buenos Aires, 24 de diciembre, 21:00 hs.
Don Nicolás aparca el trineo en la azotea y se dirige al quincho en cuyo extremo, adosado a la pared, se encuentra el nicho donde se asan las carnes y achuras sobre carbones encendidos. La parrilla está bien alta y apenas inclinada, por tanto las carnes se están haciendo a fuego lento; Con periodicidad que parece cronometrada: ruedan gotas de grasa por los hierros acanalados y el chirrido del carbón: atrapa los sentidos con la habilidad de un mantra repetido.
Y así, sumido en sus pensamientos como está, Don Nicolás encuentra que el aroma que despide la parrilla es apetitoso, la mesa está servida, y...se le antoja una copa de vino. Se sienta a la mesa, en tanto piensa que reina un silencio inusitado. Sabe que los habitantes de la casa están todos en la parroquia vecina, ya los vio cuando iba de pasada.
Desde el púlpito hasta la puerta el edificio estaba repleto de feligreses. Había personas sentadas y paradas abarrotadas en su interior, todas con caras brillantes de humedad. Las ventanas estaban abiertas y algunos boqueaban por un poco de aire fresco, pero era inútil, los ventiladores arrojaban aire tibio y los abanicos que se agitaban solo servian para fatigar muñecas, disimular bostezos y empujar alientos viciados y ausentes de mentol.

Sí, hay un silencio raro, pero debe admitir que en parte se debe a su propio mutismo. El médico le advirtió que no se le ocurriera andar por ahí al grito de ¡Ho, ho, ho!, ya que todavía hay cenizas volcánicas volatilizadas en el aire, y aspirarlas puede ser malo para sus pulmones.
¡Don Chicho!, a su espalda lo sorprende el grito de Miriam que asoma su cabeza por la ventana cercana.
Miriam, que había asumido que la silueta panzona que vio desde su ventana le pertenecía a Don Chicho, está tan sorprendida como Don Nicolás que se siente pillado en falta.
-¡Soy Papá Noel!, -atina a decir. Se percata de lo extraño que debe lucir en paños menores y aclara: -Estoy vestido así por prescripción médica.
Miriam mira con desconfianza al hombre que lleva puesta una ridícula musculosa ballenera. Los agujeritos están estirados y tan tensados a la altura de su barriga que le recuerda un matambre arrollado con cordel. –¡Aha!, le contesta Miriam escéptica que no sabe si llamar a la policía, aunque sospecha que en la comisaría no habrá nadie que la atienda a esas horas. Decide ponerlo a prueba y hace uso de las notas mentales sobre lo que conoce de este personaje que rápido acuden y seguidamente lo interroga: -¿y dónde está su trineo?, "en la azotea", recibe por respuesta. Y a Miriam le parece escuchar vagos sonidos de cascos que vienen de arriba.
-¿Y...y...que hay de la chimenea? -¿qué chimenea? –contesta Don Nicolás visiblemente fastidiado. -¿Usted no entra por la chimenea?; –¡A ver! ¡Fíjese bien!, ¿acaso ve usted alguna chimenea?, ¿cómo no sea que me deslice por el conducto de las parrillas, lo cual sería harto difícil no cree?, -Don Nicolás formula esta última pregunta con tono sardónico; endereza su postura para recobrar la dignidad mancillada y se gira dando por terminado el intercambio con la molesta vecina.
Miriam que sigue allí, tozuda no quiere dar el brazo a torcer, y reparando en la copa de vino que el hombre de barba cana dejó por la mitad lo increpa apurada: -¡Oiga, espere!, ¿esa copa es suya?,¿pero... usted bebe?, ¿no es usted musulmán?
-¡Ah no!, ¡con el vino no! –grita Don Nicolás que no puede dar crédito a lo que escucha. -¿musulmán?, ¡esos, los reyes magos de oriente mujer ig...i...!, ¡intolerancia no es lo que predica mi religión! ¡Vamos! ¡Más bien tolerancia a cualquier elixir, del color y sabor que sean!, potentes aguardientes, frutados, amarillentos y maltosos, o violáceos maduros al calor de buenos taninos, ¡a todos doy la bienvenida!
¡¡Pero que barbaridad, lo descreída e insolente que está la gente!!

18 comentarios:

Anónimo dijo...

Por estas tierras se nos hace algo extraño imaginar a Papá Noel, en plena canícula, soportando los rigores del verano en pantalón corto y camiseta calada :).
Un abrazo y Feliz Navidad, Ceci.

Katy dijo...

Te deseo muchas felicidades en esta fiestas Cesi a tí y a los tuyos. Que el 2012 sea generoso en bendiciones y buenas noticias y que las Musas te sigan
asistiendo siempre :-)
Te recuerdo con mucho cariño.
Feliz Navidad
Bss

casss dijo...

JAJAJAJ uN Papa Noel agiornado....
En realidad me lo imagino mas de Coca Cola (por que sera?) pero claro de vermudas le va mas el tintillo. Me precouparia toparmelo en Brasil en sunga: te lo imaginas? Mon Dieu....

