AMIGOS IMAGINADOS
La charla discurre continuada y divertida y entonces RAT dice con palabras acentuadas, provocadoras: "...eso mismo le decía a Chocho cuando vino el otro día...", las miradas cómplices de los tres adultos se juntan y la reacción de la niña de siete años no se hace esperar: -¿Cual Chocho?, como si preguntara: "¿acaso mi Chocho?".
-¡Chocho, tu amigo, él viene siempre a visitarme!
¡Mmmm! vacila y vuelve a caer en la trampa de su tío porque no puede evitar la tentación de hacerle las preguntas que ponen a prueba la mentada relación entre RAT y Chocho.
Hasta hace poco su incredulidad y sus aprietos hacían nuestro deleite, ya que Chocho, producto de su imaginación, solía ser su amigo no sincerado, entonces preguntaba con ademanes y voz aflautada: ¡Pero...! ¿cuándo vino?, ¿yo estaba?, entre seria y divertida se olía la tomada de pelo, y sin embargo ¡RAT resultaba tan creíble!,
Ahora Bernardita que está mas crecida, lejana a los comienzos de Chocho parece dispuesta a entregarse a la versión de la historia de RAT como si le fuera ajena. -¿Y cómo es?, pregunta. ¿Cómo se llama y donde vive?, se apura; -"Se llama Chocho Chidichimo", ¡y todos prorrumpimos en carcajadas!
-"Seguro vive donde Claudia", acota mi hermana. Pasan unos segundos, apenas el tiempo que me lleva darme cuenta que se refiere a mi propia amiga imaginaria que vivía en el espejo de mi cómoda. Me sorprende que la recuerde, pero supongo que la experiencia con su hija hace que tenga la anécdota presente
La verdad es que no la llame de un modo original, de hecho tenía ya una amiga de carne y hueso así llamada, y las había por todas partes porque el nombre estaba de moda en la época. -¿Porqué no me llamo Claudia?, le inquirí a mi padre una vez, -"¿Y porqué habrías?, tu nombre es hermoso, a todos les gustó cuando te lo pusimos, menos a tu prima Sonia que opinaba era feo porque al parecer su maestra la señorita Cecilia era mala y bigotuda"
En fin...mi amiga no tuvo una vida larga como la de Chocho que promete vivir cada vez que RAT lo traiga a colación, es posible que pronto Bernardita oiga de él sin siquiera reclamar sobre su origen, ni tan célebre; fue un juego solitario que me retuvo varias horas frente al espejo y que recuerdo con una sonrisa
Tal vez Chocho y Claudia de verdad viven en el desván de saldos y amigos usados, olvidados tengan aquí su pequeño y merecido recuerdo, de parte de los ingratos que viven de este lado de los espejos
PD; para los que no siguen este espacio desde el principio, RAT es mi querido y papá de Manuel
15 comentarios:
Mi hermano tuvo por muchos años un amigo imaginario al que nombró pomposamente "el señor Sivals"...yo, cinco años mayor, lo envidiaba un poco porque no recordaba haber tenido alguna vez un amigo de esas características.
=)
Voy a revolver en esa saldería de amigos. Nunca tuve un amigo invisible, y me vinieron ganas de tenerlo.
TE MANDO UN BESO ENORME AMIGA CECI, OTRO A TU GORDO DIVINO Y OTRO A TU APRECIADO ESPOSO.
Has entretejido una bonita historia.
Muy creativa la idea de usar el amigo imaginario para tu relato. Buena lectura, me gusto leerte.
Saludos
Me llenaste de recuerdos, yo también he tenido una amiga imaginaria, la llamaba Capriuli (nombre loco si los hay) jajaja
Dicen que son ángeles que nos cuidan mientras somos pequeños,yo no sé que son pero nos hacen compañia y quedan siempre en el corazón.
Hermoso tu relato, una anécdota que da gusto leer.
Y me encanta volver a leerte! Besos!
Los amigos imaginarios han acompañado a más de un niño, hay quien cree que es solo fruto de la imaginación de niños solitarios, pero no, tambien los niños muy sociables los han tenido y como buenos amigos los siguen recordando.
Bonita hitoria Ceci.
Besos.
Nunca tuve un amigo imaginario y no sé las sensaciones de realidad que su amistad producen. Sin embargo pienso que han jugado un papel fundamental en la vida de muchos niños excitando su imaginación y proporcionándoles un compañero de juegos y confidencias que en algunos casos no tendrían.
Me ha gustado mucho tu relato.
Un abrazo.
Yo tampoco tuve un amigo imaginario; pero debía de ser guai. Supongo que ese siempre estás cuando lo necesitas.
Un abrazo
Yo tampoco tuve un amigo imaginario; pero debía de ser guai. Supongo que ese siempre estás cuando lo necesitas.
Un abrazo
Delicioso cuento con su ficción escondida. Esos amigos son una dura prueba para los que tienen que venir. Superar la imaginación es tarea ardua y costosa.
Como siempre tu texto es impecable, un placer leerte.
Besos y gracias por participar.
¡por qué ninguno de los comentaristas españoles, mamá, ha osado decirte que CHOCHO equivale a CONCHA? es curioso esa pasada por alto. por que yo no he podido evitar descojonarme, no pido perdón por esta palabra mía de mi castellano, ante la lectura de tal nombre¡¡¡
más allá de eso, como de costumbre, una delicia la lectura de la mamá del hermoso hijo...
no hay medio beso para vos, ceci, lo hay entero.
Hay quien dice que los amigos imaginarios, existen y los niños los ven...
Un beso.
El amigo invisible es necesario en alguna ocasiones y juega un gran papel desde el punto de vista psicológico. Yo he tratado a muchos niños y he tenido que hablar con su amigo invisible. es divertido meterse en su mundo. Precioso. Un besote amiga
Delicioso relato. Grande RAT, a quien ya conocía de entradas de blog anteriores.
Un abrazo para cada uno de los tres (a Manuel sin apretar mucho, ya que es pequeñito).
Me ha hecho gracia el nombre del amigo imaginario por lo que aquí significa la palabra Chocho. Pero hablando del texto que es lo que hay que comentar me ha parecido muy real y bien narrado.
Besos
Publicar un comentario