Muy bueno Ceci, tanto como tus lindas fotos del post anterior

FELIZ NAVIDAD Y FELIZ 2012 Y QUE NOS ENCUENTRE POR AQUI JUEVEANDO Y CONTENTOS, QUE YA ES MUCHO TENER.

Any dijo...

Pues yo hubiera querido haberlo visto a Don Nico ayer, aqui, con 38º a la sombra ... otra que bermudas ... . Lo de la zunga que propone Cass no estaría mal, salvo por el detalle de que Don Nico suele estar un tanto ... ejem ... excedido de peso digamos.
Buenísima historia, hace años que pienso que Papa Noel debe andar liviano de ropa por estos lares!
Y me dió haaaammmbre! de asado! juro que pude hasta olerlo! mérito tuyo.

Un beso querida Ceci, que en esta Navidad se renueven todos tus sueños y esperanzas.
Jingle bell!

Lupe dijo...

Hola, Ceci.

Una bonita historia la que nos relatas del encuentro de Papá Noel en bermudas con la incrédula Miriam... Muy entretenida.

Felices fiestas y un estupendo 2012 te deseo con afecto.

Maat

Neogeminis Mónica Frau dijo...

jajjajaaj una papá Noel muy al uso nostro y por supuesto!..el viejito tendría que cambiar los hábitos cuando baja hasta nuestro caldeado sur!...es de locos andar con ese traje en pleno verano porteño!


Un abrazo enorme y te deseo una Muy Feliz Navidad!

Lola dijo...

Leyendo relatos así es que con más insistencia aún me preguntó: ¿Cuales serían las tradiciones de navidad si el hemisferio norte fuera el sur? Como hubieran vestido a papa noel? Qué comeríamos más coherente con las temperaturas porteñas que con las de Estocolmo!
Al margen, San Nicolás es mi santao preferido, logró que me consolora de la no existencia de papal noel.

Besos!

Natàlia Tàrraco dijo...

Sublime este cuento de Nicolás despistado, en ropas veraniegas enseñando el ombligo. Pero era justo que el Nicolás o Noël, dígase cómo se quiera, este año se acercara al otro lado del océano, muy justo. Aunque el médico le avisara de las calores, acostumbrado él a los fríos, había que darse el viaje al otro continente !bien hecho Nico! Conste que he visto fotos del Noël en bermudas junto a la playita, así que, tampoco me extraña, es lógico.
Buena gente el abuelito, se lleva bien con los magos musulmanes, da ejemplo, y ellos son sus amigos, que cunda esa fraternidad.

!Gentes insolentes! cuánta paciencia la suya, que le pruebe el vinito, se lo merece.

Y tú Ceci, maga de las letras te mereces lo mejor para 2012, de corazón te lo deseo. Disfruta las fiestas, besito.

Celia Álvarez Fresno dijo...

Feliz Navidad, te deseo con todo mi cariño.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

En Buenos Aires en invierno puede alguna vez nevar. Lo leía hace unos años en la prensa. Allí, yo estuve en mayo, ya a finales y me sorprendió la suavidad de sus temperaturas y su olor ambiental tan agradable. La ciudad olía francamente bien, me resultaba por esta causa extraordinaariamente acogedora.
Esto fue ya hace dos años.
Sus aceras ciertamente se encontraban descuidadas. Los taxis, vehículos utilitarios, casi todos de la misma marca. Yo pagaba en dólares o en pesos indistintamente.
En algunos sitios, el olor a incienso o mirra me acompañaba mientras deambulaba. Me refdiero a los bazares.
Adquirí prendas allí que en Madrid ya no se venden.
Los quioscos de prensa son mas bien y pequeños.
No existe el bono bus.
La circulación es muy veloz. Mucho más que aquí. Expresión clara de cosmopolitismo. Paris me viene ahora a la mente.
Alguna vez llovía con fuerza.
Aquellas tiendas de juguetes tan nuemerosas. Las de corbatas. Sus pastelerías.
La prensa financiera de calidad muy alta. Valia la pena dedicarle tiempo a sus análisis.
Los árboles en el centro eran enjutos. Despoblados por causa del otono de las hojas.
De noche es como el centro de Madrid. Tal es la soledad a veces de las grandes avenidas.
Existía la cadena Dia... ¡No muy lejos de mi casa existe una! El precio del yogout era exactamente el mismo.
Algunos edificios como el de la sede de la Facultad de Economia en la calle Cordoba se habían acicalado con banderas nacionales. El motivo fue su centenario.
Un enorme edificio en hormigón, aparecía enfrente. Se trata de un hospital donde los alumnos universirarios hacen sus prácticas.
Me resulta el azul y blanco de vuestra enseña nacional muy agradable. Entona siempre.
Comí bien. Normalmente en el hotel. A veces me colé en algún ultramarino y tomé pastel de carne.
El perfil urbano, sin embargo era un tanto desigual en cuanto a alturas.
Casas de tres o cuatro pisos... De vez en cuando un rascacielos.
Algún día Buenos Aires definitivamente se lavará su cara. Será al estilo de lo que aquí ha pasado en estos años.
Al paso de unas perpectivas favorables.
La Argentina, tu pais está lejano. Geograficamente un poco arrinconado. Darín estrenó en Madrid un filme. Por razones cinematográficas, La Argentina y yo nos encontramos cerca. También consulto Clarín, La Nación y algunos otros en busca de la originalidad que en cuanto a los juicios que merece mi pais, aquí no veo. Aun que solo sea por saber por razón de preeminencia si un evento es relevante.

Papá Noel se impone a los Reyes Magos en nuesro afán de regalar obsequios.
Buena fue la descripcion de esa camisa a la que su tripuda silueta le hace a punto de estallido.
Finalmlente acompaña el buen humor y la bebida. Una vez por fin, despreocupadamente.
Lucecitas brillan sobre sus candelas. Las conversaiones en la mesa fluyen. La comida se me ofrece en abundancia.
Te deseo Ceci, una Nochebuena a tono con lo mejor de tus espectarivas. Mucha, mucha compañia...

Tésalo

San dijo...

Jjajaja si es que Donde fueres has lo que vieres, ese Papa Noel tenia que usa berudas, jajajauna navidad veraniega no la imagino, pero seguro que tiene su "aquel".
Un cuento muy de hoy, me encantó.
Un abrazo y FELICES DIAS

Sindel Avefénix dijo...

Muy bueno tu relato Ceci, no logro imaginarme a Papa Noel vestido así pero sería toda una innovación. Y además con el calor que viene haciendo estos días sería lógico.
Te mando un beso enorme y mis mejores deseos para esta navidad.

Pepi dijo...

También a mí me cuesta pensar en Papá Noél con bermudas, pero eso es porque aquí estamos en invierno, pero si fuera verano, seguro que lo imaginamos con bermudas, blusa floreada y gafas de sol, es que el pobre con ropas de abrigo con treinta y pico grados, no creo que resista mucho. Me encantó tu cuento, tiene mucha chispa, me gustó mucho cuando la vecina le dice que si es musulmán, je, je.
Todos tenemos sueños Ceci, algunos se han cumplido y otros aún esperamos verlos realizados, nunca pierdas la esperanza. Feliz Navidad. Besitos.

Atalanta dijo...

Pues si que cuesta trabajillo, pensar en Papá Noél, de esa guisa pero, para fuerte un belén veraniego eso si que es bueno jajajajaj!!!

Genial tocaya, menudo elemento don Nico.

Besos esperanzados

Anónimo dijo...

Luis, Tésalo

Te pido disculpas encarecidamente. Me suena muy mal dejar como anónimo un comentario mío.

A veces me da por distanciarme de internet. Son estos tiempos en que se vive con incertidumbre los causantes. Por razón de angustia me aparto de lo que más me entretiene.
También en estos casos, se pierde el apetito, a veces se duerme regular, etc...
Pero lo de abandonarse hasta el extremo, afortunadamente es muy difícil.
Me disculpo contigo y con cualquiera. Con todo, hay algo en ello de despiste y no de mala fe.

Un saludo,

Luis, Tésalo

Claradimosca dijo...

Buenísimo! Si es que tendríamos que crear nuestro propio símbolo navideño sudamericano, talvez un mulato flaco en bermudas.. más apropiado a nuestro hemisferio ;)

Hace unos años vi en Lima un desfile de una banda por papanoeles en pleno diciembre.. con barba, abrigados hasta la coronilla y tocando trompetas.. surrealista total

Noe dijo...

La mayoría de las cosas navideñas están creadas para otro clima, otra cultura, otras costumbres. Cuando veo a Papá Noel emponchado, me lo imagino sudando como un cerdito. Y cuando veo la mesa navideña, llena de turrones de miel, garrapiñadas, puré de batatas, y afuera 45 grados, me da un poco descolgado :)
Ceci, te deseo feliz navidad y un 2012 maravilloso! Un beso enorme

CHIPI dijo...

CECI FELIZ AÑO NUEVO !!!!!

Como siempre me encanta leer tus historias...a raíz de lo que escribiste, me intrigó el orígen de Santa Claus/ Papá Noel...
Y lo que mas me extrañó es que el color rojo de su vestimenta es muy reciente...En 1931 Haddom Sundblom, un ilustrador de Coca-Cola decidió cambiar el traje típico de Santa Claus en verde, azul, negro y amarillo, por otro más sencillo con los colores de la marca. Además le dio un carácter alegre y aspecto de anciano con algunos kilos de más.
Como todo es un invento,el relato de Papa Noel en musculosa podría ser una variante perfecta...quizá para una propaganda de aire acondicionado porque no?????

Besotes enormes.